Walter Mosley - Rubia peligrosa

Здесь есть возможность читать онлайн «Walter Mosley - Rubia peligrosa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Rubia peligrosa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Rubia peligrosa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La serie que protagoniza Easy Rawlins llega a su décima y tal vez última entrega con esta novela, en la que Walter Mosley nos traslada al turbulento Los Angeles de finales de los 60.
Situada en 1967, en la décima entrega de la serie de novelas criminales protagonizada por Easy Rawlins nos encontramos a un Rawlins de mediana edad que empieza a acusar el paso del tiempo y los fantasmas que nunca lo abandonaron. Easy está lidiando con en el hecho de haber abandonado a Bonnie ─a pesar de amarla como a ninguna otra mujer─, con que sus hijos ya se han hecho mayores y con que Los Angeles está sufriendo cambios tan radicales después de los enfrentamientos raciales, que hasta a un superviviente como él le cuesta adaptarse a la ciudad donde siempre ha vivido. Sin embargo, Rawlins siempre parece encontrar nuevos problemas a los que hacer frente.
Dos peligrosos amigos de Easy, Ratón Alexander y Navidad Black, han desaparecido. Al primero lo buscan por el asesinato de Pericles Tarr; Navidad, por su parte, dejó a su hija Pascua en casa de Easy y se esfumó. La aparición de la policía militar en busca de Black, hace que Easy se ponga a trabajar para descubrir qué ha pasado y la relación que existe entre las desapariciones de sus amigos, el asesinato de Tarr y la aparición de una mujer rubia que no es como parece ser.
«Sus compactos diálogos continúan centelleando y el modo en que Mosley compone sus escenas sigue siendo tan sagaz como siempre» The New York Times

Rubia peligrosa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Rubia peligrosa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Dirigí mi coche hacia Compton y apreté el acelerador.

A diez manzanas de distancia me detuve ante una gasolinera a orinar, vomitar y lavarme la cara en el lavabo de hombres. Me quedé en aquella diminuta habitación azul largo rato, dejando que el agua fría corriese encima de mis manos y pensando. Quería salir de aquella habitación, salir de mis pensamientos. Pero no había salida para mí.

La dirección que me había dado Pericles Tarr para el Ratón estaba en una calle ancha llamada Vachon. Aparqué justo enfrente y salí de mi coche como si éste fuera una prisión y yo me evadiera. Me dirigí hacia la puerta principal, sin preocuparme ya lo que pudiera pensar el Ratón. Le necesitaba de inmediato. Le necesitaba para que me ayudase a matar a Sammy Sansoam.

Llamé a la puerta con fuerza, murmurando para mí palabras de crimen y venganza. Como los golpes no recibieron respuesta, golpeé con más fuerza aún.

Estaba a punto de llamar por tercera vez cuando la puerta se abrió de par en par.

Y allí estaba el hombre a quien yo buscaba. Metro noventa de alto, con los hombros de un gigante. Tenía la piel de un color marrón medio, unos ojos inquietantes de un marrón claro y una cicatriz blanca en la parte superior de la mejilla izquierda.

– ¿Easy? -me dijo.

– ¿Navidad? -Me quedé completamente desconcertado por la aparición de mi otra presa-. ¿Qué estás haciendo aquí?

– Vamos, entra -dijo él, mientras miraba a todos lados para asegurarse de que no había más sorpresas.

Hice lo que me pedía y entré en una habitación que parecía un cubo perfecto, casi desnudo. Contenía dos sillas plegables de metal y una caja de cartón que servía de mesa en la esquina más alejada de la puerta, sobre un suelo de madera de pino sin tratar. No había cuadros en las paredes, ni estantes, ni siquiera un televisor. Pero sí una radio. Aretha Franklin gemía a un volumen bajo.

– ¿Cómo me has encontrado, Easy? -preguntó Navidad.

– No lo he hecho.

– ¿No? ¿Entonces qué estás haciendo aquí?

– El Ratón -dije.

Y como por arte de magia, mi amigo salió por una puerta que había a la derecha. En la mano izquierda llevaba su famosa pistola del calibre 41.

– Easy -me dijo.

– Raymond.

– Me ha parecido oír que decías que me buscabas -dijo, respondiendo a la sorpresa en mi tono.

– Yo… yo os buscaba a los dos -expliqué, y mi lengua volvió todo el camino hasta la niñez-, pero no en el mismo sitio.

La sonrisa del Ratón se amplió, mientras los ojos de Navidad se pusieron tensos. Al menos reaccionaron de acuerdo con su respectiva naturaleza.

– ¿Has estado bebiendo, Easy? -me preguntó el Ratón.

– ¿Cómo está Amanecer de Pascua? -quiso saber Navidad.

– Está bien -dije-. En casa de Jackson Blue, con Feather, Jesus y los demás.

– Yo la dejé contigo -dijo el ex boina verde. En cualquier otro estado mental yo me habría preocupado por la amenaza presente en su voz.

– Sí. Es verdad. La dejaste sin una nota siquiera. Ni siquiera una palabra para decirle por qué la llevabas allí. Y ahí estoy yo, con una niña preocupada por su padre y él no tiene la decencia siquiera de decirle lo que está pasando o cuándo volverá.

Los músculos en los hombros y la espalda de Black eran tan densos que parecía que llevaba un paquete a cuestas. Esa masa aumentaba aún más con la ira, pero a mí no me importaba.

