Susan Phillips - Toscana Para Dos

Здесь есть возможность читать онлайн «Susan Phillips - Toscana Para Dos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Toscana Para Dos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Toscana Para Dos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La doctora Isabel Favor, autora de best séller de autoayuda, lo ha sacrificado todo para crear una gran empresa. Pero, en cuestión de semanas, todo se viene abajo: es estafada por un contable sin escrúpulos, su prometido la deja por una mujer mayor y su reputación queda por los suelos. La diva de la autoayuda no tarda en descubrir que puede solucionar la vida de todo el mundo excepto la suya. Arruinada, agotada y herida, decide ir a Italia para darse un respiro.

Toscana Para Dos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Toscana Para Dos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pero poco después de firmar el contrato de alquiler de la casa de sus sueños en la Toscana, Denise encontró al hombre de sus sueños y declaró que le era imposible marcharse de Nueva York. Así fue como Isabel acabó aceptando hacerse cargo durante esos dos meses del razonable alquiler por una casa en la Toscana.

No podría haber sucedido en mejor momento. Vivir en Nueva York se había convertido en algo insoportable. La empresa de Isabel Favor había dejado de existir. Había cerrado su oficina. No tenía contrato editorial alguno, ni gira de conferencias, y disponía de poco dinero. Su casa de ladrillo rojo, así como casi todas sus posesiones, habían caído bajo el mazo implacable del auditor, porque no podía hacerse cargo de las deudas. Incluso había perdido el jarrón de cristal Lalique grabado con su logotipo. Lo único que le quedaba era su ropa, una vida partida por la mitad y dos meses en Italia para concebir cómo empezar de nuevo.

Alguien la empujó y ella trastabilló. Se hizo un claro en la multitud, y la neoyorquina que llevaba dentro dejó de sentirse segura, así que se encaminó por la Via dei Calzaiuoli hacia la Piazza della Signoria. Mientras caminaba, se dijo que había tomado la decisión adecuada. Sólo romper de forma clara con lo conocido podía aclarar su mente lo suficiente como para poder controlar los sentimientos que le llevaban a desear llorar desconsoladamente. Después de un tiempo, estaría en disposición de seguir adelante.

Había trazado un plan muy concreto de cómo daría comienzo a la reinvención de su propia vida. Soledad. Descanso. Contemplación. Acción. Cuatro partes, como las Cuatro Piedras Angulares.

«¿Has actuado alguna vez de forma impulsiva? -le había dicho Michael-. ¿Tienes que planificarlo todo?»

Habían pasado poco más de tres meses desde que Michael la había dejado por otra mujer, pero su voz resonaba en su conciencia tan a menudo que a duras penas podía pensar. Hacía un mes lo había visto fugazmente en Central Park con el brazo por encima del hombro de una mujer embarazada de aspecto desaliñado, e incluso a veinte metros de distancia Isabel había oído sus risas, un poco ridículas, casi estúpidas. Durante todo el tiempo que habían pasado juntos, nunca se comportaron de forma estúpida. Isabel temía ahora haber olvidado cómo hacerlo.

La Piazza della Signoria estaba tan abarrotada de gente como el resto de Florencia. Los turistas se arremolinaban alrededor de las estatuas, y un par de músicos rasgueaban sus guitarras cerca de la fuente de Neptuno. El intimidante Palazzo Vecchio, con su almenada torre del reloj y los estandartes medievales, se alzaba sobre el bullicio nocturno tal como venía haciéndolo desde el siglo XIV.

Aquellos zapatos de piel, por los que había pagado trescientos dólares el año anterior, la estaban matando, pero la idea de regresar al hotel le resultaba demasiado deprimente. Vio los toldos de color beige y marrón del Rivoire, un café incluido en su guía de viaje, y se abrió paso entre un grupo de turistas alemanes para hacerse con una mesa.

Buona sera, signora … -El camarero debía de tener sesenta años, por lo menos, pero eso no le impidió flirtear con ella mientras tomaba nota de la copa de vino que pidió. Le habría encantado comerse un buen risotto , pero los precios eran tan altos como las calorías que contenían los platos. ¿Cuánto tiempo hacía que no se preocupaba por los precios de los menús?

Cuando el camarero se fue, colocó el salero y el pimentero en el centro exacto de la mesa y después desplazó el cenicero hasta el borde. Michael parecía muy feliz con su nueva vida. «Eres demasiado -le había dicho-. Demasiado en todo.» Entonces por qué se sentía tan poca cosa?

Se bebió la primera copa de vino más deprisa de lo que debería haberlo hecho y pidió otra. La larguísima relación con los excesos personales de sus padres le había llevado a recelar del alcohol, pero se hallaba en el extranjero, y el vacío que había estado creciendo en su interior durante meses se había vuelto insoportable.

