• Пожаловаться

Lynn Messina: Fashionista

Здесь есть возможность читать онлайн «Lynn Messina: Fashionista» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Lynn Messina Fashionista

Fashionista: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Fashionista»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Sobrevivir en una revista femenina puede ser una lucha a muerte. Sobre todo, cuando tu jefa es una tirana. Vig Morgan por fin ha conseguido dejar de ser la ayudante de la dictatorial y repelente directora, solo para verse metida en un mar de conspiradores. Pero Vig no es como las demás editoras en la super cool Fashionista. Para empezar, a ella le da igual qué diseñador viste a las estrellas del momento. Es inteligente, astuta y tan ambiciosa como cualquier persona inteligente y mal pagada, pero nunca tomaría parte en un complot para defenestrar a su jefa. ¿O sí? Salta con Vig a las turbulentas aguas -conspiraciones, puñaladas por la espalda, libertad de expresión, coqueteos y alta costura- a las que se enfrenta cuando decide unirse a un compló de lacayos que quieren cargarse a la abeja reina, con inesperados -pero no necesariamente decepcionantes- resultados.

Lynn Messina: другие книги автора


Кто написал Fashionista? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Fashionista — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Fashionista», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

No esperes que Lydia le recuerde a la directora de Fashionista que las seis de la tarde no es buena hora para decidir que no le gustan las páginas centrales.

No esperes nada de nada.

El comienzo de un complot

Allison es una serie de historietas vagamente conectadas que viajan por encima de los paneles que separan nuestras mesas en la redacción. Las cosas que cuenta son tan absurdas que a veces parece menos una persona que un personaje de cómic.

Como trabajamos en el mismo sitio, Allison y yo nos vemos por los pasillos o en la sala de juntas, pero apenas nos dirigimos la palabra.

Sé tantas cosas de su vida (qué hombres no la llaman al día siguiente, las odiosas mujeres con las que sale su padre, las vacaciones que le han salido mal, la infección de vejiga que su médico no es capaz de curar) que apenas puedo mirarla a los ojos. Esas son cosas que yo no debería saber.

Hay cosas de las que no se habla en el trabajo, cosas que sólo se cuentan a los amigos.

De modo que me sorprende que Allison asome la cabeza por encima del panel y me diga:

– Vig, ¿podemos hablar?

La petición es tan extraña que me quedo unos segundos sin habla. Aunque se dirige a mí, aunque ha usado mi nombre, me digo que está hablando con otra persona. Tiene que haber otra Vig. Miro alrededor, pero no hay nadie.

– ¿Tienes unos minutos? No te entretendré demasiado.

Como llevo dos años escuchando todas sus conversaciones, sé que eso no es cierto. Allison tarda muchísimo en explicar algo. Ella no sabe lo que es la concisión. Empieza a hablar de una cosa y, de repente, se encuentra hablando de otra que no tiene nada que ver. No sé cómo lo soporta la gente que habla con ella por teléfono, pero a veces yo tengo que levantarme y dar una vueltecita por la redacción para no volverme loca.

Aunque tengo una montaña de trabajo que debo terminar antes de las seis, siento demasiada curiosidad como para decir que no. El interés de Allison en mí no tiene precedente. Hay pocas cosas que se hagan «sólo una vez en la vida», pero creo que esta es una de ellas.

– Muy bien.

– Aquí no. ¿Te importa si…? -dice Allison, señalando hacia el pasillo.

Como no estoy acostumbrada a que sea discreta, temo por un momento que vaya a despedirme. Pero no puede ser. Allison es redactora, igual que yo.

La redacción de Fashionista está casi a oscuras porque ya es muy tarde y las únicas luces son las que salen de los despachos. Pasamos por delante de recepción y subimos a la planta de directivos, donde están el presidente, los consejeros delegados, el departamento jurídico y el director financiero. Nunca había estado allí y me sorprende que sea tan elegante. Por fin, llegamos a un aseo de señoras. Allison marca un código de cuatro números y la puerta se abre. Estamos en el aseo de ejecutivos, que tiene lavabos de mármol, una alfombra persa y un sofá de cuero negro. Sentadas en el sofá están Kate Anderson, de Accesorios y Sarah Cohen, de Fotografía. Yo estoy desconcertada por el aseo, por el sofá y por la compañía.

– Hola -digo, mirando a Allison para que me dé una explicación.

– Gracias por venir -sonríe Sarah, señalando el sofá para que me siente a su lado.

– ¿Por qué estoy aquí?

– Eres nuestro ariete -contesta Kate.

– ¿Cómo?

– Nuestro ariete -insiste Allison.

– ¿Un ariete? ¿De qué estáis hablando?

– El ariete para nuestro plan.

– ¿Vuestro plan?

– Nuestro plan -repite Allison, aparentemente muy satisfecha.

