Así que Trevor era policía encubierto y la hermana de Chad no lo sabía. Obviamente, Jason tampoco. Lo malo era que Trevor dijo que estaba allí trabajando en un caso. Kat apretó los dientes sabiendo que debía referirse a los asesinatos. Tenía que decirle a Warren que se diera prisa en descubrir quién estaba dejando aquellos rastros de sangre antes de que los culparan a ellos.
*****
Envy se puso de pie despacio preguntándose por qué Devon no había admitido directamente que él era uno de los dueños y no la había contratado directamente. Odiaba que la gente le mintiera, pero no lo conocía y él no le debía nada. Así que se tragó lo que estaba a punto de decir. Aunque no se le quedaría dentro demasiado tiempo.
–Ha sido tremendamente rápido –ella le miró con expectación y rodeó su pecho con los brazos.
–He hablado bien de ti. A veces me escuchan –Devon la observó con curiosidad, oliendo como cambiaba su aroma. Estaba enfadada con él. Olía bien.
–Tal vez porque eres el dueño –la pequeña sonrisa de Envy se desvaneció.
Así que por eso está cabreada. No le gusta cuando siente que alguien le oculta algo. Lo tendría en cuenta. Devon inclinó la cabeza hacia un lado lentamente.
–Solo soy uno de los dueños. Somos dueños tanto yo como mi hermano y mi hermana. Intentamos tomar las decisiones los unos por los otros cuando contratamos a alguien nuevo.
Envy levantó la mirada hacia él sintiéndose mal de repente.
–Lo siento, no quería… –se rindió con un suspiro y bajó los brazos.
–Por lo menos no has sacado la pistolita –Devon sonrió, con la esperanza de subirle el ánimo.
Envy se sonrojó y sintió la necesidad de desaparecer de su vista antes de parecer aún más tonta.
–He estado trabajando sobre todo por la tarde y mañana tengo el día libre así que si… –le informó nerviosa, mientras no perdía de vista la puerta de salida y empezaba a acercarse a ella antes de aquel se convirtiera en el trabajo más corto de la historia.
–Mañana por la noche entonces –Devon le abrió la puerta y ella salió–. A las siete.
La observó corriendo y la dejó marchar porque sabía que podría atraparla aunque corriera lejos. Cerró la puerta de la oficina y se giró hacia el monitor para observar cómo ella caminaba por el borde exterior de la pista de baile hacia las escaleras. Sus ojos se estrecharon cuando uno de los tíos de antes la cogió por el brazo para llamar su atención. Devon se acercó a la puerta, pero Kat entró de repente antes de que pudiera ir tras Envy.
–La chica de la pistola paralizante... –Kat empezó, pero su hermano la interrumpió con una mirada fulminante.
–Se llama Envy y mañana por la noche vas a enseñarle las instalaciones. La acabo de contratar como camarera –Devon se cruzó de brazos y se apoyó el filo del escritorio.
–Guarda las garras –Kat inclinó la cabeza cuando Devon volvió a mirar al monitor y se tensó. Siguiendo su mirada, pudo ver que Envy y Jason estaban en medio de la pantalla.
–Vaya, vaya, tiene un montón de admiradores esta noche.
Ella sabía que no era del todo cierto, pero quería ver la reacción de Devon. Obtuvo su respuesta cuando el fino plástico del respaldo de la silla de oficina se partió porque él lo estaba agarrando con demasiada fuerza.
Devon plantó sus ojos en Kat.
–¿Por qué estás en mi oficina?
Kat simplemente sonrió. Esto iba a ser muy divertido. Se acercó y señaló a la pantalla. –Este de aquí, se llama Jason Fox y he estado un rato hablando con él en la barra antes de que aparecieran sus dos amigos.
Devon levantó una ceja esperando que su hermana fuera al grano.
–Jason ha sido el que la ha llamado para que viniera a la discoteca. De hecho, le pidió salir –ella esbozó una sonrisa cuando la raja del respaldo de la silla se rompió en pedazos en la mano de Devon.
