Jacquie D’Alessandro - Casi Un Caballero

Здесь есть возможность читать онлайн «Jacquie D’Alessandro - Casi Un Caballero» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Исторические любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Casi Un Caballero: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Casi Un Caballero»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A instancias de su padre, Lady Victoria Wexhall se ve forzada a viajar de Londres a la finca rural del vizconde Sutton, en Cornualles, donde no se interesa tanto por el noble como por su hermano menor, el doctor Nathan Oliver, un antiguo espía. El destino ha vuelto a unir a Victoria con el primer hombre a quien besó, hace tres años, antes de que desapareciera del mapa tras el fin turbio de una de sus misiones. Espoleada por la búsqueda de unas joyas robadas y la persecución del ladrón, la relación entre Victoria y Nathan avanza a fogonazos por una novela donde abundan los pretendientes de alcurnia, los diálogos incisivos y la sensualidad de la Regencia.

Casi Un Caballero — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Casi Un Caballero», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Os he escrito.

– Rara vez…

– He dedicado todo mi tiempo a encontrar un lugar donde instalarme. Donde asentarme.

– Y tuvo que ser a quinientos kilómetros de aquí.

– Sí. En un lugar donde nadie me conociera. Donde nadie estuviera al corriente de lo ocurrido.

– Marchándote así solo conseguiste parecer aún más culpable.

– En cualquier caso, todos me creían culpable, de modo que no veo que eso importase.

Los dos hermanos se dirigieron una larga y apreciativa mirada. Luego Colin dijo:

– Me sorprendió que tiraras la toalla tan fácilmente. Que no lucharas por limpiar tu nombre. Nunca fuiste de los que se rinden.

– Bueno, supongo que no me conocías tan bien como creías.

– Eso parece.

– O yo a ti. -Otra mirada se cruzó entre ambos y Nathan dijo entonces-: Por lo menos, a una distancia de quinientos kilómetros no estoy sometido a las miradas ni a los comadreos. Esa es una de las razones por las que mis «bestias», como tú los llamas, sean para mí tan importantes. Les tiene sin cuidado mi pasado. No me juzgan. No pueden hacerme daño.

– ¿Y es así como deseas vivir? ¿Sin sentir nada?

– Evitar el rechazo y el dolor no es lo mismo que no sentir nada.

– Han pasado tres años, Nathan. Ya es hora de que cambies.

– Ya lo he hecho.

– Hablaba en términos más geográficos.

– Te repito que ya lo he hecho. Es solo que este lugar… verme aquí es… difícil. -Su mirada descendió hasta la pierna de Colin, que como bien sabía estaba salpicada de cicatrices-. ¿Tan fácil te ha resultado a ti olvidar?

– Por supuesto que no. Ni a Gordon tampoco. Pero ni él ni yo hemos dejado que lo ocurrido pueda con nosotros.

Nathan casi se estremeció al oír mencionar aquel nombre. Gordon… barón de Alwyck… vecino y amigo de la infancia. Otro hombre que a punto había estado de perder la vida y tenía cicatrices en todo el cuerpo por culpa de esa desastrosa y última misión para la Corona. «Por culpa mía…»

– A ninguno de los dos se os acusó de haber robado las joyas. Ninguno de vosotros perdió el honor. Ni la reputación. Yo lo perdí todo. Ninguno fue responsable de… -La voz de Nathan se apagó y apretó la mandíbula con tanta fuerza que le dolieron las encías.

– Me salvaste la vida, Nathan. También a Gordon.

Un amargo suspiro surgió de las entrañas de Nathan. Sí, había reparado con éxito el daño físico ocasionado, pero había fracasado en muchos otros frentes. Frentes en los que no tenía la menor intención de pensar, que no deseaba revivir. No había conseguido olvidar la duda acusadora que había visto en los ojos de Colin. Y no era menos de lo que merecía.

Decidido a guiar de nuevo la conversación hacia temas menos dolorosos, dijo:

– Supongo que nuestras invitadas llegarán hoy.

Colin le miró durante varios segundos y asintió despacio, captando el mensaje con claridad. Excelente. Nathan había soportado todos los recuerdos que era capaz de soportar por un día.

– Sí. Se espera que lady Victoria y su tía lleguen hoy -asintió Colin-. Lady Victoria… Mentiría si dijera que me acuerdo muy bien de ella. Tan solo recuerdo de manera vaga que era extraordinariamente hermosa.

Años de práctica habían enseñado a Nathan a mantener sus rasgos perfectamente impasibles. Recordaba demasiado bien a lady Victoria.

– A buen seguro no te acuerdas de ella porque la vez que estuvimos juntos dejaste a la chiquilla conmigo mientras tú te dedicabas a conversar con su tía, la hermana de lord Wexhall.

– Hum, sí. Sin duda tienes razón. Según creo recordar, lady Delia era un personaje de lo más divertido.

