E. James - Cincuenta Sombras De Grey

Здесь есть возможность читать онлайн «E. James - Cincuenta Sombras De Grey» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Эротические любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Cincuenta Sombras De Grey: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cincuenta Sombras De Grey»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando la estudiante de literatura Anastasia Steele acude para hacerle una entrevista al joven y exitoso empresario Christian Grey para el periódico universitario en el que colabora, se encuentra con un hombre que le resulta atractivo, enigmático y tremendamente intimidante. Completamente convencida de que su encuentro ha sido todo un fracaso, intenta olvidarse de Grey… hasta que a él se le ocurre aparecer por la tienda de informática en la que Ana trabaja a tiempo parcial.
La idealista e inocente Ana se queda asombrada cuando se da cuenta de que desea con todas sus fuerzas a ese hombre, y el que él la advierta de que se mantenga alejada sólo hace que su desesperación por estar con él aumente.
Incapaz de resistirse a la inteligencia y serena belleza de Ana y a su espíritu independiente, Grey termina por admitir que también la desea… pero con sus propias condiciones.
Consternada, aunque excitada, por las preferencias sexuales de Grey, Ana duda sobre si entablar con él una relación o no. A pesar de todos su éxitos -tanto en el ámbito profesional como en el familiar-, Grey es un hombre lleno de demonios interiores, dominado por la necesidad de tomar el control. Y cuando ambos se embarcan en una apasionada relación física, Ana se da cuenta de que está aprendiendo más sobre sus propias y secretas necesidades de lo que se imaginaba.
¿Podrá esa relación trascender de la pasión física? ¿Podrá Ana someterse a un Amo como Christian? Y, si lo hace, ¿le gustará?
[El argumento de «Cincuenta sombras de Grey» es una fantasía erótica de manual. Anastasia Steele una universitaria virgen y risueña, conoce al atractivo y multimillonario Christian Grey, y tras un intenso tira y afloja, inician una relación sadomasoquista descrita por la autora con pelos, señales, azotes y esposas a lo largo de tres volúmenes de unas 500 páginas.]

Cincuenta Sombras De Grey — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cincuenta Sombras De Grey», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Ha venido a Portland por negocios? -le pregunto.

Mi voz suena demasiado aguda, como si me hubiera pillado un dedo en una puerta. ¡Basta! ¡Intenta calmarte, Ana!

– He ido a visitar el departamento de agricultura de la universidad, que está en Vancouver. En estos momentos financio una investigación sobre rotación de cultivos y ciencia del suelo -me contesta con total naturalidad.

¿Lo ves? Ni por asomo ha venido a verte, se burla a gritos mi orgullosa subconsciente. Me ruborizo solo de pensar en las tonterías que se me pasan por la cabeza.

– ¿Forma parte de su plan para alimentar al mundo? -lo provoco.

– Algo así -admite esbozando una media sonrisa.

Echa un vistazo a nuestra sección de bridas para cables. ¿Para qué querrá eso? No me lo imagino haciendo bricolaje. Desliza los dedos por las cajas de la estantería, y por alguna inexplicable razón tengo que apartar la mirada. Se inclina y coge una caja.

– Estas me irán bien -me dice con su sonrisa de estar guardando un secreto.

– ¿Algo más?

– Quisiera cinta adhesiva.

¿Cinta adhesiva?

– ¿Está decorando su casa?

Las palabras salen de mi boca antes de que pueda detenerlas. Seguro que contrata a trabajadores o tiene personal que se la decora.

– No, no estoy decorándola -me contesta rápidamente.

Sonríe, y me da la extraña sensación de que está riéndose de mí.

¿Tan divertida soy? ¿Por qué le hago tanta gracia?

– Por aquí -murmuro incómoda-. La cinta está en el pasillo de la decoración.

Miro hacia atrás y veo que me sigue.

– ¿Lleva mucho tiempo trabajando aquí? -me pregunta en voz baja, mirándome fijamente.

Me ruborizo. ¿Por qué demonios tiene este efecto sobre mí? Me siento como una cría de catorce años, torpe, como siempre, y fuera de lugar. ¡Mirada al frente, Steele!

– Cuatro años -murmuro mientras llegamos a nuestro destino.

Por hacer algo, me agacho y cojo las dos medidas de cinta adhesiva que tenemos.

– Me llevaré esta -dice Grey golpeando suavemente el rollo de cinta que le tiendo.

Nuestros dedos se rozan un segundo, y ahí está de nuevo la corriente, que me recorre como si hubiera tocado un cable suelto. Jadeo involuntariamente al sentirla desplazándose hasta algún lugar oscuro e inexplorado en lo más profundo de mi vientre. Intento desesperadamente serenarme.

– ¿Algo más? -le pregunto con voz ronca y entrecortada.

Abre ligeramente los ojos.

– Un poco de cuerda.

Su voz, también ronca, replica la mía.

– Por aquí.

Agacho la cabeza para ocultar mi rubor y me dirijo al pasillo.

– ¿Qué tipo de cuerda busca? Tenemos de fibra sintética, de fibra natural, de cáñamo, de cable…

Me detengo al ver su expresión impenetrable. Sus ojos parecen más oscuros. ¡Madre mía!

– Cinco metros de la de fibra natural, por favor.

Mido rápidamente la cuerda con dedos temblorosos, consciente de su ardiente mirada gris. No me atrevo a mirarlo. No podría sentirme más cohibida. Saco el cúter del bolsillo trasero de mi pantalón, corto la cuerda, la enrollo con cuidado y hago un nudo. Es un milagro que haya conseguido no amputarme un dedo con el cúter.

