Martin Greenberg - Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes

Здесь есть возможность читать онлайн «Martin Greenberg - Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

LAS NUEVAS AVENTURAS DE SHERLOCK HOLMES Es un homenaje de eminentes autores de misterio -Stephen King, John Gardner, Michael Harrison y otros- realizado en el año 1987 con motivo del centenario de la primera aparición pública de Sherlock Holmes en el Beeton’s Christmas Annual de noviembre de 1887, donde se dieron a conocer los hechos y la resolución del misterio conocido como Un Estudio en Escarlata

Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– En lo más mínimo -dije-. Pero estoy impaciente y preocupado por Holmes.

– Entonces deje que termine con sus últimos temores, amigo mío -dijo y, con esto, se quitó algo del puente de la nariz, se sacó dos pequeñas bolas de la boca, se limpió la cara con un pañuelo que cogió de un bolsillo de su abrigo y se sentó para encender su pipa.

– ¡Holmes!-exclamé-. ¿Qué es todo esto? ¿A qué viene esta extraña charada?

– Aparte el arma, eche unos cuantos carbones al fuego y sirva un poco de té -dijo tranquilamente-. Entonces me explicaré.

Holmes, pues ahora sabía que era Holmes, empezó a sacarse del bolsillo del chaleco un papel cuidadosamente doblado, mientras yo echaba los carbones. Cuando me aparté del fuego, que de pronto crepitó volviendo a la vida, me limpié las manos en el trapo que teníamos junto a la repisa de la chimenea y cogí el papel de su alargada mano.

Un recorte de prensa -dije abriéndolo de espaldas al fuego para poder leerlo a las resucitadas llamas. Me había movido para encender la lámpara de gas, pero Holmes me detuvo.

Holmes aspiró de su pipa y asintió antes do hablar.

– Es un anuncio del The Thespian Chronicle -explicó mirando al fuego en vez de a mí-. ¿Está familiarizado con esa publicación, Watson?

– No puedo decir que lo esté -dije, mientras intentaba leer las pequeñas letras.

– Es una publicación mensual. Cuatro hojas dedicadas principalmente a anuncios para profesionales del teatro, actuaciones musicales, actores en gira, tramoyistas y similares -dijo-. Este anuncio podría habérseme escapado, aunque suelo examinar ocasionalmente la publicación, de no ser por uno de los irregulares de Baker Street, un muchacho bastante despierto llamado Chaplin, cuyos padres se dedican al teatro. El pequeño Charlie tiene buen ojo. Lee lo que se dirige a mi persona.

El anuncio era muy sencillo:

«Se busca, para trabajo de una mañana. Paga excelente. Actor discreto que pueda suplantar a un conocido consultor de Londres. Los aspirantes deberán medir algo más de seis pies, ser delgados, tener ojos penetrantes y una estrecha nariz de halcón. La barbilla deberá ser prominente y cuadrada, que marca al hombre decidido. Presentarse en el 13 de Bellowdnes Road, a las 7 en punto de la mañana del lunes.»

Cuando alcé la vista, Holmes daba una bocanada a su pipa y contemplaba el fuego.

– ¿Y bien? -dije devolviéndole el recorte, que él cogió y devolvió a su bolsillo sin desviar la mirada.

– ¿Qué conclusiones saca del anuncio, Watson?

– ¿Qué conclusiones? Que alguien quiere un actor para montar alguna clase de mascarada, y que supongo que usted quiere que diga que el actor solicitado debe parecérsele.

– Watson, esta descripción está directamente sacada de su primer relato publicado contando mis andanzas. Quienquiera que escribiese esto esperaba que quienes lo contestasen supieran que iban a ser contratados para representar a Sherlock Holmes. El hecho de que mi nombre no se mencione, que la paga sea elevada y que sea un solo trabajo, sugiere…

– …un posible propósito perverso -concluí-. Pero también puede ser para algún tipo de broma, e incluso para una promoción en algún lugar público. Puede ser para muchas cosas.

Puede ser para muchas cosas -concedió Holmes-. Pero si combinamos el anuncio con la carta pidiéndome que acuda con urgencia a un caso en Glasgow, un caso que me habría llevado lejos de Londres*en el momento en que se elegiría mi doble, y durante lodo el día siguiente, cuando, supongo, debían utilizarlo, nos encontraremos con una situación muy prometedora entre manos.

– Prometedora, sí -concedí sentándome en mi butaca para mirarle-. Pero, ¿prometedora de qué?

