Karin Slaughter - Perseguidas

Здесь есть возможность читать онлайн «Karin Slaughter - Perseguidas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Perseguidas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Perseguidas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Hay muchas formas de morir, pero unas son más aterradoras que otras… Un paseo por el bosque se convierte en algo siniestro para el jefe de policía Jeffrey Tolliver y la forense Sara Linton, cuando topan con el cuerpo de una joven. Las evidencias iniciales sugieren que ha sido asustada literalmente hasta la muerte. Pero cuando Sara comienza a hacer la autopsia, algo todavía más horripilante sale a la luz… Algo que incluso conmociona a Sara. La detective Lena Adams es llamada durante sus vacaciones para resolver el caso, y la pista pronto conduce al condado vecino, una comunidad aislada, y a un terrible secreto.
Aunque la policia lo ignora, no es la primera vez que ocurre, y quizá tampoco sea la última. Aquella desdichada joven, sepultada en vida no es sólo la víctima de un crimen atroz. Para su asesino es fruto de cumplir con su obligación. Abby Bennett merecía terminar así, y también las otras, perseguidas y condenadas a pagar el precio de sus actos.

Perseguidas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Perseguidas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Señora Bennett? -preguntó Jeffrey a la mujer, que les bloqueaba el paso.

– Por favor -suplicó ella, cogiéndolo de la manga de la chaqueta-. Averigüe por qué sucedió esto. Tiene que haber una razón.

– Hare cuanto pueda para…

– No es suficiente -insistió ella-. Se lo ruego. Tengo que saber por qué se fue. Necesito saberlo, para mi propia tranquilidad.

Lena vio que Jeffrey tragaba saliva.

– No quiero hacer promesas vanas, señora Bennett. Sólo puedo prometerle que lo intentaré. -Sacó una de sus tarjetas y miró por encima del hombro para asegurarse de que no lo veía nadie-. Mi número particular está en el dorso. Llámeme cuando quiera.

Esther vaciló antes de coger la tarjeta y por fin se la guardó en la manga del vestido. Dirigió a Jeffrey un único gesto de asentimiento con la cabeza, como si hubiera llegado a un acuerdo con él, y luego retrocedió, dejándolos entrar en la habitación de su hija.

– Los dejo con lo suyo.

Jeffrey y Lena cruzaron otra mirada cuando Esther fue a reunirse con su familia. Lena advirtió que Jeffrey se sentía tan incómodo como ella. El ruego de Esther era comprensible, pero sólo sirvió para añadir más presión a lo que auguraba iba a ser un caso muy difícil.

Lena ya había entrado en la habitación para iniciar el registro, pero Jeffrey se quedó en la puerta, vuelto hacia la cocina. Lanzó una mirada hacia el salón, como para asegurarse de que nadie lo veía, y luego se alejó por el pasillo. Lena se disponía a seguirlo cuando Jeffrey volvió a aparecer en la puerta acompañado de Rebecca Bennett.

Hábilmente, Jeffrey hizo pasar a la chica a la habitación de su hermana, tomándola por el codo para guiarla como un tío preocupado. En voz baja, le dijo:

– Es muy importante que nos hables de Abby.

Rebecca miró nerviosa hacia la puerta.

– ¿Quieres que la cierre? -ofreció Lena, apoyando la mano en el pomo.

Tras pensárselo un momento, Rebecca negó con la cabeza. Lena la observó y pensó que era tan bonita como su hermana poco agraciada. Se había soltado la trenza de pelo castaño oscuro y los espesos mechones le caían ondulados sobre los hombros. Aunque Esther había dicho que la chica tenía catorce años, ofrecía un aspecto de mujer que debía de atraer mucho la atención en la granja. A Lena le extrañó que hubiera sido Abby, y no Rebecca, la chica secuestrada y enterrada en una caja.

– ¿Abby se veía con alguien? -preguntó Jeffrey. Rebecca se mordió el labio inferior. A Jeffrey no le importaba esperar, pero Lena vio que empezaba a preocuparle que algún familiar irrumpiera en la habitación.

– Yo también tengo una hermana mayor -intervino Lena, omitiendo el hecho de que había muerto-. Sé que no quieres chivarte, pero Abby ya no está. No la meterás en un lío si nos cuentas la verdad.

La chica siguió mordiéndose el labio.

– No lo sé -balbució con lágrimas en los ojos.

Miró a Jeffrey y Lena adivinó que la chica veía en él una figura de autoridad más que en una mujer. Aprovechándose de ello, Jeffrey la instó:

– Cuéntamelo, Rebecca.

– A veces se iba durante el día -confesó con un gran esfuerzo.

– ¿Sola?

Rebecca asintió con la cabeza.

– Decía que se iba al pueblo, pero tardaba mucho.

– ¿Cuánto tiempo?

– No lo sé.

– Desde aquí se tarda un cuarto de hora en llegar al pueblo -calculó Jeffrey por ella-. Digamos que iba a una tienda; eso le llevaría otro cuarto de hora o veinte minutos, ¿no? -preguntó. La chica volvió a asentir-. O sea que, como mucho, se ausentaría una hora, ¿no es así?

Un nuevo gesto de asentimiento.

– Pero eran más bien dos.

– ¿Alguien le preguntó algo al respecto?

