Así en estas breves líneas, puedo resumir lo que fue mi infancia hasta los quince años, lejos de lujos, comodidades y una vida sin libertad juvenil (no teníamos tiempo ni para jugar). Nunca escuché a mi padre hablar de proyectos, objetivos, metas, negocios, si él pensaba eso, nunca lo compartió con nosotros, todo eso era un tabú.
Supongo que esa idea de prosperar económicamente no estaba en su mente ni ADN ya que murió pobre y dejándonos deudas por pagar. Hasta aquí puedo resumir un poco lo que significaba el éxito para mí. Algo muy extraño y dado a gente y familias especiales, y no a la mía.
Familiares: ellos vivían en la gran ciudad con sus centros comerciales, rodeados de citadinos y envueltos en esa gran metrópoli con sus vidas lujuriosas, fiestas constantes y con un nivel de léxico sorprendente para ligar con las chicas más bellas del entorno. Todo esto yo lo podía ver desde la finca (nombre dado al campo), desde donde se podía ver parte de la ciudad.
Me quedaba embelesado mirando la metrópoli (Pereira, Colombia) y soñaba despierto que iba a vivir en medio de ella, y que mi vida iba a dar un giro de ciento ochenta grados. Y que allí radicaba ese éxito tan sorprendente que todos tenían y hablaban. Y que yo, con toda mi alma, la anhelaba.
II. ¿CÓMO CONSEGUIRLO?
¿Cómo conseguir qué?
Si no sabemos lo que es para nosotros el éxito, ¿cómo saber lo que queremos?
Para muchos es tener:
Dinero
Poder
Fama
Mujeres
Reconocimiento
Títulos
Estabilidad
Salud
Amigos
Familia
Vida
Empleo
Comida
Ropa
Dormir mucho, etc,
Dinero: pero no tengo buena salud. Suele pasar.
Poder: para gobernar, dirigir una empresa, pero malas relaciones con la familia, etc.
Fama: soy conocido en todas las redes sociales, pero tengo problemas psicológicos y adictivos.
Mujeres: soy un macho alfa, seductor, semental, todas me siguen, pero no puedo tener una excelente relación con una sola y menos respetarla como ser humano ya que pasa a ser un objeto sexual.
Reconocimiento: un honoris causa tal vez, la llave de la ciudad, título otorgado por alguna institución, etc. Públicamente reconocido, pero mi familia me dice que ojalá me conocieran en casa donde realmente soy yo, un desastre y no tengo ni el respeto de mis más cercanos, solo apariencias.
Títulos: carreras universitarias, doctorados, másteres, idiomas, pero no puedo controlar mi vida. Soy un desatado egocéntrico, arrogante, que hago lo que sea necesario para obtener lo que quiero. Sin importar la vida de los demás.
Estabilidad: económica, psicológica, física, familiar, conyugal. ¿Cuál de ellas? Quizás todas serían lo más adecuado y lo más cercano a una buena vida conocida. Pero recordemos que nada en nuestras vidas es perfecto.
Salud: salud inquebrantable, con una actitud negativa, no puedo, no soy capaz, este apellido, este país, familia. Nací pobre, moriré pobre, para qué salud. Si no tengo dinero para hacer las cosas que quiero.
Amigos: amigos o conocidos. El que halla un amigo, ha encontrado un tesoro, y eso es un regalo divino. Ahora conocidos muchos, incluso gente que nunca hemos vuelto a ver.
Tampoco han sido relevantes para nuestras vidas. ¿Será que por tener muchos conocidos somos más felices y exitosos? Tenemos las redes sociales, donde todos tenemos a miles de personas, y no conocemos a ninguna. ¡Pensad en ello!
Familia: familia u hogar, hay una gran diferencia, pero es suficiente tener una linda familia si no hay buena salud, economía, relación. Conozco familias grandes con grandes problemas, familias pequeñas con grandes problemas y ¡familias estables! ¡No olvidéis que hay familias perfectas!
