Karen Rose - Cuenta hasta diez

Здесь есть возможность читать онлайн «Karen Rose - Cuenta hasta diez» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Cuenta hasta diez: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cuenta hasta diez»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Tras ser abandonados por su madre, un chico y su hermano pequeño terminan en la red estatal de hogares de acogida. Sin embargo, quienes a partir de entonces tenían que cuidar de ellos los dejan a su suerte. Y años después…
Reed Solliday tiene más de quince años de experiencia en el cuerpo de bomberos de Chicago, luchando contra los incendios y, sobre todo, investigando su origen. Pero nunca había presenciado nada parecido al reciente estallido de fuegos provocados por alguien frío, meticuloso y cada vez más violento. Cuando en la última casa incendiada aparece el cadáver de una mujer asesinada, Reed se ve obligado a colaborar con la policía. Y la detective de homicidios Mia Mitchell es una mujer impetuosa, más acostumbrada a dar órdenes que a recibirlas, y se niega a aceptar que los motivos habituales puedan ser la causa de un odio tan calculado. Algo más se esconde detrás de todo ello…
Una intriga absorbente por una de las autoras con mayor éxito de ventas en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania.

Cuenta hasta diez — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cuenta hasta diez», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Reed asintió tembloroso.

– Lo estoy. Gracias.

Olivia se marchó y Mia la observó alejarse. Se volvió hacia Reed con la mirada vidriosa.

– Lo hiciste por mí.

– Lo intenté. No esperaba que aceptara.

– El día que nos conocimos me dejaste tu paraguas.

Reed sonrió.

– Lo recuerdo.

– Hoy me has devuelto la vida. O por lo menos una parte importante. -Pero no toda, comprendió. «Ya no». Era más que una policía. Tenía un gato. Y un niño. Y un hombre que la estaba mirando como si nunca fuera a dejarla ir-. ¿Cómo puedo agradecértelo?

Los ojos de Reed chispearon.

– Seguro que se nos ocurre algo.

Epílogo

Domingo, 12 de agosto, 9:25 horas

– ¡Reed!, ¡ya está bien! -Mia apartó la mano que la sobaba-. Mira.

– Es lo que intentaba -protestó Solliday.

– Lo que digo es que mires las noticias. Lynn Pope, de Chicago on the Town , insistió en que no me perdiese el programa de esta mañana.

Reed lanzó un suspiro por el sexo matinal que no tendría lugar, se incorporó en la cama y rodeó a Mia con un brazo. A Mitchell ya no le costaba apoyarse en él, pese a que se trataba de una sensación todavía novedosa, tan reciente como la gratitud que Reed experimentaba cada vez que despertaba a su lado.

Mia era una mujer extraordinaria y una policía competente. Había vuelto al trabajo cuatro meses después de la intervención quirúrgica. El primer día que la vio ajustarse la cartuchera, a Reed se le encogió el corazón de miedo, pero no dijo nada. Durante la primera semana, Mia y Abe Reagan detuvieron a dos asesinos. Desde entonces la observaba cada día cuando se ajustaba la cartuchera y todavía se le encogía el corazón, pero sabía que era una buena policía, incluso mejor gracias a la valoración añadida de su propia mortalidad. Era cuidadosa y tenía mucho que perder como para no serlo. Durante el resto de su vida tendría que vigilar su salud y tomar medicación, pero estaba viva y por ese motivo Olivia Sutherland figuraba para siempre en su lista navideña.

Mia era una buena madre, tal como Reed sabía que lo sería, pese a que descubrirlo la dejó estupefacta. Jeremy estaba cada vez mejor y había descubierto que el fútbol le gustaba. Mia lo preparaba para las ligas infantiles. De todos modos, Jeremy todavía encontraba tiempo para ver el canal temático de historia.

La detective había perdido la condición de hija. Annabelle Mitchell se había molestado porque Mia contó «mentiras» sobre Bobby cuando negoció la liberación de Jeremy. Por si eso fuera poco, «todos los policías la oyeron por radio», cuestión que, según sospechaba Reed, era el verdadero pecado. No se trataba de la «mentira», sino de la revelación, que no había dado lugar a la compasión que Mia tanto temía. Se había ganado el respeto de los demás a lo largo de su trayectoria profesional y era una buena policía.

Solliday besó la coronilla de Mia. También era una buena esposa. El día de la boda, Beth le comunicó que empezaba la primavera. No lo había planeado, pero le pareció adecuado. Beth supuso que Christine estaría de acuerdo y Reed coincidió.

– ¿Qué estamos viendo? -preguntó Solliday cuando la imagen de una entrega de premios ocupó la pantalla.

