Jack Higgins - El Aguila Emprende El Vuelo

Здесь есть возможность читать онлайн «Jack Higgins - El Aguila Emprende El Vuelo» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Aguila Emprende El Vuelo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Aguila Emprende El Vuelo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Liam Devlin se enfrenta a un reto casi imposible: rescatar al hombre que intentó matar a Churchill. 1943. El coronel Kurt Steiner ha sobrevivido a su arriesgado golpe de mano contra Churchill. Prisionero en un lugar secreto, se ha convertido en un rehén incómodo para los británicos… y en una baza apetecible para sectores de la jerarquía nazi.Hay que rescatar a Steiner, y sólo Liam Devlin puede hacerlo. Éste urdirá un plan sutil, imaginativo y muy peligroso. De principio a fin, el éxito de la operación penderá de un hilo, tan extremadamente fino que cualquier cosa puede romperlo.

El Aguila Emprende El Vuelo — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Aguila Emprende El Vuelo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Bien, en ese caso prepararemos algo parecido. ¿Qué me dice del método de entrada?

– De nuevo el paracaídas.

– ¿En Inglaterra?

– Demasiado arriesgado -denegó Devlin con un gesto-. Y, si alguien me ve, seguro que informará. No, lo haremos en Irlanda, como la última vez. Si me detectan allí, a nadie le importará. Luego, sólo tendré que dar un paseo para cruzar la frontera con el Ulster; tomaré el tren de la mañana para Belfast y ya estaré en territorio británico.

– ¿Y después?

– El barco. De Belfast a Heysham, en Lancashire. La última vez tuve que tomar la otra ruta, desde Larne a Stranraer, en Escocia. Los barcos van llenos, como los trenes. -Devlin sonrió con una mueca-. Estamos en guerra, general.

– Así que ya está en Londres. ¿Qué ocurrirá entonces?

Devlin encendió un cigarrillo.

– Bueno, si no entro en contacto con Vargas, eso significa que no recibiré ninguna ayuda de sus fuentes oficiales.

: -Pero necesitará la ayuda de otros -dijo Schellenberg frunciendo el ceño-. También necesitará armas y un radiotransmisor porque, si no tiene posibilidad de comunicarse…

– Está bien -dijo Devlin-. Al parecer, vamos a tener que hacer algunas cosas confiando en los demás. Antes estuvimos hablando de mi viejo amigo en Wapping, de Michael Ryan. Existen muchas posibilidades de que él siga donde estaba y, en tal caso, me ayudará, al menos proporcionándome los contactos adecuados.

– ¿Como, por ejemplo…?

– Michael conducía un taxi y trabajaba además para los del hampa. En los viejos y buenos tiempos conocía a muchos amigos de los bajos fondos. La clase de bribones capaces de hacer cualquier cosa por dinero, como tráfico de armas y ese tipo de cosas. La unidad de servicio activo del IRA a la que tuve que eliminar en Londres en el treinta y seis utilizaba mucho los contactos con gente de los bajos fondos, incluso para comprar los explosivos que empleaban en sus atentados.

– Eso sería excelente. Contaría con la ayuda de su amigo del IRA, y con la asistencia de algún elemento criminal cuando la necesitara. Pero también cabría la posibilidad de que su amigo ya no estuviera en Londres.

– O de que hubiera resultado muerto durante el blitz, general. No hay nada garantizado.

– ¿Y sigue queriendo correr el riesgo?

– Mire, llegaré a Londres y valoraré la situación, porque de todos modos eso es algo que tengo que hacer, por muy inteligente que parezca el plan que elaboremos aquí. Si no encuentro a Michael Ryan, si la operación me parece totalmente imposible, tomaré el siguiente barco con dirección a Belfast, volveré a cruzar la frontera en sentido contrario y me encontraré sano y salvo en Dublín antes de que usted lo sepa. – Devlin sonrió con una mueca-. En tal caso le haré saber las malas noticias desde su embajada de allí. Y ahora, ¿podríamos regresar a su despacho? Hace tanto frío que tengo la impresión de que se me van a caer las pelotas.

En el despacho, después de haber almorzado, empezaron de nuevo, con Ilse sentada en un rincón, tomando notas.

– Digamos, para seguir con el argumento, que una noche oscura llega con Steiner a Londres.

– ¿Quiere decir que lo he sacado del priorato?

– Exactamente. Y ése sólo sería el primer paso. ¿Cómo conseguiría hacerle regresar? ¿Lo llevaría a Irlanda? ¿Volvería por el mismo camino por donde habría entrado?

