Karin Fossum - Una mujer en tu camino

Здесь есть возможность читать онлайн «Karin Fossum - Una mujer en tu camino» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Una mujer en tu camino: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Una mujer en tu camino»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Gunder Jomann se siente un hombre feliz tras regresar de un viaje a la India.Ha conseguido lo que más deseaba: una esposa india, joven y maravillosa. Pero su destino se tuerce, y el día que ella debe llegar a Noruega, desaparece. Poco después, el cuerpo de una mujer extranjera aparece mutilado a las afueras del pueblo. El inspector Sejer y su colega Skarre se ponen tras la pista del asesino. En su pequeña comunidad, donde todo el mundo se conoce y los secretos son difíciles de ocultar, nadie es sospechoso y, al mismo tiempo, cualquiera podría ser un asesino.

Una mujer en tu camino — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Una mujer en tu camino», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– La ayudarás a adaptarse, ¿verdad? -dijo Gunder a su hermana -. Las mujeres necesitáis hablar entre vosotras de vez en cuando, de mujer a mujer. Tranquilamente. Ella es sonriente y amable.

– Me pregunto qué dirá Karsten -repitió Marie algo escéptica.

– A ti no te importa, ¿no? -preguntó Gunder.

– No lo sé -respondió ella encogiéndose de hombros -. Él se escandalizará al principio. Espero que la gente sea amable con ella.

– Seguro que sí -dijo Gunder confiado -. ¿Por qué no iban a serlo?

– Estoy pensando en los jóvenes. No tienen piedad.

– A ella no le importan los jóvenes. Tiene treinta y ocho años.

– Bueno, bueno. Lo que pasa es que estoy un poco sobrecogida. Es muy guapa. ¿Qué dice su familia?

– Solo tiene un hermano mayor, que vive en Nueva Delhi. No tienen mucho contacto.

– Pero ¿se adaptará? ¿A este país de hielo?

– Solo hace frío en invierno -se apresuró a decir Gunder-. Tampoco es fácil vivir con ese calor que hace allí. Esto es más fresco. Ya se lo dije. Tenemos un aire más seco. En la India, el aire es tan húmedo que en cuanto sales a la calle estás mojado. Ella quiere buscar trabajo. Es eficiente y despabilada. Le gustaría trabajar de camarera. Ya le encontraremos algo.

Marie suspiró. Estaba acariciando un hermoso elefante de marfil que Gunder le había traído. El optimismo de su hermano era tan desbordante que era incapaz de quebrantarlo. Pero no podía dejar de pensar. Y sobre todo pensaba en esa mujer india que llegaría a ese pequeño y recoleto lugar de la tierra, poblado por agricultores y adolescentes sin piedad, con algún sabelotodo en cada casa. Gunder lo soportaría, pero ¿cuánto sería capaz de soportar esa mujer antes de anhelar su país y a su gente?

Gunder colgó la foto de Poona y él en un tablón encima del escritorio. Tuvo que desplazar una foto de Karsten y Marie, pues su mujer se merecía el mejor sitio. Cada vez que miraba la foto se llenaba de un inmenso fragor, como si se le desbordara por dentro un manantial. «Es mi mujer -se decía a sí mismo -. Te presento a mi mujer. Se llama Poona.» Y se puso manos a la obra con aplicación y aplomo. Ropa de cama nueva para la cama de matrimonio. Blanca con encaje en las fundas de las almohadas. Mantel nuevo para la mesa del salón. Cuatro toallas nuevas para el cuarto de baño. Había que lavar y planchar todas las cortinas de abajo. Marie lo ayudó. Había que abrillantar la cubertería de plata, había heredado mucha plata de su madre. Tenía que fregar las ventanas, pues tendrían que resplandecer para que Poona pudiera contemplar a través de ellas el precioso jardín lleno de rosas y peonías. También tendría que cambiar el agua del pequeño estanque de los pájaros. Lo vació con un cubo, ya que no tenía desagüe. Luego fregó el fondo con agua y jabón, y volvió a llenarlo. Puso orden en el jardín, tiró la basura, arrancó la mala hierba y rastrilló el camino de gravilla que subía hasta la casa. Siempre tenía en la cabeza la voz de Poona, su olor flotaba en el aire. Veía su cara cuando se acostaba por las noches. Seguía notando el suave roce de su dedo en la nariz.

Sus compañeros de trabajo sentían mucha curiosidad por su viaje. Gunder estaba moreno y contento, y les contó lo que querían oír, pero no mencionó a Poona. Quería guardárselo para él aún una temporada. Ya se enterarían, ya llegarían sus comentarios y murmuraciones.

– Al parecer, has estado mucho tiempo al sol -dijo Bjørnsson expresando aprobación.

La calva de Gunder ardía como una linterna roja.

– Ni un instante -contestó -. En ese país no se puede estar al sol. Todo el rato estaba a la sombra.

– Joder -dijo Bjørnsson.

