Jesu´s Sanz Montes - Mis memorias de África

Здесь есть возможность читать онлайн «Jesu´s Sanz Montes - Mis memorias de África» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Mis memorias de África: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Mis memorias de África»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El arzobispo de Oviedo, el franciscano Jesús Sanz Montes, quiso visitar a los misioneros de su archidiócesis que están en Benín desde hace décadas. Fruto de esos tres viajes entre 2012 y 2019 es este libro, un relato que «no tiene nada que ver con una novela virtual y fantástica, sino con algo vivido en primera persona», dice en el prólogo Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y presidente de la Comisión Episcopal de Misiones.Estas páginas son el diario de un viajero, «el propio de un peregrino convencido de que ha renunciado a ser turista de afición –dice el propio Sanz. Y una vez que has dado el paso y has hecho el equipaje ligero, entonces descubres cómo el Señor no juega con tu felicidad… si tú no banalizas su fidelidad».

Mis memorias de África — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Mis memorias de África», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Son mundos bien diferentes a los que por motivo de nacer en el lugar donde nací, y en la época de mis años, y dentro de la familia que me deseó, me esperó y me acogió, y en una comunidad cristiana como la de mi parroquia, o en un colegio religioso en el que crecí en tantas direcciones humanas y creyentes, y con mi vocación eclesial concreta que poco a poco fui descubriendo y secundando… En fin, ¡cuántas variables que en mi biografía han hecho que yo sea como soy, porque así Dios lo quiso propiciando las diferentes circunstancias que me han arropado y sostenido!

Por todo ello, cuando aterricé cada una de las tres veces en nuestra misión diocesana, me sentía movido a ese estupor limpio y abierto tan propio de los niños que sin prejuicios se arriesgan a mirar la realidad dejándose provocar por ella, aceptando sus preguntas, teniendo paciencia con las respuestas. Con ese estupor inocente, Dios hace generosa y fecundamente el resto, porque no te encuentra parapetado en tu trinchera, sino de par en par abierto a cuanto la Providencia tenga a bien señalarte, susurrarte, con indómita complacencia al encontrar en ti la mínima vulnerabilidad de quien se apresta a escuchar, a reconocer, a agradecer y compartir la gracia imprevista con la que Dios bendice una bendita experiencia.

I

LA AVENTURA DE DEJARNOS

SORPRENDER POR DIOS

Nos asomamos a diario a nuestro habitual paisaje en el que no pocas veces volcamos una mirada perdida y cansada, gastada de mirar sin afán lo que juzgamos demasiado visto y conocido. No es así propiamente hablando, aunque sea así como tantas veces lo vivimos. Y es que lo que pone una nota de verdadera novedad no es la vida en sí, que puede repetir rostros y circunstancias que son familiares, sino que la novedad descansa en el modo en que miramos esos rostros y abrazamos esas circunstancias, hasta el punto de poder estrenarlas o reestrenarlas cada día.

Es aquí donde entra el guiño de Dios que se agazapa para poder sorprendernos - фото 4

Es aquí donde entra el guiño de Dios, que se agazapa para poder sorprendernos si nosotros nos dejamos sorprender por su infinita creatividad, que es indomable ante el secuestro que con chantaje nos infligen el cansancio ahíto de aburrimiento y la rutina llena monotonía. Pero el Señor se sacude esas lacras y vuelve a intentar cada día captar la atención del corazón en una aventura siempre despierta y atrevida. Si supiéramos dejarnos provocar por la constancia tenaz de un Dios tan persuasivo y respetuoso, veríamos cómo el horizonte de nuestro andar cotidiano se sorprendería realmente hasta hacernos exclamar con aquel estupor que su paso por nuestro mundo, hace ya dos mil años, provocaba en todas las buenas gentes.

Me acompañaron en este primer viaje de 2012 el delegado episcopal de Misiones en la diócesis de Oviedo, don José Antonio Álvarez Álvarez, y otro sacerdote compañero suyo en la misión diocesana en Guatemala años atrás, don César Rodríguez García. Los dos tuvieron que salir de allí cuando la guerrilla los tiroteaba y salvaron la vida de milagro. Sabedor del gran peligro que corrían entonces en ese sufrido rincón de Centroamérica, el arzobispo de Oviedo de entonces, Mons. don Gabino Díaz Merchán, les pidió que regresasen de inmediato a Asturias, y así lo hicieron ellos, en medio del dolor que suponía dejar aquella tierra y, sobre todo, aquellas comunidades cristianas que ellos acompañaban como sacerdotes. Pero se vinieron con un misionero dentro de sus corazones y, reintegrados en su diócesis asturiana, es fácil reconocer en su ministerio esa huella imborrable que ha dejado en todos ellos el paso por la misión.

