Karin Alvtegen - Culpa

Здесь есть возможность читать онлайн «Karin Alvtegen - Culpa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Culpa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Culpa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Eva desea que su familia -la que tiene junto a Henrik, su esposo, y Axel, su hijo- se parezca al entorno tradicional y seguro en el que ella creció. Hasta el momento ha visto cumplidas sus expectativas vitales, tanto a nivel sentimental como profesional, pero un día descubre que su marido la está engañando con otra mujer. Henrik, incapaz de confesárselo, le oculta sus sentimientos y miente sin ningún reparo.
Destrozada por la traición, Eva no se atreve a dar una salida franca a sus sentimientos de cólera y, en su lugar, elabora una venganza. La vida continúa igual, pero ambos están atrapados en el miedo, y el engaño mutuo les envuelve en una atmósfera cada vez más asfixiante. En estas circunstancias al límite, el encuentro casual entre Eva y un joven tendrá consecuencias insospechadas.

Culpa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Culpa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Peter estuvo contento de que lo preguntara. Él mismo había pensado sacar el tema en cuanto pudiera.

– Sí, no estaría mal. La cartera empieza a estar algo vacía -contestó.

Lundberg escribió en silencio un cheque y luego se lo tendió.

Peter lo guardó en su cartera sin mirar la suma. Lundberg respiró hondo.

– Creo que hoy me iré pronto a casa. Me siento cansado. Es lunes, de modo que Katerina seguramente ahora estará ahí limpiando pero suele acabar alrededor de las dos. ¿Quieres ir ahora o lo harás más tarde?

Peter tenía otros planes.

– Me parece que daré una vuelta para ver a Karin Södergren de camino a casa.

Lundberg arqueó las cejas interrogante.

– Es uno de los nombres de la lista -explicó-. Hablé con ella por teléfono hace un rato y después sentí algo de curiosidad. Vive en Bergsgatan 35.

– Ten cuidado -dijo Lundberg-. No hagas nada precipitado. Llama a nuestra amiga la policía si resulta ser ella. Toma, coge mi móvil.

Peter cogió el teléfono y Lundberg le dio los datos necesarios.

– No le queda mucha batería de modo que tenlo apagado hasta que lo necesites. El pin es cero, cinco, cero, tres. Si utilizas las letras es Olof. No hay que complicar las cosas demasiado. Ahora no seas excesivamente valiente, podrías acabar mal.

– Me lo tomaré con calma. ¡No soy tan chulo como muchos creen!

Olof sonrió.

Peter se dio cuenta de que había bromeado. Eso no sucedía desde hacía mucho tiempo.

18

Tan pronto como salió a Karlavägen sacó la cartera y miró el cheque. Era de 10.000 coronas. Lo volvió a guardar inmediatamente y miró instintivamente a su alrededor como si tuviera miedo de que se lo robaran.

Hacía mucho tiempo que no tenía tanto dinero.

Entró en un banco a unas cuantas manzanas de allí, cobró el cheque y metió la mitad de la suma en su cuenta. Le costó cincuenta coronas cobrar el cheque ya que no era su banco pero pensó que se podía permitir esa extravagancia.

Para no acostumbrarse demasiado pronto a vivir por encima de sus posibilidades, prefirió tomar el metro en lugar de un taxi. ¿Quién sabía durante cuánto tiempo tendría que vivir con ese dinero?

Se apeó en Fridhemsplan; entró primero en la tienda de Telia y compró dos identificadores de llamadas. A continuación se dirigió hacia Bergsgatan. Cuando se acercaba al portal número 35 se dio cuenta de que se encontraba justo al lado de la Comisaría Central. Aunque se suponía que eso debía tranquilizarlo la imaginación se apoderó de él y vio fotografías suyas ampliadas colgadas de la pared, «Peter Brolin – Buscado por fraude de IVA.» Se subió el cuello del abrigo todo lo que pudo e intentó ocultar el resto del rostro con la bufanda.

Karin Södergren vivía en el segundo piso. La puerta de entrada estaba cerrada. Dudó unos minutos.

En el quinto piso vivían unos tal E. y K. Lundell y Peter pulsó el botón.

– ¿Sí?

Fue una mujer quien respondió.

– Perdone que la moleste, soy Karlsson, del primero. El portero automático no funciona y no llevo encima la llave de la puerta. ¿Podría abrirla?

Sonó un zumbido y la puerta se abrió. Peter entró en el portal. Se abrió una puerta algunos pisos más arriba y oyó la voz de una mujer.

– ¿Ha podido entrar?

– ¡Sí! ¡Gracias!

La puerta se cerró de nuevo y todo quedó en silencio.

Peter comenzó a subir por la escalera tan sigilosamente como pudo. Se sentía como un ladrón y solo le ayudó un poco pensar que no lo hacía por él. Cuando llegó al segundo piso reconoció que eso no era del todo cierto pero se sentía animado y dejó a un lado el sentimiento de culpabilidad.

