Charlaine Harris - El club de los muertos

Здесь есть возможность читать онлайн «Charlaine Harris - El club de los muertos» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El club de los muertos: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El club de los muertos»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Solo hay un vampiro con el que Sookie Stackhouse se relaciona, y ese es Bill. Pero desde hace algún tiempo está algo distante: tanto como que se ha ido a otro estado. Eric, su siniestro y atractivo jefe, cree saber dónde encontrarle. Sin pararse a pensarlo, Sookie pone rumbo a la ciudad de Jackson, Misisipi. Allí encontrará el Club de los Muertos, lugar de encuentro un tanto peligroso en el que la elitista sociedad vampírica acude a pasar el rato y engullir un poco de sangre del tipo O. Cuando Sookie sorprenda a Bill en un acto de indisimulable traición, ya no estará segura de si querrá salvarle… o sacar punta a unas cuantas estacas.
Con esta nueva entrega de su saga más exitosa, Harris demuestra que una mezcla casi imposible de vampiros, misterio, romance, intriga y humor puede convertirse en una obra deliciosamente imprescindible.

El club de los muertos — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El club de los muertos», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Algunos países, como Francia, Italia y Alemania, rechazaron reconocer a los vampiros como ciudadanos iguales. Muchos otros, como Bosnia, Argentina y la mayoría de los países africanos, negaron cualquier estatus a los vampiros y los declararon como presas justas para cualquier cazador de fortunas. Pero Estados Unidos, Inglaterra, México, Canadá, Japón, Suiza y los países escandinavos adoptaron una actitud más tolerante.

Resultaba difícil determinar si eran las reacciones que los vampiros habían previsto o no. Dado que aún luchaban por poner un pie en la sociedad normal de los vivos, los vampiros todavía guardaban muchos secretos acerca de su organización y forma de gobierno, y lo que Bill me contaba ahora era lo más lejos a lo que yo había llegado en esa materia.

– Así que la reina de los vampiros de Luisiana te tiene trabajando en un proyecto secreto -dije, tratando de sonar neutral-. Y ésa es la razón por la que has estado pegado al ordenador cada una de tus horas de vigilia de las últimas semanas.

– Así es -admitió Bill. Cogió la botella de sangre y se la echó a la boca, pero tan sólo quedaban unas pocas gotas.

Atravesó el pasillo hacia la pequeña cocina (cuando remodeló la vieja casa familiar, prescindió de gran parte de la cocina al no necesitarla) y sacó otra botella de la nevera. Yo seguía lo que hacía por los sonidos que provocaba al abrir la botella y meterla en el microondas. El microondas dejó de sonar y él volvió a aparecer, agitando la botella con el pulgar haciendo de tapón para no manchar nada.

– Bueno, y ¿cuánto tiempo tienes que pasar con este proyecto? -pregunté, creo que de forma razonable.

– El que sea necesario -contestó, bastante menos razonable. En realidad, Bill parecía francamente irritado.

Hmmm. ¿Se habría acabado nuestra luna de miel? Por supuesto, me refiero a una luna de miel figurada, dado que Bill es un vampiro y no podemos casarnos legalmente en prácticamente ninguna parte del mundo.

Tampoco es que me lo haya pedido nunca.

– Pues si tanto te absorbe tu proyecto, quizá sea mejor que me mantenga al margen hasta que se acabe -dije lentamente.

– Quizá sea lo mejor -convino Bill tras una notable pausa, y me sentí como si me hubiera pateado la boca del estómago. En un abrir y cerrar de ojos, estaba de pie y poniéndome el abrigo sobre mi uniforme de camarera invernal: unos pantalones negros con una camiseta blanca de cuello alto y mangas largas que llevaba el logotipo MERLOTTE'S BAR bordado en el pecho izquierdo. Le di la espalda a Bill para ocultar mi cara.

Trataba de reprimir las lágrimas, así que no me di la vuelta cuando sentí su mano sobre mi hombro.

– Tengo que decirte una cosa -dijo Bill con su voz fría y suave. Hice una pausa mientras me ponía los guantes, pero no creí que pudiera soportar mirarle. Que se lo dijera a mi nuca.

– Si algo me ocurriera -prosiguió (y aquí es donde yo debí haber empezado a preocuparme)-, tendrás que buscar en el escondite que construí en tu casa. Allí debería estar mi ordenador junto con algunos discos. No se lo digas a nadie. Si el ordenador no está en el escondite, ven a mi casa y búscalo aquí. Ven de día, y hazlo armada. Coge el ordenador y todos los discos que encuentres y escóndelos en mi rinconcito, como tú lo llamas.

Asentí. Se dio cuenta por el movimiento que hice de espaldas. No confiaba en mi propia voz.

