Leo en PHI
Tarot en PHI : Paradigma Hermético Iniciático / Leo en PHI. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2020.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: online
ISBN 978-987-87-0489-0
1. Ensayo Argentino. 2. Tarot. I. Título.
CDD 133.32424
Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723
Impreso en Argentina – Printed in Argentina
Para mis hijos, Leito y Alana, por ser el mayor Conmensurable,
cuando llegue el día de mi Juicio ante Anubis,
de que mi Vida en este plano ha Aportado Luz al mundo
a través de dos seres hermosos y maravillosos que me han Trascendido
ya en tanto, con tan pocos años.
Para Gaby Lunari, mi Amor, mi Compañera de Vida
y mi Gran Maestra, junto a la cual he Atravesado y Atravieso
mis mayores Bordes, y que siempre me ha incentivado
a Concluir mi Obra, Valorándola a veces más que yo mismo.
Para Cristian Zeballos, de cuya mano conocí este mágico
Paradigma del Hermetismo y la Iniciación,
y que ha sido mi Guía en mi Proceso de Transformación Personal,
mucho más allá de este Libro y esta Baraja, los cuales sin sus Ubicaciones, Dispositivos (¡de los que muchas veces he renegado!)
y Acompañamiento, probablemente jamás
habrían salido de la Oscuridad de mis Inseguridades.
Y Para Ti, Lector, que Apuestas a Comprenderte
y Convertirte en tu Mejor Versión.
Con Amor,
Leo En PHI
Introduccion
El Antiguo Egipto ha sido la primer Gran Civilización de nuestra Historia como Humanidad depositaria del Saber Hermético. Si bien Sumeria ostenta el título de ser la primera en términos cronológicos (a mediados del siglo IV a.C., aproximadamente, en la Mesopotamia Asiática), ya a fines de ese siglo se puede comenzar a hablar de los albores de una Civilización Egipcia en los Valles del Nilo.
Lo cierto es que, sin detrimento de una Cultura por otra, ambas han sido las primeras Depositarias y Custodias de un Saber Original (seguidas por otras grandes culturas como India, China, Grecia, Incas, etc.) que debido a su Relevancia y a su Poder, debió ser transmitido y confiado durante milenios sólo a un selecto grupo de personas que hubiesen demostrado previamente el Respeto y la Disposición necesarias para una tarea de tal índole Sagrado.
Si observamos la cosmogonía egipcia (es decir: los mitos de esta Cultura que explicaban el Génesis o el Comienzo de Todo), observaremos que más allá de las diferencias a veces considerables de las versiones entre cada ciudad principal, en casi todas ellas existe un dios (un término poco apropiado para el concepto que los egipcios realmente tenían de estos seres) que reviste una especial Consideración sobre todos los demás. Su Nombre más conocido, gracias a los griegos, es Toth o Teut, aunque aquél con el que era Nombrado por los egipcios era Dyehuty (“El de Dyehut”, ciudad del XV nomo -que eran algo así como “provincias”- del Antiguo Egipto, donde se lo adoraba y residía su principal Templo. Los griegos, que asociaron a este dios a través del sincretismo a su deidad Hermes, denominaron a esta ciudad Hermópolis “La Ciudad de Hermes”). Otro nombre con el que los egipcios también se referían a él era Semsu (“El Dos Veces Grande”); los griegos luego fueron por más y luego de asociarlo a su dios Hermes, lo rebautizaron como Hermes Trimegisto, “el Tres Veces Muy Grande”.
Toth era un dios Lunar, y existen evidencias de que las primeras concepciones místicas humanas lo eran, lo cual lo ubica anterior al culto Solar a Ra, extendido más tarde desde la gran Heliópolis. De hecho, Hermópolis parece haber sido bastante reticente a aceptar este cambio, y sostuvo su culto principal a Toth incluso en el apogeo de los faraones solares.
No importa si el mito cosmogónico situaba a Ra o Ptah como el dios Creador que surge del Caos; Toth era considerado la Mente de Ra, el Arquitecto de todas las cosas, Señor de los Inventos y la Sabiduría, y también era la Lengua de Ptah, con el Poder de propagar la Vida a lo largo del mundo. De hecho, según la versión de Hermópolis es él quien se genera a sí mismo a partir del Caos.
Toth, el dios egipcio de la Sabiduría, los Misterios y los Inventos
Este dios, representado con cuerpo humanoide y cabeza de ibis a veces, o como un babuino en otras -representación que heredó a su vez de un dios más antiguo a quien reemplazó-, es a quien le atribuían el haber enseñado a los Hombres los Misterios de la Escritura, la Música, la Geometría, el Calendario (lunar), las Artes, e incluso el Ajedrez (aunque no el que conocemos hoy). El mismo Platón, en su obra Fedro , menciona esto mismo a través de los labios de Sócrates:
Pues bien, oí que cerca de Náucratis, en Egipto, hubo un dios, uno de los más antiguos del país, el mismo al que está consagrado el pájaro que los egipcios llaman Ibis.
Este dios se llamaba Teut. Se dice que inventó los números, el cálculo, la geometría, la astronomía, así como los juegos del ajedrez y de los dados, y, en fin, la escritura. El rey Tamus reinaba entonces en todo aquel país, y habitaba la gran ciudad del alto Egipto que los griegos llaman la Tebas egipcia, y que está bajo la protección del dios que ellos llaman Ammon. Teut se presentó al rey y le mostró las artes que había inventado, y le dijo lo conveniente que era difundirlas entre los egipcios.
Está claro que los inventos de Toth no están relacionados con lo práctico, con aquellas cuestiones densas que el ser humano debía aprender para sobrevivir. No nos enseñó la rueda, el molino, la siembra ni las artes de la guerra para defendernos del mundo que nos rodeaba. No: sus Regalos involucran precisamente el desarrollo y ejercicio de ambos Hemisferios Cerebrales: aquél de donde surge el raciocinio y aquél del cual surge la intuición. Los Regalos, los Dones de Toth son para que el Ser Humano aprenda a Trascenderse a Sí Mismo.
Y en este Libro, a través del Tarot en PHI, los alcanzo hasta Ti!
Parte I
Arcanos Mayores
El Loco
La primera Carta del Tarot en PHI se nos aparece así: sin un Número, sólo con un Nombre que tampoco parece demasiado prometedor: el Loco.
El hecho de que este Arcano Mayor no tenga número es altamente significativo. Existen varias Barajas en las cuales le asignan a esta carta el Cero (0) o el Veintidós (XXII), pero decidí respetar la esencia de este Arcano y no colocar número alguno en su parte superior. Un número es un Signo, y como tal, evoca una cualidad del mundo material o psíquico. Un Cero es un número, y por lo tanto, hace referencia -paradójicamente- a la Completud y la Nada, y colocaría al Loco en el Inicio de nuestro Viaje. El Veintidós, en cambio, es un Número Maestro, y lo situaría al Final. La esencia del Loco, sin embargo, es la Imprevisibilidad; no tiene Número porque puede aparecer en cualquier momento de nuestro Viaje. Para los egipcios, de quienes proviene esta sabiduría, no existía el número Cero.
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