–No sé qué le dijo a Jason, pero él dijo: ‘Entonces ¿por qué está Trevor montándoselo con otra en la pista de baile?’
–Así que, él es la razón por la que ella se dejó caer por aquí –Devon gruñó tirando el trozo de plástico al escritorio–. Seguramente tengas razón en esto.
–Sí, pero es divertido verte pasar vergüenza –Kat decidió seguir con su historia cuando él le echó una mirada que decía “vete a la mierda”. Algún día, compraría los derechos de aquella expresión.
–Es igual, todo fue una trampa por lo que oí. Su hermano le dio la pistola sabiendo que estaba lo suficientemente cabreada como para utilizarla contra su novio infiel, pero la verdad es que Trevor no estaba poniéndole los cuernos.
–¿Qué? –Devon gruñó porque no le gustaba por donde iba la historia.
Kat estuvo los siguientes diez minutos poniendo al día a su hermano sobre todos los secretos sucios que sabía. Por si acaso, no se olvidó de incluir el hecho de que Jason sufría de un enamoramiento hacia Envy a largo plazo.
Capítulo 3
Jason tiró de Envy hacia sus brazos.
–Me debes un baile.
Estaba muy contento de que ella no fuera el tipo de persona que dispara al mensajero. Si no fuera por él, ella seguiría teniendo novio... es cierto que podía ser un novio desleal y que por eso él la hubiera llamado en primer lugar. –Lo siento–, le susurró mientras trataba de abrazarla más fuerte y moviéndose con la música.
Envy giró los ojos dejando que se saliera con la suya sin pensárselo dos veces.
–No hay nada que sentir –ella le pasó los dedos por la espina dorsal acercándose a él–. Vuelvo a estar libre y me he hecho con otro trabajo mientras tanto.
Ella sonrió mientras miraba a su alrededor por la pista de baile de nuevo.
–Este lugar es algo diferente de las discotecas donde he trabajado anteriormente, pero creo que puede ser interesante.
Jason no dijo nada por un momento al sentir el cuero que le cubría el pecho deslizarse contra su camisa, algo que le hizo sentir genial. Se alegraba de que ella no supiera la reacción que provocaba en él porque si lo supiese, entonces ella pararía.
–¿Quieres ir a escalar el sábado por la mañana? –él dejó que las manos bajaran por sus costados y la agarró por las caderas.
–¿Escalar? Suena divertido. hace ya tiempo desde la última vez –Envy asintió. Sus ojos se entornaron cuando Jason tiró de ella aún más y entró en contacto con algo largo y duro que presionaba su ombligo. Ella tragó saliva cuando sus ojos se encontraron con los de él.
–¿Dónde está Chad? –ella respiró, sabiendo que ya lo había vuelto a hacer. No era su intención. Jason había sido, y seguía siendo, una de las personas que más apreciaba del mundo; lo último que ella quería era fastidiar su relación acostándose con él. Lo quería demasiado como para hacerle eso.
–La última vez que lo comprobé, estaba sacando la basura –Jason suspiró cuando ella se apartó de él. Él puso sus dedos bajo su barbilla y levantó sus ojos hacia los de él–. Trevor no te merece.
–Chad no lo ha detenido, ¿verdad? –preguntó Envy cogiendo a Jason de la mano y dirigiéndole hacia las escaleras. Ella había conseguido evitar esa conversación durante años y no iba a estropear su récord en aquel momento.
–No, creo que la descarga ya fue castigo suficiente… eso y perderte. Chad solo se estaba asegurando de que él encontraba su coche –Jason sonrió con superioridad. Al final de las escaleras, él se dio cuenta de que Chad estaba parado en la barra al lado de la puerta esperándoles. Manteniendo la mano de Envy entrelazada con la suya, la dirigió en aquella dirección.
La culpa le dolía en el pecho a Envy. Ella en realidad no era una persona perversa en el fondo, y lo que le había hecho a Trevor no estaba bien. Solo había estado bien durante un rato, pero ahora se sentía fatal. Mantuvo los ojos agachados, demasiado avergonzada como para mirar a su hermano.
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