– Eso no sería muy saludable -contestó Devlin-. De Valera, el primer ministro irlandés, ha jugado de una forma muy inteligente. Ha mantenido a Irlanda al margen de la guerra, pero eso no quiere decir que esté a favor de ustedes. Todas las tripulaciones de la Luftwaffe que han terminado por caer en Irlanda han sido encerradas en campos de concentración. Por otro lado, si un avión de la RAF se extravía y se estrella, habitualmente le ofrecen al piloto un buen desayuno de huevos con jamón y lo envían de regreso a casa.

– Y también tengo entendido que ha detenido y encarcelado a miembros del IRA.

– En el cuarenta y uno -dijo Devlin-, regresé en un barco neutral, un carguero brasileño que partió de Irlanda rumbo a Lisboa, pero eso es algo arriesgado, y no hay nada garantizado.

– No cabe la menor duda de que buscarán al coronel en cuanto se haya escapado -dijo Use con timidez.

– En efecto -asintió Devlin-. Policía, ejército, la Guardia de Interior, los servicios de seguridad. Vigilarán todos los puertos, y especialmente las rutas irlandesas. -Sacudió la cabeza con un gesto negativo-. No, una vez que haya logrado escapar tenemos que abandonar Inglaterra casi inmediatamente. Tenemos que emprender el camino antes de que sepan lo que les ha ocurrido.

Schellenberg asintió con un gesto, pensativo.

– Se me ocurre pensar que una de las cosas más inteligentes de la operación Águila fue la forma en que se transportó a Inglaterra al coronel Steiner y a sus hombres.

– ¿Se refiere al Dakota? -preguntó Devlin.

– Se utilizó un Dakota de la RAF que se había estrellado en Holanda y que fue debidamente reparado. Si alguien lo descubría, todo indicaba que se trataba de un avión británico que regresaba a su base, y todo lo que tuvo que hacer para pasar fue volar por debajo de los ochocientos pies de altura, porque la mayoría de los sectores costeros de Inglaterra no disponen de radar de baja cota de vuelo.

– Funcionó a las mil maravillas -dijo Devlin-, excepto para el camino de regreso. Gericke, el piloto, estuvo en el mismo hospital que yo. Resultó que fue derribado por un caza nocturno de la Luftwaffe.

– Sí, fue un final desgraciado, pero resulta una idea intrigante. Un avión pequeño, volando por debajo de la cota de detección del radar. Un avión británico. Un lugar adecuado donde aterrizar. Podría conseguir que usted y Steiner salieran de allí y estuvieran en Francia en muy poco tiempo.

– Y resulta que los cerdos también saben volar. Vamos, general. No sólo necesitaría un avión adecuado, sino también un lugar donde aterrizar. ¿Me permite recordarle que, además, necesitaría un piloto excepcional?

– Vamos, señor Devlin, usted mismo ha dicho que cualquier cosa es posible. Disponemos de lo que denominamos Ala de Vuelo Enemiga, en la que la Luftwaffe prueba toda clase de aviones británicos y estadounidenses capturados. Disponen incluso de B17. Yo mismo los he visto. -Se volvió hacia Use-. Póngase inmediatamente en contacto con ellos. Amplíe su investigación sobre la operación León Marino para descubrir todos los lugares de la zona general de Londres que tuvimos intención de utilizar para operaciones encubiertas, aterrizajes nocturnos y esa clase de cosas.

– Y un piloto -le dijo Devlin-. Como ya he dicho antes, tiene que tratarse de alguien especial.

– Me pondré a trabajar en seguida en ello.

Al volverse para salir, alguien llamó a la puerta y luego entró una joven vestida con el uniforme de auxiliar de las SS. Llevaba una carpeta grande.

– El priorato de St. Mary, en Wapping. ¿Era eso lo que deseaba el general?

– Buena chica, Sigrid -dijo Ilse con una risa de triunfo-. Espérame en el despacho. Tengo algo más para ti. -Se volvió y le entregó la carpeta a Schellenberg-. Le pediré que se ponga a trabajar en lo otro.

Al llegar ante la puerta, Schellenberg le dijo:

– Hay otra posibilidad, Ilse. Compruebe los expedientes de esas organizaciones derechistas británicas que florecieron antes de la guerra, aquellas que a veces contaron incluso con miembros del Parlamento entre sus afiliados.

– ¿Y quiénes demonios podrían ser ésos, general? -preguntó Devlin una vez que Ilse se hubo marchado.

– Los antisemitas, gentes con simpatías fascistas. Ciertamente, muchos miembros de la aristocracia y de las clases altas británicas admiraban al Führer antes de la guerra.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Aguila Emprende El Vuelo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Aguila Emprende El Vuelo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Aguila Emprende El Vuelo»

Обсуждение, отзывы о книге «El Aguila Emprende El Vuelo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x