Arturo Pérez-Reverte - El club Dumas o La sombra de Richelieu

Здесь есть возможность читать онлайн «Arturo Pérez-Reverte - El club Dumas o La sombra de Richelieu» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El club Dumas o La sombra de Richelieu: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El club Dumas o La sombra de Richelieu»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

¿Puede un libro ser investigado policialmente como si de un crimen se tratara, utilizando como pistas sus páginas, papel, grabados y marcas de impresión, en un apasionante recorrido de tres siglos? Lucas Corso, mercenario de la bibliofilia, cazador de libros por cuenta ajena, debe encontrar respuesta a esa pregunta cuando recibe un doble encargo de sus clientes: autentificar un manuscrito de Los tres mosqueteros y descifrar el enigma de un extraño libro, quemado en 1667 con el hombre que lo imprimió.
La indagación arrastra a Corso -y con él, irremediablemente, al lector- a una peligrosa búsqueda que lo llevará de los archivos del Santo Oficio a los libros condenados, de las polvorientas librerías de viejo a las más selectas bibliotecas de los coleccionistas internacionales.
Construida con excepcional talento narrativo, El club Dumas sitúa pieza a pieza una trama excitante, minuciosa y compleja, donde se dan cita los ingredientes de la novela clásica por entregas, los relatos policiacos y de misterio, los juegos de adivinación y las técnicas del folletín de aventuras.

El club Dumas o La sombra de Richelieu — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El club Dumas o La sombra de Richelieu», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Finales felices. Corso puso un dedo sobre el mando a distancia y la imagen desapareció en la pantalla. Ahora él estaba en París y Nikon fotografiaba niños de ojos tristes en algún lugar de África o de los Balcanes. Una vez, tomando una copa en un bar, creyó entreverla en la imagen confusa de un telediario: de pie en mitad de un bombardeo entre refugiados que corrían despavoridos, con el pelo recogido en una trenza, las cámaras colgando y un 35 mm pegado a la cara, su silueta recortada sobre un fondo de humo y llamas. Nikon. Entre las falacias universales que ella siempre asumió sin cuestionar su fundamento, la de los finales felices era la más absurda. Comieron perdices y siempre se amaron, y parecía que el resultado de la ecuación fuese indiscutible, definitivo. Nada de preguntas sobre cuánto dura el amor, la felicidad, en un siempre fraccionable en vidas, años, meses. Incluso días. Hasta el final inevitable, el de ellos dos, Nikon se negó a aceptar que tal vez el héroe se hundió con su barco dos semanas después, al chocar con un escollo en las Hébridas del Sur. O que la heroína fue atropellada por un automóvil tres meses más tarde. O que todo ocurrió quizás de otro modo, de mil formas distintas: alguien tuvo el primer amante, alguien sintió rencor o hastío, alguien deseó volver atrás. ¿Cuántas noches de lágrimas, de silencios, de soledad, se sucedieron tras aquel beso? ¿Qué cáncer lo mató a él antes de cumplir cuarenta? ¿De qué vivió ella antes de morir en un asilo a los noventa? ¿En qué despojo ruin se convirtió el apuesto oficial, con las heridas gloriosas convertidas en horribles cicatrices y sus batallas olvidadas que ya no interesaban a nadie? ¿Qué dramas vivieron ya ancianos, indefensos, sin fuerzas para pelear o defenderse, traídos de acá para allá por el vendaval del mundo, la estupidez, la crueldad, la miserable condición humana?

A veces me das miedo, Lucas Corso.

Cinco minutos antes de las once de la noche había resuelto el misterio de la chimenea de Victor Fargas, aunque eso estuviera lejos de aclarar las cosas. Miró el reloj desperezándose con un bostezo. Luego, tras un nuevo vistazo a los fragmentos extendidos sobre la colcha, encontró su mirada en el espejo, junto a la vieja postal de los húsares ante la catedral de Reims encajada en el marco de madera. Observó su propio aspecto: despeinado, azuleándole ya la barba en la cara, torcidas las gafas sobre la nariz, y se echó a reír bajito. Una de esas lobunas risas suyas algo atravesadas y con mala leche, que reservaba para las ocasiones especiales. Porque aquélla lo era. Todos los fragmentos de Las Nueve Puertas que logró identificar correspondían a páginas con texto. De las nueve láminas y el frontispicio de la página de título no quedaba rastro. Eso reducía a dos las posibilidades: ardieron en la chimenea o, lo más probable -aquellas tapas desencuadernadas- alguien se los llevó antes de echar el resto al fuego. Ese alguien, fuera quien fuese, sin duda se creía muy astuto. O muy astuta. Aunque, tras la inesperada visión de La Ponte y Liana Taillefer en el semáforo, tal vez conviniera ir acostumbrándose a la tercera persona del plural: astutos. La cuestión residía en saber si las pistas que Corso olfateaba eran fallos del adversario, o trampas. En todo caso, muy elaboradas.

Y hablando de trampas. La chica estaba en el umbral cuando Corso abrió la puerta después de oír el timbre, con sólo un momento para cubrir, con prudencia, el número Uno y el manuscrito Dumas bajo la colcha. Venía descalza, vestida con sus tejanos y una camiseta blanca.