En el rellano había tres puertas. La de Karin Södergren era la del medio. Ninguna de las puertas tenía mirilla, lo que le dio el suficiente valor como para pegar la oreja a la puerta de Södergren.

En el piso reinaba un completo silencio.

Tuvo una idea. Sacó el móvil y la lista del bolsillo interior y marcó el número de teléfono de Karin Södergren. Sonó cinco veces antes de que oyera su voz adormilada:

– Dígame.

Colgó inmediatamente el teléfono y lo guardó junto a la lista en el bolsillo interior. Bajó las escaleras tan silenciosamente como pudo y salió a la calle. Quitó un poco de cinta adhesiva del paquete de uno de los identificadores de llamadas y cubrió con cuidado el nombre de Södergren sin apretar el botón del portero automático.

Miró a su alrededor y cruzó la calle. Al otro lado había un camión aparcado y a través de la ventanilla del conductor podía ver perfectamente el portal número 35 sin que él fuera demasiado visible. Cogió el teléfono y marcó de nuevo el número de Karin Södergren. Esta vez ella respondió inmediatamente.

– ¿Quién es?

Parecía enfadada.

– Llamo del Dagens Nyheter de nuevo. Siento haberla molestado antes, pero el error se debe a que alguien ha cambiado su nombre en el portero automático de la calle. Solo quería decírselo para que ninguno de sus protectores se pierda. Acaba de pasar uno por aquí abajo que parecía algo despistado.

Un minuto después se abría la puerta y solo necesitó un segundo para ver que no era ella. La mujer no medía mas de un metro treinta y parecía tener más de sesenta años, comprendió que eso era imposible, ya que tenía su número personal en el bolsillo. Se preguntó qué tipo de desgracia le habría ocurrido a esta mujer para envejecer tan rápidamente. Pensó en su madre y por primera vez desde que había empezado a ayudar a Lundberg se avergonzó de su método de investigación. Su madre había dejado de vivir cuando tenía treinta y tres años, luego solo continuó envejeciendo hasta morir.

Ahora Karin Södergren había arrancado la cinta adhesiva y miraba enfurecida a su alrededor.

– ¡Cabrones de mierda! -exclamó de forma que resonó entre los edificios.

Peter se escondió detrás del camión. Cuando volvió a mirar la mujer había desaparecido dentro del portal; se prometió no volver a molestarla nunca más.

Tomó un taxi a casa. Sacó la lista y tachó concienzudamente el nombre de Karin Södergren.

Aún quedaban tres nombres.

Por la noche cenaron frente al televisor. Olof parecía cansado y no habló mucho. Peter le contó que podían tachar a Karin Södergren de la lista pero evitó decir cómo había llevado a cabo la investigación. Olof seguramente podía creer que había sido inteligente, pero Peter no se sentía particularmente orgulloso de haber engañado a una mujer enferma. La próxima vez sería más cuidadoso.

Después de Aktuellt, Olof se levantó y dijo que se iba a la cama. Tenía que hojear unos cuantos libros para la reunión del día siguiente.

Se dirigió al cuarto de baño.

– Puedes dejar la luz del vestíbulo encendida -dijo-. Estoy mejor cuando la casa no está toda a oscuras.

Se detuvo y suspiró como si él mismo oyese lo que había dicho. Agitó agotado la cabeza y desapareció.

Peter permaneció un rato sentado viendo el partido de clasificatorio para el mundial entre Suecia y Escocia. No le interesaba particularmente, pero los comentarios del locutor siempre le habían producido un efecto sedante. Había algo cotidiano y seguro en ese sonido. Era como si de repente cuando retransmitían algún deporte la televisión creara una afinidad total. Como si todos los espectadores de pronto se comunicaran a través de los cables que unían los millones de pantallas de televisión que en ese preciso instante estaban encendidas por todo el país. Solitarios, jóvenes, viejos, cojos y lisiados que por una vez se reunían gracias a un interés y una esperanza común. Como una gran familia.

No aguantó permanecer despierto el tiempo suficiente para ver cómo acababa el partido. Se despertó cuando oyó que Olof salía del cuarto de baño; entonces él entró y se metió en la ducha.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Culpa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Culpa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Karin Alvtegen - Recherchée
Karin Alvtegen
Jacquie D’Alesandro - El Karma Tiene La Culpa
Jacquie D’Alesandro
Karin Alvtegen - Engaño
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Vergüenza
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Shame
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Shadow
Karin Alvtegen
Karin Alvtegen - Missing
Karin Alvtegen
Луи-Фердинанд Селин - Mea culpa
Луи-Фердинанд Селин
Сергей Бабаян - Mea culpa
Сергей Бабаян
Alex Aklenord - Mea culpa
Alex Aklenord
Отзывы о книге «Culpa»

Обсуждение, отзывы о книге «Culpa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x