Nos esperaba el padre Alejandro Rodríguez Catalina, que lleva años en Benín, habiendo estado antes en Burundi cuando allí teníamos otra misión diocesana, y de la que también hubo que salir por motivos semejantes ante las guerras tribales que han sido y son tan frecuentes en el continente africano. Estaba, pues, bien acompañado por estos hermanos sacerdotes que tenían en el hondón de sus almas el sello misionero con el que el Evangelio del Señor te marca para siempre.

He ido tomando apuntes, y cada día escribía unos renglones en mis páginas del diario, que luego mandaba a nuestros canales a través de un blog que nuestra Oficina diocesana de medios de comunicación había creado para seguir la visita, cada una de ellas. De este modo, en varias ocasiones compartía con amigos y lectores las ideas e impresiones que día tras día, noche tras noche, se me iban ocurriendo, suscitando en mi corazón una vivencia inédita de mi vida cristiana, del sentido de mi ministerio como sacerdote y obispo, del acopio de mi llamada franciscana, de la Iglesia universal con todos sus mapas, todos sus climas, todos sus llantos y todas sus sonrisas. Por ese motivo, al querer compartir ahora mis notas a modo de memorias vividas en África, como si de un epistolario fechado y franqueado en Benín durante mis breves visitas misioneras se tratara, lo que deseo es abrir esas cartas y contar con sencillez lo que fui viendo, oyendo, rezando, pensando. Es esa misma sencillez de los primeros cristianos, que contaban con sus cartas y testimonios el impacto que les supuso aquel imborrable acontecimiento: haber encontrado a Jesús, haber encontrado la comunidad cristiana a la que él confió el anuncio evangelizador hasta el fin del mundo. Como decía el apóstol san Juan: «Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de vida, es lo que os anunciamos» (1 Jn 1,1).

En medio de tantos escenarios de este convulso mundo, cuando hay tanta mentira como método para arrebatar el poder o para perpetuarse en él, al ver demasiadas violencias de toda calaña donde sufren y caen los más vulnerables, sean quienes sean, de pronto emerge este inmenso ventanal tan lleno de verdad, de belleza y de bondad, que he podido descubrir y gozar en las comunidades cristianas a las que atienden mis hermanos misioneros en África. Sé que en ese continente hay también pandemias, tragedias, masacres, genocidios… pero yo he podido ver un vergel precioso en medio de un mundo que no sabe ni entiende cómo sería la vida si secundásemos el plan de Dios.

1

COMIENZA LA SORPRESA

CON LA QUE DIOS BENDICE

Días atrás andábamos pensativos. Un prolongado viaje a una tierra lejana, y vacunarse ante posibles enfermedades de las que solo había oído hablar en las películas y en los relatos de expediciones. Yo creía que ser arzobispo en Oviedo no tenía más historia que esa de centrarse en los cuatro puntos cardinales de un territorio geográfico bien preciso y delimitado, sin salirse de la historia viva que seguimos escribiendo desde los siglos que atrás nos presiden y nos contemplan. Pero se ve que Asturias, como Iglesia, como comunidad cristiana que es dentro de ese espacio que nos enmarca y dentro del tiempo que ahora nos pertenece, es algo más que cuanto sucede entre los dos puertos: el puerto de Pajares, que nos abre a la meseta castellana y leonesa, y el puerto del Musel, que nos pone delante el mar Cantábrico, con todos sus horizontes abiertos.

Salir de la tierra, es decir, dejarse empujar libremente, sabiendo que la mano que tienes detrás es esa con la que Dios mismo nos anima en nuestros desánimos, acaricia con toda su ternura o nos detiene ante nuestros precipicios por sí mismo o a través de sus ángeles. «Sal de tu tierra» (Gn 12,1) se le dijo a Abrahán cuando el mismo Señor le quiso asomar a lo que ni él imaginaba para poderlo sorprender. Ahora nosotros queríamos también dejarnos sorprender por ese Dios amable y cómplice de lo bueno, lo verdadero y lo bello, y jamás rival de nuestra felicidad. Nos dejamos llevar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Mis memorias de África»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Mis memorias de África» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jessica Sankiewicz - If Only We
Jessica Sankiewicz
libcat.ru: книга без обложки
Jack Wilder
Santiago Roncagliolo - Memorias De Una Dama
Santiago Roncagliolo
Jose Somoza - Art of Murder
Jose Somoza
Manuel Castillo Quijada - Mis memorias
Manuel Castillo Quijada
Jorge Álvarez - Memorias
Jorge Álvarez
Fernanda del Monte - mis humores
Fernanda del Monte
José Humberto Montes de Oca Lira - La espera más violenta
José Humberto Montes de Oca Lira
Encarnación Montes Ortega - Técnicas de enmascarado. TMVL0509
Encarnación Montes Ortega
Отзывы о книге «Mis memorias de África»

Обсуждение, отзывы о книге «Mis memorias de África» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x