Javier Marías - Tu rostro mañana - 1 Fiebre y Lanza

Здесь есть возможность читать онлайн «Javier Marías - Tu rostro mañana - 1 Fiebre y Lanza» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«No debería contar nunca nada», empieza por decir el narrador de esta historia, Jaime o Jacobo o Jacques Deza.
Y sin embargo su tarea va a ser la contraria, contarlo todo, hasta lo aún no sucedido, al ser contratado por un grupo sin nombre que durante la Segunda Guerra Mundial creó el M16, el Servicio Secreto británico, y que aún funciona hoy en día de manera tal vez degradada, o acaso ya bajo diferente auspicios.
El protagonista regresa a Inglaterra, en cuya Universidad de Oxford había enseñado muchos años atrás, «por no se seguir cerca de mi mujer mientras ella se me alejaba». Y allí descubre que, según Sir Peter Wheeler, viejo profesor retirado «con demasiados recuerdos», él también pertenece al reducido grupo de personas que posee un «don» o maldición: el de ver lo que la gente hará en el futuro, el de conocer hoy cómo será sus rostros mañana, el de saber quiénes nos traicionarán o nos serán leales.

Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

No es gratuito, no es un capricho que en el espionaje, o en las conspiraciones, o en lo delictivo, el saber de cuantos participan en una misión o en una maquinación o en un golpe -en lo clandestino, en lo solapado-, sea difuso, parcial, fragmentario, oblicuo, que cada uno esté al tanto de su cometido pero no del conjunto ni del propósito ultimo. Hemos visto en las películas eso, cómo el partisano que prevé no salir vivo de la siguiente emboscada, o del atentado que prepara, le dice a su novia en la despedida: 'Es mejor que no sepas nada, y así, cuando te interroguen, dirás la verdad al decir que no sabes, la verdad es fácil y tiene más fuerza y es más creíble, la verdad persuade'. (Y es cierto que la mentira exige capacidad de fabulación y de improvisación, e inventiva, y memoria férrea, y arquitecturas complejas, la practican todos pero son pocos los facultados.) O cómo el cerebro que planeó el gran robo, el que lo concibe y dirige, alecciona a su peón o a un esbirro: 'Si sólo conoces tu parte, aunque te cacen o falles la cosa seguirá adelante'. (Y es verdad que uno puede permitirse siempre que algún eslabón se suelte o se produzca algún fallo, el definitivo fracaso no se alcanza rápido ni es tan sencillo, toda empresa o acción se resiste y da coletazos antes de cesar y venirse abajo.) O cómo el jefe de los Servicios Secretos susurra al agente de quien sospecha y ya no se fía: 'Es tu ignorancia lo que más va a protegerte, no preguntes más, no preguntes, será tu salvación y tu salvoconducto'. (Y la mejor manera de evitar traiciones es que nada se preste a ellas, o que consistan en filfa, su contenido sin valor ni peso, cáscara, chascos para el que las paga.) O cómo el que encarga un crimen, o el que amenaza con uno, o el que se destapa miserias exponiéndose a un chantaje, o el que compra a escondidas -el cuello del abrigo alzado y la cara siempre en sombras, nunca enciendas un pitillo-, le advierten al asesino a sueldo o al amenazado o al chantajista posible o a la conmutable mujer ya olvidada en el deseo y que aun así nos da vergüenza: 'Ya lo sabes, a partir de ahora no me has visto nunca, no sabes quién soy, no me conoces, yo no he hablado contigo ni te he dicho nada, para ti no tengo rostro ni voz ni aliento ni nombre, ni siquiera nuca o espalda. No han tenido lugar esta conversación ni este encuentro, lo que ocurre aquí ante tus ojos no ha sucedido, no está pasando, ni estas palabras las has oído porque no las he pronunciado. Y aunque las oigas ahora, yo no las digo'.

(Callar, y borrar, suprimir, cancelar, y haber, callado ya antes: es la gran aspiración imposible del mundo y por eso se quedan tan cortos los sucedáneos, y resulta pueril retirar lo dicho y retractarse tan vacuo; y por eso es tan irritante -porque es lo único que puede inyectar la duda y ser eficaz a veces, inverosímilmente- la. negación a ultranza, negar que se dijera lo formulado y oído y negar que se hiciera lo cometido y sufrido, es desesperante que se pueda cumplir sin fisuras y a rajatabla lo que anuncian esas palabras de antes, posibles en boca de tantos y tan distintos, del inductor y del amenazante, de quien presiente el chantaje y del que paga sus placeres o logros furtivamente, y también en boca de un amor o un amigo, y entonces nos alcanza con ellas la desesperación de ser negados.)

Todas esas frases que hemos visto pronunciar en el cine las he dicho yo o me las han soltado o se las he oído a otros a lo largo de mi existencia, esto es, en la vida, que guarda mucha más relación con las películas y la literatura de lo que se reconoce normalmente y se cree. No es que lo uno imite a lo otro o lo otro a lo uno, como se afirma, sino que nuestras infinitas figuraciones pertenecen también a la vida y contribuyen a ensancharla y a complicarla, y a hacerla más turbia y a la vez más aceptable, aunque no más explicable (o sí, de muy tarde en tarde). Es muy delgada la línea que separa los hechos de las figuraciones, y aun los deseos de sus cumplimientos, y lo ficticio de lo acaecido, porque en realidad las figuraciones ya son hechos, y los deseos su cumplimiento, y lo ficticio acaece, aunque nada de esto sea así para el sentido común ni para las leyes, que por ejemplo establecen una abismal diferencia entre la intención y el delito, o entre su comisión y su tentativa. Pero la conciencia no tiene presentes las leyes, ni el sentido común le interesa ni atañe, sólo a cada conciencia su sentido propio, y esa línea tan delgada se difumina a menudo según mi experiencia, y ya no separa nada cuando desaparece, así que he aprendido a temer cuanto pasa por el pensamiento e incluso lo que el pensamiento aún ignora, porque he visto casi siempre que todo estaba ya ahí, en algún sitio, antes de llegar a él, o de atravesarlo. He aprendido a temer, por tanto, no sólo lo que se concibe, la idea, sino lo que la antecede o le es previo. Y así yo soy mi propio dolor y mi fiebre.