– No sabría decirte -apuntó Nathan con una mirada intencionada-, pues fui yo quien tuvo que cargar con lady Victoria.

– ¿Cargar, dices? Qué curioso. Si mal no recuerdo, más bien la requisaste y le pediste que te mostrara sus espantosos retratos familiares. -Colin asintió despacio, y Nathan reconoció sin dificultad el brillo en los ojos de su hermano. De pronto le sorprendió admitir cuánto había echado de menos ese brillo-. Recuerdo también que apareciste bastante nervioso tras tu, ejem… conversación con la deliciosa lady Victoria.

Nathan dio un portazo a la marea de recuerdos que pugnaban por hacer su entrada.

– Nada de eso. Es solo que no disfruté conversando con esa chiquilla altanera. -Se maravilló desapasionadamente ante la capacidad que todavía poseía de mentir sin el menor esfuerzo. Sin duda había cosas que no cambiaban. Aun así, el dolor sordo que sintió en las entrañas le indicó que quizá, y después de todo, la mentira sí había requerido en esa ocasión cierta dosis de esfuerzo.

– ¿Conversando? ¿Es eso lo que estuvisteis haciendo en aquella habitación tenuemente iluminada de la que regresaste despeinado por completo? Y, a los dieciocho años, Victoria no era ya ninguna niña -dijo Colin, en cuyos ojos el brillo parecía haberse acentuado.

– Pues te aseguro que se comportó como tal, parloteando neciamente sobre el tiempo y la moda.

– Bien, ahora que ha cumplido ya los veintiuno, ni siquiera tú me negarás que ya ha dejado de ser una niña. Y lord Wexhall la envía aquí. Según decía en su carta, espera que cuides de ella. Qué interesante.

– ¿Y cómo sabes tú con tanta precisión lo que contenía la carta que me ha enviado lord Wexhall?

– Porque la he leído.

– No recuerdo haberte dado permiso para que lo hicieras.

– Estoy seguro de que esa era tu intención. De no ser así, no la habrías dejado en una de las mesas de la biblioteca.

– Te aseguro que no he hecho nada semejante. -Maldito Colin y sus magníficas habilidades de ratero. Bien, quizá fuera ágil con los dedos, pero sin duda no era un experto en la lectura de códigos. Por mucho que hubiera estudiado en profundidad la misiva de lord Wexhall, jamás habría podido descifrar el mensaje secreto que contenía. Nathan sintió una punzada de culpa por no haber compartido el contenido oculto de la carta de lord Wexhall con su hermano, pero quería esperar a recibir más información para hacerlo. No tenía sentido arrastrar a su hermano a una situación que potencialmente podía resultar peligrosa hasta saber con exactitud cuál era la situación.

Colin agitó la mano en un gesto despreciativo.

– Aunque quizá fuera en una mesa del salón. ¿Cómo decía lord Wexhall en su carta? Ah, sí. «Espero que cuides de Victoria y que te ocupes de que no sufra ningún daño» -recitó con voz sonora-. Me pregunto qué clase de daño cree lord Wexhall que puede sufrir su hija.

– Probablemente tema que Victoria se pierda y se caiga por un acantilado. O que gaste en demasía en las tiendas del pueblo.

Colin arqueó una ceja de lo más elocuente.

– Quizá. Pero fíjate que se dirige a ti. En ningún momento me menciona. La chiquilla es responsabilidad tuya. Naturalmente, si es tan encantadora como la recuerdo, quizá podría dejarme convencer para ayudarte a cuidar de ella.

Nathan culpó al calor que le abrasaba en esa extraña tarde de calor. Demonios, la conversación estaba provocándole dolor de cabeza.

– Excelente. Deja que te convenza. Te daré cien libras si cuidas de ella -le ofreció Nathan empleando un tono despreocupado totalmente reñido con la tensión que le consumía.

– No.

– Quinientas.

– No.

– Mil libras.

– Ni hablar. -Colin sonrió-. Para empezar, y teniendo en cuenta que habitualmente tus clientes te pagan con animales de granja, dudo que tengas mil libras, y, a diferencia de ti, no tengo el menor deseo de que se me pague con cosas que mugen. Por otro lado, ni por todo el oro del mundo renunciaría a verte hacer algo que con tanta claridad detestas, como ocuparte de cuidar a una mujer a la que consideras una idiota mimada e irritante.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Casi Un Caballero»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Casi Un Caballero» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Jacquie D’Alessandro - Your Room or Mine?
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Whirlwind Wedding
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Vestida De Rojo
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Un Romance Imprevisto
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Touch Me
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Not Quite A Gentleman
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Mascarada
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Love and the Single Heiress
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Kiss The Cook
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - Just Trust Me…
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - In Over His Head
Jacquie D’Alessandro
Jacquie D’Alessandro - El Ladrón De Novias
Jacquie D’Alessandro
Отзывы о книге «Casi Un Caballero»

Обсуждение, отзывы о книге «Casi Un Caballero» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x