– Te dije que iba a hacer algo, Navidad -dijo el Ratón-. Easy no es ningún soldado miedica que se queda ahí quieto esperando órdenes.

¿ Estás aquí por el Ratón o por mí? -me preguntó Navidad.

– Faith Laneer está muerta -dije, respondiendo a todas las preguntas que él hubiera podido hacerme.

– ¿Cómo que muerta?

– Asesinada como un perro en su propio salón por un hombre llamado Sammy Sansoam.

No hacía mucho tiempo que conocía a Navidad, pero nuestra relación se había forjado con sangre, mi sangre, de modo que le conocía a un nivel muy íntimo. Nunca me había mostrado un solo momento de debilidad ni de incertidumbre en el tiempo que hacía que le conocía, y yo estaba muy seguro de que raramente irradiaba otra cosa que fortaleza.

Pero cuando oyó decir cómo había muerto Faith se dirigió a una de las sillas y se sentó. Era una señal muy elocuente y militar de rendición.

– Pero estás aquí por mí, no por él -dijo el Ratón.

– Te buscaba a causa de Pericles Tarr -le expliqué-. Etta quería que te encontrase porque la policía pensaba que tú habías matado a Tarr.

– ¿Matarlo? Pero si yo le liberé y le hice rico… Yo soy su maldito Abraham Lincoln. Cuarenta acres y un rebaño entero de muías.

– Sí. Lo averigüé y se lo conté a Etta, pero luego ha ocurrido lo de Sansoam y quiero que me ayudes a ocuparme de eso.

El brillo de los ojos de Raymond casi me hizo sonreír. El veía la muerte en mi alma como un hermano perdido hacía largo tiempo.

– Quieres matar a ese hijo de puta -afirmó.

– Sí.

– Bien.

Y eso fue todo. Por lo que hacía referencia al Ratón, ya podíamos irnos. Para que muriera un hombre en algún sitio lo único que tenía que hacer yo era pedirlo.

– ¿Cómo te has involucrado con Sansoam? -me preguntó Navidad. Su voz sonaba baja y vacía.

Le conté mi encuentro con los soldados en su casa y después el asalto a la mía. Luego le conté cómo vi por última vez a Sammy alejándose en coche de casa de Faith.

– ¿Qué hombre podría hacerle eso a aquella joven tan bella? -preguntó Raymond.

Yo no me había preguntado cómo se habían unido Raymond y Navidad para ocuparse de los soldados que le seguían la pista. Eran amigos, y también eran asesinos sin remordimiento alguno: la combinación hablaba por sí sola. Lo que más me incomodaba, sin embargo, era que aquel asesinato había dado un giro extraño en la mente de Raymond. ¿Entendería la muerte de una mujer fea, o vieja? Y entonces me pregunté…

– ¿Cómo sabía Sammy dónde estaba Faith?

Navidad levantó la vista.

– Lo que quiero decir -continué- es que el Ratón no soltaría un secreto así aunque le cortara uno un brazo. Él no se lo diría a nadie, ni tampoco tú, Navidad. Y yo sé que tú la llevaste a un sitio donde nadie pudiera seguirle el rastro. Así que Sammy ha tenido que encontrar algo.

– Dejé un folleto debajo de mi cama, en aquella casa…

– No, ése lo encontré yo -le dije-. Y así fue como conocí a Faith. Nadie más lo vio, y tú mataste a esos hombres que te atacaron.

Apareció una arruga en la frente de Black. Sus ojos de un marrón claro brillaron como los de algún animal sorprendido en un momento de ocio.

– Ella tenía un hijo -dijo-. Un niño.

Me molestó que Faith no me hubiese hablado del niño, no sé por qué.

– ¿Dónde? -le pregunté.

– El niño no le dijo a ese hombre, Sammy, dónde estaba ella -dijo Raymond, muy razonable. Quería salir de inmediato a matar.

– Hope -dijo entonces Navidad-. Hope Neverman. Vive en Pasadena.

44

Cogimos mi coche para el viaje hasta Pasadena. Mi corazón latía de una forma errática, a veces resonaba con fuerza y otras veces parecía que vacilaba durante un latido o dos. Me sudaban las manos y si me hubiesen preguntado en cualquier momento en qué pensaba, no habría sido capaz de decirlo. O quizás hubiese dado una lista de nombres y relaciones que se habían desvanecido a mis pies. Mi madre, Bonnie, Faith, mi primera esposa, que había huido con mi amigo Dupree…

– Easy, ¿sabes dónde está ese tipo, Sammy? -me preguntó el Ratón desde el asiento de atrás.

Oí con toda claridad la pregunta. Yo no tenía ni idea de dónde estaba Sansoam, pero no podía hablar.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Rubia peligrosa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Rubia peligrosa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Walter Mosley - Fortunate Son
Walter Mosley
Walter Mosley - Cinnamon Kiss
Walter Mosley
Walter Mosley - Fear of the Dark
Walter Mosley
Walter Mosley - Bad Boy Brawly Brown
Walter Mosley
Walter Mosley - A Little Yellow Dog
Walter Mosley
Walter Mosley - Devil in a Blue Dress
Walter Mosley
Walter Mosley - El Caso Brown
Walter Mosley
Walter Mosley - Fear Itself
Walter Mosley
Walter Mosley - The Long Fall
Walter Mosley
Отзывы о книге «Rubia peligrosa»

Обсуждение, отзывы о книге «Rubia peligrosa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x