Mi don o mi maldición no es nada del otro mundo, lo cual quiere decir también que no es nada sobrenatural, preternatural, antinatural ni contra natura, ni tampoco tiene que ver con facultades extraordinarias ni con la adivinación siquiera, aunque algo parecido a esto último acabó por esperar mi transitorio jefe , o el hombre que me contrató durante un periodo que se hizo largo, más o menos el de mi separación de Luisa, cuando me volví a Inglaterra por no seguir cerca de mi mujer mientras ella se me alejaba. La gente se comporta de manera idiota con notable frecuencia, con su tendencia a creer en la repetición de lo que la complace: si algo bueno se da una vez, entonces debe acontecer de nuevo, o debe propiciarse al menos. Y bastó con que en una oportunidad yo acertara al interpretar una relación que para el señor Tupra era de consecuencia (momentánea), para que Mr Tupra -como de hecho lo llamaba siempre hasta que me instó a que pasara a Bertram y más tarde a Bertie, bien poco me apetecía- quisiera alquilar mis servicios, primero de vez en cuando y en seguida a tiempo completo, con funciones teóricas tan vagas como variadas, entre ellas la de enlace o intérprete ocasional en sus incursiones españolas e hispanoamericanas. Pero en realidad, más bien -en la práctica-, le interesé y me tomó como intérprete de vidas, según su expresión solemne y sus desmesuradas expectativas. Sería mejor dejarlo en traductor o intérprete de las personas: de sus conductas y reacciones, de sus inclinaciones y caracteres y sus capacidades de aguante; de su maleabilidad y su sumisión, de sus voluntades desmayadas o firmes, sus inconstancias, sus límites, sus inocencias, su falta de escrúpulos y su resistencia; de sus posibles grados de lealtad o vileza y sus calculables precios y sus venenos y sus tentaciones; y también de sus deducibles historias, no pasadas sino venideras, las que aún no habían ocurrido y podían, por tanto impedirse. O bien podían fraguarse.

Lo había conocido en casa del profesor Peter Wheeler, de Oxford, un hispanista y lusitanista eminente ya jubilado, el hombre que más sabe en la tierra sobre el Príncipe Henrique el Navegante y uno de los que más sobre Cervantes, hoy Sir Peter Wheeler y primer ganador del Premio Nebrija de Salamanca, destinado a las mayores lumbreras de su especialidad o campo y -algo sorprendente en el mundo universitario, tacaño o depauperado según los casos- dotado con una cantidad de dinero no desdeñable, lo cual hizo que los exprimidos ojos de sus avarientos o menesterosos colegas internacionales se posaran en él por penúltima vez con envidia. Yo iba desde Londres a verlo de tanto en tanto (una hora de tren a la ida, otra a la vuelta), tras haberlo conocido y tratado un poco muchos años antes, cuando -todavía soltero; y ahora estaba separado, solo siempre en Inglaterra- había ocupado el puesto de Lector de Español en la Universidad oxoniense durante dos cursos. Wheeler y yo nos habíamos caído bien desde el principio, quizá como deferencia a quien nos presentó en su día, el profesor Toby Rylands, de Literatura Inglesa, gran amigo suyo desde la juventud y con quien compartía no pocos rasgos, además de la edad y la condición, por tanto, de jubilado a regañadientes. Así como a Rylands lo frecuenté bastante, a Wheeler no lo vi hasta el final de aquella estancia mía, pues por entonces él enseñaba como emérito en Texas durante nuestros periodos lectivos, y en vacaciones yo solía regresar a Madrid o viajar, no coincidíamos. Pero a la muerte de Rylands, ya después de mi marcha, Wheeler y yo prolongamos esa deferencia que, por serlo hacia un recuerdo o fantasma indefenso a partir de entonces, supongo que habrá de durar indefinidamente: nos escribíamos o llamábamos de tarde en tarde y, si yo iba a Londres unos días, procuraba hacerme algún hueco para visitarlo, solo o con Luisa. (Wheeler también como relevo o sucesor de Rylands, o como su herencia: es escandaloso cómo suplimos a las figuras perdidas de nuestra vida, cómo nos esforzamos por cubrir las vacantes, cómo nunca nos resignamos a que se reduzca el elenco sin el cual nos soportamos mal y apenas nos sostenemos, y cómo a la vez nos prestamos todos a ocupar vicariamente los lugares vacíos que se nos van asignando, porque comprendemos y participamos de ese mecanismo o movimiento sustitutorio universal continuo, que al ser de todos es el nuestro, y así aceptamos ser remedos, y vivir cada vez más rodeados de ellos.)

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza»

Обсуждение, отзывы о книге «Tu rostro mañana: 1 Fiebre y Lanza» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x