Kay Hooper - Espíritu Navideño

Здесь есть возможность читать онлайн «Kay Hooper - Espíritu Navideño» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Остросюжетные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Espíritu Navideño: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Espíritu Navideño»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Dos conmovedoras novelas clásicas de Navidad, de dos grandes autoras de la ficción romántica.
En esta época gloriosa de la luz y la alegría, la fenomenal Kay Hooper y la incomparable Lisa Kleypas ofrecen a sus lectores un par de joyas preciosas; dos historias de amor eterno que brillan como diamantes: Holiday Spirit de Kay Hooper y Surrender de Lisa Kleypas.
En Espíritu Navideño (Holiday Spirit), de Kay Hooper:
Una abuela casamentera y tres fantasmas de las Navidades arreglan una sensual reunión entre Antonia, una testaruda joven de la nobleza, y Richard, su antiguo y seductor prometido.

Espíritu Navideño — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Espíritu Navideño», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Antonia se dijo que era lo mejor. Obviamente, había aceptado su negativa, o al menos se había dado cuenta que era más caballero de lo que él había creído, y había renunciado a la idea de la seducción. Pero el aparente final de su breve cortejo no hizo nada para tranquilizar sus caóticas emociones.

Una vez más, no podía dormir, y aunque su mente marcó automáticamente la aproximación de la medianoche con anticipación y ansiedad, se sorprendió igualmente al volverse de la chimenea y ver que su visitante fantasma había vuelto. Su miedo de la noche anterior estuvo ausente, pero lo espeluznante de lo que observaba mientras lo veía moverse por la habitación tenía un efecto decidido sobre ella. Se sentía casi como una intrusa, mirándolo sin su conocimiento, pero no podía obligarse a mirar hacia otro lado.

Al igual que la noche anterior, se paseó por la habitación sin descanso por un tiempo antes de que finalmente se dirigiera a la puerta. Lo siguió sin tomar una decisión consciente de hacerlo. En la puerta abierta de su habitación, vio una repetición de la escena de la noche anterior desarrollada en el pasillo, y la misma conciencia sensual se apoderó de ella.

El hombre moreno y su dama de cabellos de fuego compartían un amor que había vivido más allá de su tiempo, sobreviviendo a la muerte de la carne mortal para aparecerse en este silencioso pasillo de piedra. Nadie, pensó Antonia, podría ser testigo de tales emociones inextinguibles y no sentir el poder de ellas. Hizo que le doliera la garganta, la hizo peculiarmente consciente de su propio cuerpo mientras su corazón latía y la sangre corría por sus venas. Y la hizo sentir una profunda sensación de pérdida, porque una vez había creído que un amor como el de ellos había estado a su alcance. El dolor se hizo aún más agudo cuando vio a Lyonshall a través de los amantes entrelazados. Era como si el destino se estuviera burlando de ella.

Se quedó inmóvil en la puerta mientras la pareja de fantasmas entraban a la habitación de él. Al igual que la noche anterior, Lyonshall cerró la puerta y llegó hasta ella, pero antes de que pudiera hablar, ella captó un atisbo de movimiento más allá de él en el pasillo.

– Mira -murmuró.

Una tercera forma fantasmal había aparecido al final del pasillo cerca de las escaleras. Ella se acercó a ellos, una hermosa mujer, que había pasado los primeros rubores de la juventud, pero aún no cerca de la mediana edad, su vestido de colores oscuros y a la moda de un siglo antes. Ella dio una idea más clara del tiempo que los otros dos, ya que estaba completamente vestida. Llevaba una rígida gorra alta con volantes de lino y un velo corto sobre su cabello oscuro perfectamente arreglado; una prenda sobrepuesta se arrastraba a la espalda, con mangas semi largas y puños de lino, la llevaba abierta por delante sobre un corpiño acordonado y falda de volantes.

Era una mujer atractiva de una forma insípida, pero parecía mucho más sin vida que los otros dos. Al igual que los amantes, no hizo caso de los dos vivientes espectadores. Se movía a lo largo del pasillo, pero se detuvo cuando llegó a la puerta del dormitorio del duque.

Como una persona atraída por algún sonido, se detuvo con la cabeza vuelta un poco hacia la puerta y su mirada fija en ese cuarto. Se quedó muy quieta durante un largo momento, la expresión de su rostro curiosamente atenta, hasta estática. Luego sus labios se torcieron en una horrible mueca, y siguió su camino.