«No es un problema mío, Isabel. Es tu problema.»

Se había prometido a sí misma no darle más vuelta al asunto esa noche, pero al parecer no lo conseguía.

«Necesitas controlarlo todo. Quizás ése sea el motivo de que apenas te guste el sexo.» Ese comentario había sido muy injusto. Le gustaba el sexo. Incluso había empezado a juguetear con la idea de tener un amante para probar qué se sentía, pero se oponía a mantener relaciones sexuales sin un compromiso afectivo. Era otro detalle del legado que había supuesto presenciar los errores de sus padres. Limpió el rastro de carmín que había dejado en la copa de vino. El sexo suponía complicidad, pero Michael parecía haberlo olvidado. Si no estaba satisfecho, tendría que haberlo hablado con ella.

Sus pensamientos estaban haciendo que se sintiese peor de lo que se sentía cuando llegó a la piazza , así que se acabó su segunda copa de vino y pidió otra. Una noche de exceso difícilmente la convertiría en una alcohólica.

En la mesa de al lado, dos mujeres fumaban, gesticulaban y elevaban los ojos al cielo ante la absurdidad de la vida. Un grupo de estudiantes americanos, justo a su espalda, se atiborraban de pizza y helado, mientras una pareja de viejos se miraban mientras tomaban sus aperitivos.

«Quiero pasión», había dicho Michael.

Las implicaciones eran demasiado dolorosas como para tenerlas en cuenta, así que observó las estatuas al otro lado de la piazza , las copias de El rapto de las Sabinas , el Perseo de Cellini y el David de Miguel Ángel. Después sus ojos se posaron en el hombre más increíble que había visto jamás, sentado tres mesas más allá. Era un retrato de decadencia italiana enfundado en una arrugada camisa de seda negra con una oscura sombra de barba en su mandíbula, el pelo largo y unos ojos sensuales. Dos largos y elegantes dedos rodeaban la copa de vino que pendía indolente de su mano. Parecía un hombre rico, arruinado y aburrido: Marcello Mastroianni sin su cara de comediante y esculpido como la belleza masculina perfecta propia de un nuevo milenio presidido por la avaricia. Había algo vagamente familiar en él. Su cara podría haber sido pintada por uno de los maestros del Renacimiento, Miguel Ángel, Botticelli, Rafael. Tal vez por eso tenía la sensación de haberlo visto antes.

Se dispuso a estudiarlo con detenimiento, sólo para comprobar que él también la estudiaba…

3

Ren la había estado observando desde su llegada. Había pasado por dos mesas vacías antes de encontrar la que le satisfacía. Había colocado bien la sal y la pimienta en cuanto se sentó. Una persona refinada. La marca de su inteligencia resultaba tan visible como sus zapatos de diseño italiano, e incluso a aquella distancia irradiaba una seriedad y una determinación que él encontró tan sexy como sus labios carnosos.

Aparentaba poco más de treinta años, su maquillaje era discreto y su vestuario sencillo, del tipo que tan bien sentaba a las mujeres europeas. Su cara era más intrigante que hermosa. No era una de esas delgaduchas actrices de Hollywood, pero le gustaba su cuerpo: pechos en proporción a sus caderas, cintura fina y la promesa de unas largas piernas bajo aquellos pantalones negros. El pelo rubio de aquella mujer tenía unas mechas con las que sin duda no había nacido, pero él habría apostado a que era lo único artificial en ella. No tenía uñas ni pestañas postizas. Y en caso de haberse implantado silicona en los pechos, los habría mostrado en lugar de esconderlos bajo aquel bonito jersey negro.

Vio que se acababa la primera copa de vino y pedía otra. Le dio un mordisquito a la uña de su pulgar. El gesto parecía fuera de lugar en una mujer como ella, lo cual la convirtió en algo extrañamente erótico.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Toscana Para Dos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Toscana Para Dos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Susan Phillips - Wymyślne zachcianki
Susan Phillips
Susan Phillips - What I Did for Love
Susan Phillips
Susan Phillips - This Heart Of Mine
Susan Phillips
Susan Phillips - Nacida Para Seducir
Susan Phillips
Susan Phillips - Kandydat na ojca
Susan Phillips
Susan Phillips - It Had To Be You
Susan Phillips
Susan Phillips - Imagínate
Susan Phillips
Susan Phillips - Fancy Pants
Susan Phillips
Susan Phillips - Glitter Baby
Susan Phillips
Отзывы о книге «Toscana Para Dos»

Обсуждение, отзывы о книге «Toscana Para Dos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x