– Hola, Corso. Espero que no tengas intención de salir esta noche.

Se quedaba en el pasillo, sin entrar, con los pulgares en los bolsillos del pantalón ceñido a la cintura y a las largas piernas. Fruncía el entrecejo, esperando malas noticias.

– Puedes relajar la guardia -la tranquilizó. Ahora sonreía, aliviada.

– Me caigo de sueño.

Corso le dio la espalda y fue hasta la mesa de noche y la botella, que ya estaba vacía; después se puso a hurgar en el mueble bar hasta alzarse, triunfante, con un botellín de ginebra en la mano. Lo vació en un vaso y se mojó los labios. La joven seguía en la puerta.

– Se llevaron los grabados. Los nueve -Corso señalaba los fragmentos del número Dos con la misma mano que sostenía el vaso-. Quemaron el resto para que no se notara; por eso no ardió todo. Pusieron buen cuidado en dejar trozos intactos… Así el libro se identificaría como oficialmente destruido.

Ella inclinó la cabeza a un lado, mirándolo con fijeza.

– Eres listo.

– Claro que lo soy. Por eso me metieron en esto.

La chica anduvo unos pasos por la habitación. Corso miró sus pies desnudos sobre la moqueta, junto a la cama. Observaba con atención los trozos de papel chamuscado.

– No fue Fargas quien quemó su libro -añadió él-. Era incapaz de una cosa así… ¿Qué le hicieron? ¿Un suicidio como a Enrique Taillefer?

No respondió en seguida. Había cogido un trozo de papel y estudiaba las palabras impresas.

– Contesta tus propias preguntas -dijo sin mirarlo-. Para eso te metieron en esto.

– ¿Y tú?

Leía en silencio, moviendo los labios igual que si el texto le fuera familiar. Cuando lo dejó otra vez sobre la colcha, un extremo de su boca insinuaba una sonrisa evocadora, nostálgica, inadecuada en la juventud de su rostro.

– Ya lo sabes: estoy aquí para cuidar de ti. Me necesitas.

– Lo que necesito es más ginebra.

Blasfemó entre dientes mientras bebía el último trago para disimular su impaciencia, o su turbación. Maldito fuera todo. Verde esmeralda, blanco de nieve o luz, los ojos y la sonrisa sobre la piel del rostro, el cuello erguido y desnudo insinuando un latido tibio. Hay que joderse, Corso. A estas alturas, con lo que tienes encima, y pendiente de los brazos morenos, las muñecas finas, las manos de dedos largos. Pendiente de cosas como aquéllas. Reparó en que la camiseta de la chica moldeaba unas tetas magníficas, que no había tenido ocasión de observar bien hasta entonces. Las adivinó morenas y pesadas, piel oscura bajo el blanco algodón, carne de claridad y sombra. Otra vez lo sorprendió su estatura. Era tan alta como él. Casi más.

– ¿Quién eres?

– El diablo -dijo ella-. El diablo enamorado.

Y se echó a reír. El libro de Cazotte estaba sobre la cómoda, junto al Memorial de santa Helena y otros papeles. La joven lo contempló sin tocarlo. Después puso un dedo encima, mirando a Corso.

– ¿Crees en el diablo?

– Me pagan por creer. Al menos mientras dure este trabajo.

La vio asentir despacio con la cabeza, del mismo modo que si ya conociese la respuesta. Observaba a Corso con curiosidad, entreabiertos los labios; al acecho de una señal o un gesto que sólo ella podía interpretar.

– ¿Sabes por qué me gusta este libro, Corso?

– No. Dímelo.

– Porque el protagonista es sincero. Su amor no es una simple estratagema para condenar un alma. Biondetta es tierna y fiel; admira en Álvaro las mismas cosas que el diablo ama en el hombre: su valor, su independencia… -las pestañas velaron un momento los iris claros-. Su afán de conocimiento y su lucidez.

– Te veo muy informada. ¿Qué sabes tú de eso?

– Mucho más de lo que imaginas.

– Yo no imagino nada. Mis referencias sobre lo que el diablo ama o desprecia son exclusivamente literarias: El Paraíso Perdido , La Divina Comedia , pasando por Fausto y Los hermanos Karamazov … -hizo un gesto ambiguo, evasivo-. El mío es un Lucifer de segunda mano.

Ahora lo contemplaba con aire burlón.

– ¿Y cuál de ellos prefieres? ¿El de Dante?

– Ni hablar. Demasiado horrible. Medieval en exceso para mi gusto.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El club Dumas o La sombra de Richelieu»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El club Dumas o La sombra de Richelieu» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Arturo Pérez-Reverte - El Sol De Breda
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - La Carta Esférica
Arturo Pérez-Reverte
libcat.ru: книга без обложки
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Purity of Blood
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - The Sun Over Breda
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Der Club Dumas
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El maestro de esgrima
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El pintor de batallas
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - Corsarios De Levante
Arturo Pérez-Reverte
Arturo Pérez-Reverte - El Capitán Alatriste
Arturo Pérez-Reverte
libcat.ru: книга без обложки
Arturo Pérez-Reverte
Отзывы о книге «El club Dumas o La sombra de Richelieu»

Обсуждение, отзывы о книге «El club Dumas o La sombra de Richelieu» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x