Antonia sintió frío mientras observaba a la mujer. Era una sensación muy diferente a lo que había experimentado primero al ver al fantasma en su habitación. Esto era algo mucho más grave y muy preocupante. Tenía el impulso extraño y poderoso de correr hasta los amantes y advertirles que tuvieran cuidado, porque alguien en el castillo tenía la intención de hacerles daño. Sabía que de alguna manera, lo sentía con cada fibra de su ser. Los amantes se encontraban en peligro.

Su mente racional le recordó que estas personas habían estado muertas durante cien años, pero parecía no poder deshacerse de la sensación opresiva de temor o de su ansioso deseo de evitar una tragedia.

Parada junto a Lyonshall, mientras observaba a la mujer avanzando por el pasillo y desvanecerse en una de las habitaciones. Poco a poco, Antonia se volvió y entró en su habitación, sus emociones tan perturbadas que no se dio cuenta de inmediato que Lyonshall la había seguido.

– ¿Toni?

Antonia fue a la chimenea, aún sintiendo frío, y estiró las manos hacia las llamas.

– Esa otra – murmuró-. Tiene la intención de hacerles daño.

– Sí, lo vi.

– Me siento tan impotente. Es como ver los primeros segundos del accidente de un carruaje en las calles y sentirte incapaz de detener lo que sabes que viene a continuación.

Él se quedó varios pasos de distancia, mirándola, y su voz siguió siendo baja.

– Lo que va a suceder, ya sucedió, Toni. Hace cien años.

– Es lo que mi mente me dice. Pero lo que siento… es difícil de vencer. Parecían tan felices juntos, con toda la vida por delante, aunque, tengo la terrible certeza que no vivieron mucho más de lo que ya hemos visto -Antonia meneó ligeramente la cabeza, tratando de alejar el temor-. Me pregunto quiénes eran.

– ¿No sabes?

– No, yo… yo sé muy poco de la historia de mi familia en este lugar. Eso es una cosa terrible de decir, ¿no?

– Es natural, si no has vivido aquí. La mayoría de nosotros tiende a vivir en el presente.

– Supongo.

– ¿Le has preguntado a Lady Ware acerca de los fantasmas? -preguntó-. Es muy probable que ella conozca la historia del castillo y de la familia.

– No -respondió ella. Cuando continuó mirándola con una ceja alzada, ella se encogió de hombros-. La abuela es una persona brusca y realista, no tengo ninguna duda de que me diría que imaginé todo.

Él se quedó en silencio por un momento, una extraña mirada de duda en sus ojos.

– De alguna manera estoy seguro de que no te diría eso. Creo que sabe de los fantasmas. Mi ayuda de cámara me dice que sólo el ala sur del castillo se considera embrujada. Tal vez Lady Ware nos puso aquí por esa razón.

– ¿Debido a los fantasmas? -Antonia frunció el ceño-. ¿Por qué haría tal cosa?

Una vez más, Lyonshall vaciló.

– Si ella quiere que nos reconciliemos, pudo haber creído que un par de jóvenes amantes puede empujarnos en la dirección correcta, incluso si son amantes fantasmas.

Antonia sentía cautelosa, preocupada por la forma en que había llevado la conversación de nuevo a ellos. No estaba en condiciones de soportar otra discusión como la de la noche anterior, y se sorprendió de que él deseara hablar sobre el tema una vez más. Había aceptado su petición de poner fin a su compromiso con pocos intentos de convencerla de que cambiara de opinión, sin embargo, ahora parecía casi obsesionado. Ella habría pensado que el golpe a su orgullo, si no otra cosa, habría hecho todo el tema insoportable.

Evitó sus ojos girando de vuelta al fuego.

– Tengo serias dudas de que ella crea tal cosa. Ella misma me dijo que sería absurdo suponer que me harías una proposición una segunda vez, y ella sabe muy bien que la idea es…

– ¿Es qué? ¿Repugnante para ti? -le exigió cuando se interrumpió bruscamente.

– ¿Tenemos que discutir esto de nuevo?

– Sí. Porque todavía tienes que decirme la verdad -su voz era un poco dura ahora.

Antonia se negó a mirarlo.

– Pensé que habías aceptado mi deseo de acabar con esto. Tu comportamiento de hoy me llevó a creer que era así.

Él emitió una risa dura.

– ¿De veras? Mi comportamiento de hoy, Toni, se debió a tu negativa de anoche. Ningún hombre con alguna sensibilidad puede aceptar con gusto la mirada de angustia enfermiza que vi en tu cara la noche anterior. Si deseabas hacerme daño una vez más, ciertamente lo conseguiste.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Espíritu Navideño»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Espíritu Navideño» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Espíritu Navideño»

Обсуждение, отзывы о книге «Espíritu Navideño» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x