Vida: por lo menos tengo vida, dicen algunos, y me he vuelto a despertar hoy. ¡Qué bendición! ¡Claro que sí!
Qué hacemos con nuestra vida, cómo la vivimos, cómo invertimos nuestro tiempo. Aprovechamos el día a día. Valoramos lo que tenemos sin importar que sea poco. ¿Somos felices con ello? ¿Es suficiente tener vida para ser exitoso? ¿Olvidando otros puntos necesarios de compenetración a nuestro existir? ¡Meditad en ello!
Empleo: Cuarenta años trabajando para otro, cumpliendo sueños ajenos, llenos de rutina diaria, sin ver una luz positiva en nuestra vida, donde dependemos de un sueldo miserable que en muchos casos no nos permite tener una vida digna.
Ocho, nueve, diez y hasta doce horas diarias, un sinfín de trabajos, estresados y presionados por los jefes, sin fuerzas cuando llegamos a casa, para atender a nuestra familia o poder tener una vida social placentera. ¿A esto lo podemos considerar éxito?
¡Cada cual!
Alimentos: no solo de pan vive el hombre, tremendo versículo.
¿Con tener un plato de comida en la mesa se construye una vida? ¿Familia, hogar? ¿Es suficiente para nuestra existencia en este planeta?
¿A eso hemos venido o fuimos creados? ¿Será esto propósito de vida?
Cuántas veces escuchamos a personas decir: con que tenga para comer, así sea poco, me es suficiente. ¿Será este el secreto de la felicidad?
¡Pensadlo!
Ropa: ¿el vestir bien es un símbolo de riqueza? ¿De prosperidad? ¿De éxito? Sin importar que tengamos que vivir endeudados para conseguirlo. ¿Con qué fin lo hacemos? ¿Sentirnos bien, impresionar?
¿Decirle al mundo que mi vida es perfecta? O realmente lo hago porque puedo y me gusta estar a la moda, y eso me hace sentir seguro de mí mism@.
Nuestra imagen exterior refleja lo que en realidad somos y con eso es suficiente para ser feliz y exitosos.
¡Meditad!
Dormir: Ooooh. ¡Dormir, eso es lo más! Pasar muchas horas en la camita, arrulladit@. Sin prisa y luego tener un bello despertar, con unas vistas sorprendentes, mirando los fiordos noruegos o quizás los Alpes suizos.
¿Cuántas horas pasas durmiendo? ¿Doce, catorce? ¿Y qué haces con el resto del tiempo?
Recordemos que el día tiene veinticuatro horas para todos. Hay un versículo que dice: «No ames el sueño, no sea que te empobrezcas; abre tus ojos y te saciarás de pan». Proverbios 2,13
Es recomendable por salud dormir mínimo siete horas seguidas.
¡En fin… cada uno!
Estos son algunos puntos que pueden representar el éxito, pero os aseguro que hay muchos más. Cada persona tiene su ideal, su creencia, su virtud y su vida. Su alma busca lo que mejor que le acomode, no siempre lo que le conviene.
Todo esto hace que muchos nos confundamos al querer saber qué es el éxito. Porque cada uno lo interpreta o valora de formas distintas.
III. SABER SI LO TENGO «CONSEGUIDO»
Cuándo sé yo si soy exitos@, si el mundo me lo enseña de muchas maneras y multiformes ideas que no son nada claras, es más confunden mucho. Unos dicen: «Soy exitos@, tengo una familia preciosa», pero no tienen dinero para llevar a sus hijos a un buen colegio.
«Tengo éxito en relación con mis amigos», pero en el trabajo es un tirano.
«He podido comprar el coche del año», y está lleno de deudas.
«He vendido millones de copias de discos», pero está en depresión.
«La fama me persigue a donde quiera, pero no soy feliz. No tengo vida propia (libertad).»
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