– Es lo que decidí descubrir-dijo Holmes con el rostro tapado por una bocanada de humo gris claro-. Le dije a usted y a la señora Hudson que me iba a Glasgow. Incluso fui a la estación, subí al tren y viajé hasta la primera parada, por si acaso estaban vigilándome. Entonces, volví a toda prisa para presentarme a la audición para el papel de Sherlock Holmes. Debería añadir que fue el engaño más difícil de mi carrera. He sido muchas cosas, un camarero borracho, un anciano italiano, un clérigo ingenuo, pero ser yo mismo ha sido el desafío definitivo.

– No veo por qué dije-. Simplemente tenía que…

– No hay nada simple en ello -me interrumpió-. Debía suponer que quien quiera que hubiese puesto el anuncio conocería el aspecto que tiene Sherlock Holmes. Probablemente incluso me habría visto, me habría examinado de cerca. Así que debía parecerme a mí, pero sin ser yo mismo. Imagine por un momento, Watson, que debe disfrazarse de John Watson, doctor en medicina. ¿Qué alteraría? ¿Es usted consciente de su forma de caminar? ¿De cómo inclina la cabeza a la derecha cuando está desconcertado, tal y como hace ahora?

Enderecé la cabeza y asentí, dándome cuenta del problema que me planteaba.

– ¿Puede usted alterar su habla ligeramente, pero no demasiado? ¿Y cómo lo alteraría sin dejar de parecerse a usted?

– Encuentro todo esto muy confuso, Holmes -admití-. ¿Por qué no se limitó a ir a esa dirección y enfrentarse a quienquiera que estuviera ahí? Yo le habría acompañado con gusto.

– Y no habríamos descubierto nada-suspiró-. Casi seguro que, cuando hubiéramos cruzado la puerta del inmueble, quienquiera que estuviese ahí tendría una historia preparada que le sirviera de tapadera, quizá muy estúpida, pero no se habría infringido ninguna ley. No, si debía descubrir lo que significaba esto debía interpretar ese papel. Además, las insinuaciones de ilegalidad del anuncio, el hecho de no mencionar mi nombre, y el que se hubieran llevado a cabo esos preparativos para alejarme de Londres, me convencieron de que se preparaba algún delito.

– Así que se puso el disfraz -dije.

– Eso hice -convino Holmes.

– Llegué a Bellowdnes Road justo antes de las siete -continuó Holmes, mirando al luego como si volviera a ver los sucesos de la mañana-. Había dos aspirantes más al papel. El primero resultaba obviamente inadecuado, siendo demasiado alto y no sólo delgado sino tuberculoso. A juzgar por su tos y su abrigo raído, era el más necesitado de empleo de los tres. El otro aspirante se acercaba más a los requisitos, ya que estaba mejor vestido y era de mi altura, pero su nariz nunca valdría…, era demasiado chata, obvia consecuencia de varios años de pugilato profesional. Pateamos el suelo en la fría mañana hasta que se abrió la puerta y una mujer nos hizo pasar, mientras se tapaba el rostro con un mantón, como si padeciera un resfriado.

– Y no era así -dije yo.

– Decididamente no -convino Holmes-. Nos condujo a un austero vestíbulo donde había un hombre sentado tras una mesa. El hombre y la mujer, que nunca se identificaron, nos hicieron preguntas, nos hicieron caminar, despidieron al enflaquecido actor tras darle un soberano por sus molestias, y nos interrogaron bastante minuciosamente al antiguo púgil y a mí. Por unos instantes pareció dentro de lo posible que no me dieran el papel de Sherlock Holmes. El otro hombre era bastante bueno, y yo debía tener cuidado de no traicionarme.

– ¿Qué acabó haciendo que le dieran el papel? -pregunté, asumiendo que Holmes acabó consiguiéndolo.

– Mi poco disimulado interés en hacer lo que hiciera falta, fuese legal o no. Cuando nos preguntaron por nuestro pasado, el púgil pasó a contar sus méritos de buen ciudadano. Yo, en cambio, insinué algún encontronazo con la ley del que prefería no hablar.

– Así que consiguió el papel -dije urgiéndole a continuar.

– Digamos que probé ser el actor más apropiado para el papel -dijo, e hizo una pausa para mirar la cazoleta de su pipa. Afuera, el clop-clop de un coche de caballos a cierta distancia puntuó nuestro silencio.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes»

Обсуждение, отзывы о книге «Las Nuevas Aventuras De Sherlock Holmes» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x