– ¿Qué plan? -me veo obligada a preguntar.

– Nuestro ingenioso plan para echar a Jane McNeill de Fashionista.

Jane McNeill

Seguro que tú has conocido a alguna Jane McNeill. Jane McNeill, nuestra directora, es la típica tía dura, pero buena. Es un poco abrupta, pero conoce su trabajo y sabe vender revistas. Se aprende mucho de ella.

O sea, para nada. No te lo creas. No hay nada bueno en Jane McNeill. Tiene mal carácter y ninguna paciencia. La amabilidad es una aflicción de los débiles y, si te tomas una semana libre tras la muerte de tu madre, ella levantará los ojos al cielo delante de todo el mundo, como si tu dolor fuera un gran inconveniente. Le encanta humillarte delante de todo el equipo y cuando conoces la respuesta a una de sus preguntas imposibles (por ejemplo, cómo se llevaban los bajos en los años cincuenta) ella encuentra la forma de hacerte quedar mal.

Las reuniones son siempre tan tensas que te sientes como si estuvieras defendiéndote ante el Comité de Actividades Antiamericanas o ante un tribunal superior que exige saber cuál es la razón para la huelga de gusanos de seda en Alto Volta (esta pregunta es capciosa; los gusanos de seda no tienen sindicato).

Jane McNeill es una mujer con problemas de ansiedad y nosotros somos sus conejillos de Indias.

Jane no está siempre en Nueva York, pero su presencia es logarítmica y puede ser medida en la escala Richter. Cuando aparece en la redacción dos días seguidos, la devastación es cien veces mayor que tras el paso del huracán Mitch. Y tu autoestima, ya de por sí muy dañada, se convierte en una nube de polvo.

Tienes que sufrir sus abusos durante dos largos años antes de conseguir el ascenso que lleva dieciocho meses prometiéndote (si pudieras esperar un poco más. Vig. Un redactor en Fashionista puede llegar muy lejos) y sólo cuando estás a punto de destrozar tu ordenador con un hacha. Jane te llama a su despacho para darte la buena noticia: sigues en la revista, y sigues teniendo que soportarla, pero ya no estás en la línea de tiro porque una tonta nueva recibirá las bofetadas. Y te alegras tanto de no ser ella (y te sientes tan avergonzada por alegrarte) que apartas la mirada cada vez que pasas por delante de su mesa.

Jane vende revistas, pero eso tiene mucho más que ver con la susceptibilidad del público que con sus brillantes ideas. Cada año insiste en que escribamos un artículo sobre el clásico estilo de Jackie Kennedy o sobre la gracia intemporal de Grace Kelly, como si nadie hubiera escrito ya sobre eso un millón de veces. Pero lo han hecho. Sólo que mejor que nosotras.

El secreto de su éxito es trabajar en revistas que están a punto de despegar y después llevarse todo el crédito. Lo ha hecho en Face y en Voyager y volverá a hacerlo cuando una nueva revista aparezca en el horizonte. Es genial autopromocionándose y una experta en el glamour y el brillo que atrae a los propietarios de las revistas.

No eres la única que está contando los días para retirarte, hija.

El complot toma forma

El lavabo de la redacción no es precisamente el sitio donde yo me siento más cómoda. Siempre está lleno de gente y puedes ver la cabeza de las compañeras que están haciendo pipí. Si quieres estar un momento a solas, lo mejor es meterse en un ascensor. A veces, con un poco de suerte, consigues viajar sola los veintidós pisos.

Pero Allison, Sarah y Kate parecen estar muy a gusto en el lavabo de ejecutivos. Mientras yo miro hacia la puerta, esperando que Lydia entre en cualquier momento y nos pille in fraganti, ellas se dedican a peinarse delante del espejo.

– Ha llegado el momento -dice Sarah.

– ¿Ha llegado el momento?

Yo no entiendo nada. No sé por qué quieren que yo sea el ariete, no entiendo qué hago aquí y, sobre todo, no entiendo cómo quieren librarse de Jane.

Allison toma un bote de laca y se dedica a echárselo en el pelo como si estuviera en su propia casa. Hoy lleva pantalones grises de lino y una blusa blanca sin mangas. El atuendo debería ser elegante, pero en Allison parece como si fuera lo primero que encontró en el armario porque todo lo demás estaba en la tintorería.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Fashionista»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Fashionista» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Christine Feehan: Juego Mortal
Juego Mortal
Christine Feehan
Christie Ridgway: Amor a ciegas
Amor a ciegas
Christie Ridgway
Iris Johansen: Callejón sin salida
Callejón sin salida
Iris Johansen
Jennifer Greene: Ola de Calor
Ola de Calor
Jennifer Greene
Отзывы о книге «Fashionista»

Обсуждение, отзывы о книге «Fashionista» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.