Alex: Sí, muy romántico.
Rosie: ¿Eso es todo lo que tienes que decir? ¡¿Tres palabras sobre una de las noches más importantes de mi vida?!
Alex: Podría haber sido mejor.
Rosie: ¿Cuánto mejor? ¿Qué habrías hecho tú para que fuera mejor? ¡Me muero por saberlo! ¡Según parece, todos me conocéis mucho mejor que yo misma, así que adelante, sígueme la corriente!
Alex: ¡De acuerdo, acepto el reto! Bien, en primer lugar, te habría llevado a un hotel de la costa para que tu suite tuviera increíbles vistas al mar. Podrías quedarte dormida escuchando el batir de las olas contra las rocas, habría cubierto la cama con pétalos de rosa rojos, habría encendido velas por toda la habitación y habría puesto tu CD favorito para que sonara de fondo.
Pero no te habría pedido que te casaras conmigo ahí. Te habría llevado a un sitio bien concurrido para que todos se quedaran boquiabiertos al verme rodilla en tierra pidiéndote en matrimonio. O algo por el estilo. Fíjate en que he puesto en cursiva todas las palabras clave.
Rosie: Oh.
Alex: ¿Eso es cuanto puedes decir? ¿Sólo una palabra sobre la noche más importante de nuestra vida? Me arrodillo para pedirte en público que pases la eternidad conmigo y dices «Oh»? ¡Tendrías que reaccionar mejor!
Rosie: Vale, ésa también hubiese sido una bonita proposición matrimonial. ¿Acaso he dado mucho la lata con las proposiciones matrimoniales, Alex?
Alex: Continuamente, amiga mía. Continuamente. Cualquiera que te conozca un poquito tiene claro que eso es más o menos lo que siempre has soñado al respecto. Aunque un fin de semana en una casa rural también suena bien.
Para Alex, Sally y el pequeño Josh:
DENNIS amp; ALICE DUNNE
Tienen el honor de invitaros a la boda de su querida hija
ROSIE con GREG COLLINS
El 18 de julio de este año.
Querida Rosie:
Te saliste con la tuya. Te casaste con Comosellame. Estabas preciosa, Rosie. Me sentí orgulloso de estar a tu lado en el altar y fue un honor acompañarte en un día tan especial. Fue un honor ser tu padrino, pero, tal como dijiste en mi boda, ese día tu acompañante de honor no fui yo, sino Comosellame. Hacíais muy buena pareja.
Tuve una sensación muy rara cuando me diste la espalda y desfilaste por el pasillo con Greg. ¿Acaso fueron celos? ¿Es normal? ¿Tuviste esa sensación el día de mi boda o me estoy volviendo loco de remate? No paré de darle vueltas: ahora todo va a cambiar, ahora todo va a cambiar. Ahora Greg es tu hombre y es a él a quien confías todos tus secretos. ¿Dónde encajo yo? Fue un sentimiento muy extraño, Rosie, aunque poco a poco se me fue pasando.
No me atreví a comentárselo a nadie, y mucho menos a Sally, porque entonces habría estado encantada de pensar que su teoría de que los hombres y las mujeres no pueden ser «sólo amigos» era correcta. No es que estuviera celoso porque quisiera ser tu marido, es sólo que…, bueno, no sé cómo explicarlo. Supongo que simplemente me sentí excluido, y ya está.
Estoy muy contento de que por fin Josh pisara suelo irlandés, bueno, en realidad lo que más hizo fue sentarse en suelo irlandés, pero ya le falta muy poco. Tenía intención de llevarle a casa desde hace mucho, pero el trabajo me lo impedía. Qué curioso, acabo de referirme a Irlanda como a mi casa; creo que no lo hacía desde hace tiempo. En fin, estuvo bien que Josh estuviera allí y me parece que Katie estuvo bastante contenta de cuidar de él toda la semana.
Es clavada a ti, Rosie. Esa chiquilla con el pelo negro como el azabache y la piel blanca es la misma niña con quien yo iba al colegio. Fue alucinante. Hasta al hablar con ella me sentía como el pequeño Alex otra vez. Toby no me quitaba el ojo de encima, siempre alerta; me parece que le daba miedo que fuera a llevarme a su amiga del alma. Y me parece que yo tampoco le quité ojo a él, porque él me estaba robando a mi amiga. Tuve que recordarme una y otra vez que Katie no eras tú.