– Si no vuelvo o no tienes noticias mías en, digamos…, ocho semanas…, sí, ocho semanas, entonces cuéntale a Eric todo lo que te he dicho hoy. Y quédate bajo su protección.

No dije nada. Estaba demasiado triste y furiosa, pero no tardaría mucho en calmarme. Di por entendidas sus palabras con un gesto de la cabeza. Sentí mi coleta agitarse contra mi cuello.

– Pronto… iré a Seattle -dijo Bill. Pude sentir sus fríos labios sobre el nacimiento de mi coleta.

Estaba mintiendo.

– Cuando vuelva, hablaremos.

Por alguna razón, no parecía una perspectiva cautivadora. De alguna manera sonaba ominosa.

Volví a inclinar la cabeza, descartada cualquier palabra porque ya había roto a llorar. Antes me hubiese muerto que dejarle ver mis lágrimas.

Y así fue cómo lo dejé en una fría noche de diciembre.

Al día siguiente, de camino al trabajo, tomé un desafortunado desvío. Estaba de ese humor que sólo te hace ver la parte horrible de las cosas. A pesar de una noche casi en blanco, algo me decía que mi humor podía empeorar un poco si conducía por Magnolia Creek Road, así que eso es lo que hice.

Belle Rive, la antigua mansión de los Bellefleur, era un hervidero de actividad, incluso en un día tan triste y frío como ése. Había furgonetas de la empresa de control de plagas, una firma de diseño de cocinas y el coche de un constructor aparcado en la entrada de la cocina de esa casa, que databa de antes de la guerra. Toda aquella actividad revoloteaba alrededor de Caroline Holliday Bellefleur, la anciana dama qué había gobernado Belle Rive y (al menos en parte) Bon Temps durante los últimos ochenta años. Me preguntaba cómo se adaptarían Portia, que era abogada, y Andy, detective, a todos esos cambios en Belle Rive. Llevaban viviendo con su abuela (igual que yo había hecho con la mía) toda su vida adulta. Como mínimo debían de estar disfrutando de la renovación de la mansión.

Mi abuela había sido asesinada unos meses atrás.

Los Bellefleur no tuvieron nada que ver, por supuesto. Y no había ninguna razón por la que Portia y Andy debieran compartir el placer de esta nueva opulencia conmigo. De hecho, ambos me evitaban como a la peste. Me debían un gran favor y no lo podían soportar. La verdad es que ni se imaginaban cuánto me debían.

Los Bellefleur habían recibido una herencia de un familiar que «había muerto misteriosamente en alguna parte de Europa», según supe que Andy le había contado a un compañero policía mientras se tomaban algo en el Merlotte's. Cuando Maxine Fortenberry se pasó para dejar unas papeletas para la rifa de la Colcha de las Señoras de la Iglesia Baptista Getsemaní, me dijo que la señora Caroline había peinado cada registro familiar que pudo desenterrar para identificar al misterioso benefactor, y que seguía asombrada por la fortuna familiar.

Aun así parecía no tener ningún problema en gastarse los cuartos.

Incluso Terry Bellefleur, el primo de Portia y Andy, tenía una nueva camioneta aparcada delante de su casa prefabricada. Terry, un veterano de Vietnam lleno de cicatrices, y de pocos amigos, me caía bien, y no me importaba que pudiera estrenar nuevo juego de ruedas.

Pero no podía evitar pensar en el carburador que había tenido que cambiar en mi viejo coche. Pagué por ello hasta el último centavo y al contado, aunque se me pasó por la cabeza preguntarle a Jim Downey si podría pagar la mitad e ir abonando el resto durante los dos meses siguientes. Pero Jim tenía mujer y tres hijos. Esa misma mañana tuve la idea de pedirle a mi jefe, Sam Merlotte, que me aumentara el número de horas en el bar. Ahora que Bill se había marchado a Seattle, casi podía vivir en el Merlotte's si Sam no tenía inconveniente. El dinero me vendría de perlas.

Me esforcé por no amargarme mientras me alejaba de Belle Rive. Me dirigí al sur, fuera de la ciudad, y luego giré a la izquierda por Hummingbird Road de camino al Merlotte's. Traté de fingir que todo iba bien; que a su regreso de Seattle (o de donde fuera), Bill volvería a ser un amante apasionado, me apreciaría y me haría sentir valiosa de nuevo. Que volvería a tener esa agradable sensación de estar vinculada a alguien en vez del vacío de la soledad.

Estaba mi hermano Jason, claro; aunque, en lo que a intimidad y compañerismo se refiere, tenía que admitir que casi no contaba.

Pero lo que más me dolía era el inconfundible dolor del rechazo. Conocía muy bien esa sensación, para mí era como una segunda piel.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El club de los muertos»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El club de los muertos» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El club de los muertos»

Обсуждение, отзывы о книге «El club de los muertos» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x