Aunque sin decirlo en voz alta, sus colegas sospechaban que algo se estaba cociendo. Gunder hacía más llamadas telefónicas que de costumbre. Se metía constantemente en el despacho vacío y los miraba mal si aparecían por la puerta. A la hora de comer salía muchos días a hacer compras. Volvía con bolsas de la cristalería GlasMagasinet y de la tienda de telas y ropa de cama. Poona llamaba a cobro revertido. Su hermano no estaba nada contento con ese matrimonio, pero eso a ella no le preocupaba.

– Lo que pasa es que me tiene envidia -dijo.

– Es pero que muy pobre, ¿sabes?

– Podemos invitarlo a venir a Noruega cuando todo esté arreglado. Es importante que vea lo bien que vas a estar. Yo puedo costearle el viaje.

– No hace falta que lo hagas -dijo Poona -. No se lo merece, siempre está de mal humor.

– Ya verás cómo se va tranquilizando. Haremos fotos y se las enviaremos. Fotos de ti en el jardín delante de la casa, en la cocina. Así verá que no te falta de nada.

El 20 de agosto se iba acercando. Marie llamó para decir que Karsten se iba a Hamburgo de viaje de negocios, y que no estaría en casa el día que llegara Poona.

– Me imagino que los dos querréis estar solos el primer día -dijo -. No es mi intención presentarme enseguida. Podéis venir a comer el día veintiuno. Haré asado de corzo. El veinticuatro es el cumpleaños de Karsten. Ella podrá conocerlo entonces. Él tendrá que esforzarse y ser amable por una vez.

– ¿No es amable? -preguntó Gunder escandalizado.

– Sabes bien cómo es -contestó Marie malhumorada.

– Todos nos tomaremos el tiempo que haga falta -dijo Gunder-. La que más tiempo necesitará es Poona. Ella es la que va a abandonar todo y a todos, y a viajar hacia algo completamente nuevo.

– Mañana iré a por flores -dijo Marie -. Todavía tengo tu llave. Las pondré en el salón para ella. Con un saludo de Karsten y mío, para que se sienta bienvenida. ¿A qué hora sales hacia el aeropuerto?

– Con mucho tiempo -contestó Gunder-. El avión aterriza a las seis. Poona llegó ayer a Frankfurt y ha dormido allí esta noche. Quiere hacer alguna compra primero. Y mi intención es estar en el aeropuerto antes de las cinco, ya que tengo que buscar sitio para el coche y todo eso.

– Llamadme cuando lleguéis a casa. Solo para que sepa que os habéis encontrado.

– ¿Encontrado? ¿Por qué no íbamos a encontrarnos?

– Pues porque ella viene de muy lejos. Y porque a veces hay muchos retrasos y cosas así.

– Claro que nos encontraremos -dijo Gunder.

Y ella se dio cuenta de que a su hermano jamás se le había ocurrido pensar que la mujer no llegara. Ella, sin embargo, había pensado precisamente en eso. Gunder había dejado dinero a esa mujer, y reservado y pagado su billete, que tal vez ella podría volver a cambiar por dinero. Una fortuna para una mujer pobre. Además, le resultaba completamente imposible imaginarse a una mujer de la India con sari color turquesa en la cocina de Gunder. Pero no dijo nada. Pidió a su hermano que tuviera cuidado por la carretera hasta el aeropuerto, que estaba muy lejos.

– Hay mucho tráfico -dijo ella -. Y justo mañana no deberías chocarte con nadie. Sería muy inoportuno.

– Ya lo creo que lo sería -contestó Gunder.

4

20 de agosto.

Se tomó un día libre en el trabajo. Se levantó a las siete y descorrió las cortinas. Llevaba muchos días haciendo un tiempo estupendo, pero ese día el cielo estaba pesado y negro, lo cual le irritó. Pero hacía algo de viento, así que a lo mejor cambiaba un poco más tarde. Estuvo un buen rato en la ducha y se preparó un sólido desayuno. Dio una vuelta por casa, estudió la foto de Poona y él que había en la pared sobre el escritorio y miró el cielo, para ver si había algún cambio. Sobre las dos descubrió una grieta azul. Al poco rato el sol irrumpió con una luz deslumbrante. Gunder lo vivió como un augurio. Esa luz era Poona. La veía constantemente en su interior, como suponía que ella lo veía a él, era como encontrarse con su mirada. Luego dejó de verla. Se buscó algo que hacer. Ir al buzón a por el correo, hojear el periódico… Hora y media más, y me meto en el coche, pensó. ¿Y por qué no ahora mismo? Habrá menos tráfico si me voy ahora. Dobló el periódico y se levantó de un salto. Abrió a medias una ventana, y estaba a punto de coger las llaves del clavo de la pared cuando sonó el teléfono. Inquietante. Sería alguien del trabajo, nunca eran capaces de apañárselas solos. Por eso estaba irritado cuando contestó. Era una mujer a la que no conocía, pero oyó claramente las palabras a través del auricular. Del Hospital Central. ¿Era Marie Jomann Dahl pariente suya? Gunder carraspeó.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Una mujer en tu camino»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Una mujer en tu camino» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Una mujer en tu camino»

Обсуждение, отзывы о книге «Una mujer en tu camino» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x