Negó con la cabeza.

– Sólo yo me di cuenta.

– Estoy seguro de que te das cuenta de muchas cosas -supuso Jeffrey-. Sospecho que te fijas más en lo que sucede que los adultos.

Rebecca se encogió de hombros, pero el cumplido había surtido efecto.

– Es sólo que se comportaba de una manera extraña.

– ¿Cómo?

– Una mañana vomitó, pero me dijo que no se lo contara a mi madre.

«El embarazo», pensó Lena.

– ¿Te dijo por qué vomitó? -preguntó Jeffrey.

– Por algo que había comido, me explicó, pero no comía mucho.

– ¿Por qué crees que no quería que se lo contaras a tu madre?

– Porque mi madre se preocuparía -respondió Rebecca. Se encogió de hombros-. A Abby no le gustaba que los demás se preocuparan por ella.

– ¿Y tú estabas preocupada?

Lena vio que tragaba saliva.

– A veces lloraba por la noche. -Ladeó la cabeza-. Mi habitación está al lado y yo la oía.

– ¿Lloraba por algo en concreto? -preguntó Jeffrey, y Lena vio que se esforzaba por tratar a la chica con delicadeza-. ¿Tal vez alguien le hizo daño?

– La Biblia nos enseña a perdonar -contestó la muchacha. En cualquier otra persona, Lena habría pensado que hacía teatro, pero la chica parecía expresar lo que consideraba un consejo sabio en lugar de un sermón-. Si no podemos perdonar a los demás, el Señor no nos perdonará a nosotros.

– ¿Ella tenía que perdonar a alguien?

– Si fuera así -contestó Rebecca-, mi hermana habría rezado para pedir ayuda.

– ¿Por qué crees que lloraba?

Rebecca recorrió la habitación con la mirada, contemplando los objetos de su hermana con palpable tristeza. Debía de pensar en Abby, en cómo era la habitación cuando vivía. Lena sintió curiosidad por saber cuál era la relación entre las dos hermanas. Pese a ser gemelas, ella y Sibyl se peleaban continuamente por cualquier cosa, desde quién ocupaba el asiento de delante en el coche hasta quién cogía el teléfono. Por alguna razón, Lena no se imaginaba que Abby fuera así.

– No sé por qué estaba triste -contestó por fin Rebecca-. No me lo dijo.

– ¿Estás segura, Rebecca? -insistió Jeffrey, y le sonrió para animarla-. Puedes contárnoslo. No nos enfadaremos ni la juzgaremos. Sólo queremos saber la verdad para encontrar a la persona que hizo daño a Abby y castigarla.

Ella asintió con la cabeza y volvieron a humedecérsele los ojos.

– Ya sé que quieren ayudar.

– No podemos ayudar a Abby si tú no nos ayudas a nosotros -replicó Jeffrey-. Cualquier cosa puede servir, Rebecca, por tonta que parezca. Ya decidiremos nosotros si es útil o no.

Miró alternativamente a Lena y a Jeffrey. Lena no sabía si la muchacha escondía algo o si simplemente temía hablar con desconocidos sin permiso de sus padres. En cualquier caso, necesitaban que respondiera a sus preguntas antes de que alguien empezara a echarla de menos.

Lena intentó dirigirse a ella con delicadeza.

– ¿Quieres hablar conmigo a solas, cariño? Si quieres, podemos hablar a solas, tú y yo.

Una vez más, Becca pareció pensárselo. Tardó al menos medio minuto en contestar:

– Yo…

Justo en ese momento se oyó un portazo en la parte de atrás de la casa. La chica se sobresaltó como si hubiera sonado un disparo.

Desde el salón, una voz masculina preguntó:

– ¿Becca? ¿Eres tú?

Zeke apareció por el pasillo. Cuando Rebecca vio a su primo, se acercó a él y lo cogió de la mano.

– Soy yo, papá -dijo en voz alta mientras llevaba al niño a donde estaba su familia.

Lena contuvo el taco que asomó a sus labios.

– ¿Crees que sabe algo? -preguntó Jeffrey.

– Ni idea.

Jeffrey parecía pensar lo mismo, y Lena percibió su frustración en su voz cuando dijo:

– Acabemos con esto de una vez.

Lena se acercó a la gran cómoda junto a la puerta. Jeffrey se dirigió al escritorio de enfrente. La habitación era pequeña, de unos tres metros cuadrados. Había una cama nido contra las ventanas que daban al granero. No se veían pósteres en las paredes blancas ni señales de que aquello había sido la habitación de una joven. La cama estaba perfectamente hecha, cubierta con un edredón multicolor remetido con absoluta precisión. Apoyado contra las almohadas, había un Snoopy de peluche, posiblemente más viejo que Abby, con el cuello caído a un lado por el paso del tiempo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Perseguidas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Perseguidas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Karin Slaughter - The Kept Woman
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Temor Frío
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Snatched
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Martin Misunderstood
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Like A Charm
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Blindsighted
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Faithless
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Fractured
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Kisscut
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Fatum
Karin Slaughter
Karin Slaughter - Triptych
Karin Slaughter
Karin Slaughter - The Last Widow
Karin Slaughter
Отзывы о книге «Perseguidas»

Обсуждение, отзывы о книге «Perseguidas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x