– ¿Iba usted a las scouts? -me pregunta frunciendo divertido sus perfilados y sensuales labios.

¡No le mires la boca!

– Las actividades en grupo no son lo mío, señor Grey.

Arquea una ceja.

– ¿Qué es lo suyo, Anastasia? -me pregunta en voz baja y con su sonrisa secreta.

Lo miro y me siento incapaz de expresarme. El suelo son placas tectónicas en movimiento. Intenta tranquilizarte, Ana, me suplica de rodillas mi torturada subconsciente.

– Los libros -susurro.

Pero mi subconsciente grita: ¡Tú! ¡Tú eres lo mío! Lo aparto inmediatamente de un manotazo, avergonzada de los delirios de grandeza de mi mente.

– ¿Qué tipo de libros? -me pregunta ladeando la cabeza.

¿Por qué le interesa tanto?

– Bueno, lo normal. Los clásicos. Sobre todo literatura inglesa.

Se frota la barbilla con el índice y el pulgar considerando mi respuesta. O quizá sencillamente está aburridísimo e intenta disimularlo.

– ¿Necesita algo más?

Tengo que cambiar de tema… Esos dedos en esa cara son cautivadores.

– No lo sé. ¿Qué me recomendaría?

¿Qué le recomendaría? Ni siquiera sé lo que va a hacer.

– ¿De bricolaje?

Asiente con mirada burlona. Me ruborizo y mi mirada se desplaza a los vaqueros ajustados que lleva.

– Un mono de trabajo -le contesto.

Me doy cuenta de que ya no controlo lo que sale de mi boca.

Vuelve a alzar una ceja, divertido.

– No querrá que se le estropee la ropa… -le digo señalando sus vaqueros.

– Siempre puedo quitármela -me contesta sonriendo.

– Ya.

Siento que mis mejillas vuelven a teñirse de rojo. Deben de parecer la cubierta del Manifiesto comunista . Cállate. Cállate de una vez .

– Me llevaré un mono de trabajo. No vaya a ser que se me estropee la ropa -me dice con frialdad.

Intento apartar la inoportuna imagen de él sin vaqueros.

– ¿Necesita algo más? -le pregunto en tono demasiado agudo mientras le tiendo un mono azul.

No contesta a mi pregunta.

– ¿Cómo va el artículo?

Por fin me ha preguntado algo normal, sin indirectas ni juegos de palabras… Una pregunta que puedo responder. Me agarro a ella con las dos manos, como si fuera una tabla de salvación, y apuesto por la sinceridad.

– No estoy escribiéndolo yo, sino Katherine. La señorita Kavanagh, mi compañera de piso. Está muy contenta. Es la editora de la revista y se quedó destrozada por no haber podido hacerle la entrevista personalmente. -Siento que he remontado el vuelo, por fin un tema de conversación normal-. Lo único que le preocupa es que no tiene ninguna foto suya original.

– ¿Qué tipo de fotografías quiere?

Muy bien. No había previsto esta respuesta. Niego con la cabeza, porque sencillamente no lo sé.

– Bueno, voy a estar por aquí. Quizá mañana…

– ¿Estaría dispuesto a hacer una sesión de fotos?

Vuelve a salirme la voz de pito. Kate estará encantada si lo consigo. Y podrás volver a verlo mañana, me susurra seductoramente ese oscuro lugar al fondo de mi cerebro. Descarto la idea. Es estúpida, ridícula…

– Kate estará encantada… si encontramos a un fotógrafo.

Estoy tan contenta que le sonrío abiertamente. Él abre los labios, como si quisiera respirar hondo, y parpadea. Por una milésima de segundo parece algo perdido, la Tierra cambia ligeramente de eje y las placas tectónicas se deslizan hacia una nueva posición.

¡Dios mío! La mirada perdida de Christian Grey.

– Dígame algo mañana -me dice metiéndose la mano en el bolsillo trasero y sacando la cartera-. Mi tarjeta. Está mi número de móvil. Tendría que llamarme antes de las diez de la mañana.

– Muy bien -le contesto sonriendo.

Kate se pondrá contentísima.

– ¡Ana!

Paul aparece al otro lado del pasillo. Es el hermano menor del señor Clayton. Me habían dicho que había vuelto de Princeton, pero no esperaba verlo hoy.

– Discúlpeme un momento, señor Grey.

Grey frunce el ceño mientras me vuelvo.

Paul siempre ha sido un amigo, y en este extraño momento en que me las veo con el rico, poderoso, asombrosamente atractivo y controlador obsesivo Grey, me alegra hablar con alguien normal. Paul me abraza muy fuerte, y me pilla por sorpresa.

– ¡Ana, cuánto me alegro de verte! -exclama.

– Hola, Paul. ¿Cómo estás? ¿Has venido para el cumpleaños de tu hermano?

– Sí. Estás muy guapa, Ana, muy guapa.

Sonríe y se aparta un poco para observarme. Luego me suelta, pero deja un brazo posesivo por encima de mis hombros. Me separo un poco, incómoda. Me alegra ver a Paul, pero siempre se toma demasiadas confianzas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cincuenta Sombras De Grey»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cincuenta Sombras De Grey» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cincuenta Sombras De Grey»

Обсуждение, отзывы о книге «Cincuenta Sombras De Grey» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x