No estoy muy seguro de que tu plan de reunirnos a mí, a Sally y a Josh diera buen resultado. Como seguramente notaste, durante esos días Sally no estuvo muy simpática que digamos. Pensaba que la escapada nos haría bien, pero por lo visto me equivoqué. Sólo sirvió para que tuviéramos ocasión de hablar más de la cuenta. Y eso no es lo mejor que puede hacerse cuando ninguno de los dos tiene cosas agradables que decir. Creo que puedo decir sin temor a equivocarme que la fase de luna de miel se ha terminado. Ya llevamos nueve años juntos.
Hablando de lunas de miel, espero que Greg y tú lo estéis pasando en grande con la vuestra. Supongo que esta carta te estará esperando en el felpudo de casa cuando regreses. Siempre había creído que querrías pasar tu luna de miel en una playa exótica, no tenía ni idea de que te interesaran los monumentos de Roma. Aunque no dudo de que deben de ser muy bonitos…, ¡creía que eras demasiado superficial como para que te importaran un pimiento! Es broma.
Ponte en contacto conmigo cuando regreses. Demuéstrame que a pesar de todo hay cosas que nunca cambian.
Besos,
Alex
¡Saludos desde Roma!
Hola, Alex. Buen tiempo, edificios bonitos. Pero, lo más importante, ¡hoteles fabulosos!
Besos,
Rosie
De: Rosie
Para: Alex
Asunto: ¡He vueeeelto!
Acabo de llegar a casa de nuestra luna de miel y he leído tu carta. Parecías desanimado, así que te he llamado y, ¿adivinas qué? Sorpresa, sorpresa, no estabas. Por eso recurro al e-mail.
Ya sé que en el fondo Sally nunca me ha caído muy bien, pero me gustaría que vosotros dos superarais lo que sea que te tiene preocupado. La llegada de un bebé supone un gran cambio (lo sé muy bien), y comprendo que dos personas que trabajan más duro que nadie que haya conocido tengan dificultades para lidiar con una nueva responsabilidad añadida a sus vidas.
Seguramente sólo necesitáis un poco de tiempo para amoldaros, pero a lo mejor podríais ir a ver a un consejero o algo por el estilo. Sólo Dios sabe cuánto me costó hacerme a la idea de que Katie iba a quedarse aquí para siempre, por más que la quisiera con todo mi corazón. Fue, y sigue siendo, un duro trabajo. Así que haz lo que sabes hacer y ponte a trabajar en ello.
Desde luego, no pretendo dármelas de sabihonda, pero deja de contarme a mí cómo te sientes y empieza a contárselo a Sally. Siempre estaré al pie del cañón para ti, Alex, sea una mujer casada o no.
Querido Alex:
Espero que estés bien. Me gustó verte en la boda. Josh es muy enrollado. Mamá iba muy guapa y tú también. Toby y yo estamos peleados. Cumple diez la semana que viene y se cree que es muy guay sólo porque es un poco más mayor que yo. No me ha invitado a su fiesta de cumpleaños y yo no he hecho nada malo. La semana pasada discutimos sobre a quién le tocaba primero el ordenador y yo fui primera aunque me acordaba que había sido primera la última vez pero me parece que él no se acordaba así que no está enfadado conmigo por eso. No he hecho ninguna otra cosa mala.
Mamá fue a ver a la mamá de Toby para ver qué pasaba pero ella tampoco lo sabe. Toby no me habla. Lo odio. Me buscaré un amigo nuevo. Mamá me dijo que te escribiera y te lo contara porque eres mi padrino y sabes sobre estas cosas.
Mamá piensa que Toby está siendo muy malo y que tendré inseguridad cuando crezca por culpa de que no me hayan invitado a una fiesta de cumpleaños. Dice que tú sabes lo que quiere decir.
Besos,
Katie
Queridísima Katie:
Tu sabia y extremadamente inteligente madre lleva razón, como siempre. Estoy de acuerdo en que Toby está siendo terriblemente frío y calculador. Es espantoso que alguien vaya a cumplir los diez y haga eso de no invitar a su mejor amiga a la fiesta de su cumpleaños. Creo que debería considerarse delito. Es un acto egoísta e imperdonable que pagará caro durante muchos años, no lo dudes, quizás hasta que le falte poco para cumplir los treinta, en realidad.
Читать дальше