– Lynn Pope fue postulada al premio como locutora del año por el reportaje que realizó sobre Bixby y el Centro de la Esperanza. Parece que ha ganado. Espero que Wheaton lo esté viendo desde la celda.

– No es que estemos resentidos ni nada que se le parezca… -bromeó Reed y Mia le asestó un codazo.

La imagen mostró el Centro de la Esperanza y un extracto del testimonio que Pope había divulgado hacía meses. Como estaban empeñados en poner a prueba métodos terapéuticos que todos los grupos serios habían rechazado, Bixby y Thompson crearon el Centro de la Esperanza. Investigaciones posteriores demostraron el manejo incorrecto de fondos estatales, así como de las comisiones abonadas por visitadores médicos de los laboratorios farmacéuticos que pretendían el uso exclusivo de sus productos. Despidieron a los profesores antes de que se convirtiesen en sospechosos. Entonces sucedió lo imprevisto y Andrew Kates dio a conocer el trabajo de la vida de Bixby.

Pope había rastreado a Bixby hasta Londres, donde pretendía permanecer discretamente hasta que se calmase el revuelo causado por el caso Kates. Una vez recobrada la calma, pensaba reanudar su trabajo, pero la investigación de Pope dio por resultado la clausura del centro y la recolocación de los internos.

– Espero que esos chicos tengan la oportunidad de rehabilitarse -comentó Reed mientras Pope cerraba el programa.

Mia parpadeó y lo miró sorprendida.

– Por lo que tengo entendido no crees en la rehabilitación.

Reed se encogió de hombros.

– Puede que para algunas personas no funcione, pero a Kelsey le ha servido.

– De todas maneras, sigue entre rejas.

Mia recordó que a su hermana habían vuelto a negarle la libertad condicional. Reed la abrazó.

– La próxima vez.

– Tal vez. -Mia no se dejó arrastrar por la pena y abandonó la cama-. No es un día para tristezas. Solliday, levántate y vístete. No puedo llegar tarde. -El teniente no se movió, aunque se acomodó de lado para verla mejor mientras se vestía-. Reed, no tenemos todo el día. Ya sabes que tardas una eternidad en elegir los zapatos.

– Porque son un accesorio importante. Espero que no te pongas botas para ir a la iglesia.

– No, he comprado estos zapatos. -Mia hizo una mueca de dolor y le mostró un par de sandalias atrevidas y con tacón de aguja-. Me haré daño en los pies por una cría que ni siquiera se acordará.

– Estoy seguro de que cuando crezca se lo recordarás -replicó Reed con ironía y escogió el traje que quería ponerse-. Mia, no todos los días ejerces de madrina. Déjate de tonterías y ponte las sandalias.

Mia cogió la foto que tenía en el tocador. Aunque arrugada, para Mia la recién nacida era preciosa. Se trataba de Faith Buchanan, la hija de Dana. Para esa niña también sería la tía Mia. Le pareció perfecto porque para Jeremy sería mamá. Aún no la había llamado así, pero seguro que no tardaría. Mia no sabía cómo reaccionaría la primera vez que lo oyera. Probablemente de la misma forma que la primera vez que Reed le dijo que la quería: llorando como un bebé.

– Mia, ¿piensas dedicar el día a mirarte en el espejo? Necesito ayuda con los botones.

La detective parpadeó, pues no se había dado cuenta de que miraba su propia imagen. Dejó la foto sobre el tocador, abotonó rápidamente la camisa de Reed, le hizo el nudo de su corbata y le colocó el alfiler.

– ¿Cómo te apañabas hasta que entré en tu vida?

Reed le besó la punta de la nariz.

– Tardaba mucho más en vestirme, sin hablar de que me comía los frankfurts a palo seco y dormía solo. -Sonrió a su esposa-. Mi calidad de vida ha mejorado enormemente.

A Mia no le quedó más opción que reír.

– La mía también.

«Casper»

no sé si he dicho que vivo con un fantasma

la llamamos Casper

me sigue

cada día flota sobre mi lecho cuando despierto

se sienta en la jabonera de la ducha

se posa en el espejo de mi dormitorio

me mira

sus ojos… mis ojos… sus ojos

me ha robado los ojos

la nariz… la barbilla

es papá quien la ha invitado

le ha dicho que se quede

la ha sobornado con promesas de eternidad

a veces cuando me mira

papá da un respingo

como si la viera… pero soy yo

y me juego a que papá desea

hacer un trato con ella aunque solo sea por un día

la historia dice que Casper era perfecta

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cuenta hasta diez»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cuenta hasta diez» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Cuenta hasta diez»

Обсуждение, отзывы о книге «Cuenta hasta diez» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x