Versos Breves
sobre
Delfines
Juguetones
Juan Moisés de la Serna
Editorial Tektime
2021
“Versos Breves sobre Delfines Juguetones”
Escrito por Juan Moisés de la Serna
1ª edición: octubre 2021
© Juan Moisés de la Serna, 2021
© Ediciones Tektime, 2021
Todos los derechos reservados
Distribuido por Tektime
https://www.traduzionelibri.it
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros medios, sin el permiso previo y por escrito del editor. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (Art. 270 y siguientes del Código Penal).
Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Puede contactar con CEDRO a través de la web www.conlicencia.com o por el teléfono en el 91 702 19 70 / 93 272 04 47.
Prólogo
Nadando por la corriente
un delfín se deslizaba
se encontró a una sardina
y corriendo la alcanzaba.
―¿A dónde vas sardinita?
―la pregunta el delfín.
―Solo me dejo arrastrar
―le contesta desde allí.
El delfín que es soñador
enseguida la decía
―Nos lleva al medio del mar
o a una playa vacía.
AMOR
Dedicado a mis padres
Contenido
1. Nadando por la corriente 1. Nadando por la corriente Nadando por la corriente un delfín se deslizaba se encontró a una sardina y corriendo la alcanzaba. ―¿A dónde vas sardinita? ―la pregunta el delfín. ―Solo me dejo arrastrar ―le contesta desde allí. El delfín que es soñador enseguida la decía ―Nos lleva al medio del mar o a una playa vacía. La sardina no contesta pues responder no sabía el delfín la dice serio ―A una playa vacía. ―¿Y eso? ―ella pregunta porque no lo entendía―, ¿y tú como sabes eso? ―Y el delfín la decía. ―Tirando por aquí vamos y seguro llegaremos si muy quietos nos estamos y no nos desviaremos. La sardina muy confusa al delfín le preguntaba ―¿Pero ¿qué me estás diciendo? ―Pues no entendía nada. El delfín la está mirando y se pone a reír ―En inglés te estoy hablando ―la ha contestado así. ―En inglés, ¿eso que es? ―la sardina preguntaba. ―¡Y yo qué sé! ―el delfín riendo la contestaba. »O seguro que es sueco o puede ser alemán es que muchas lenguas hablo desde chico lo dirán. La sardina se ha marchado por qué no le entendía él nadando se ha quedado y soñando allí seguía. AMOR
2. Tranquilamente mirando
3. Los acantilados llenos
4. En el fondo de los mares
5. Había en un delfinario
6. Un barco que paseaba
7. En un barquito velero
8. Una foca muy blanquita
9. Por la tarde en la playa
10. Una mañana un verano
11. Una mañana temprano
12. Una bella mañana
13. Por el río él bajaba
14. Dos mosquitos hay de frente
15. Una noche de tormenta
16. El sol se estaba poniendo
17. Nadando allí en el fondo
18. En el mar están nadando
1. Nadando por la corriente
Nadando por la corriente
un delfín se deslizaba
se encontró a una sardina
y corriendo la alcanzaba.
―¿A dónde vas sardinita?
―la pregunta el delfín.
―Solo me dejo arrastrar
―le contesta desde allí.
El delfín que es soñador
enseguida la decía
―Nos lleva al medio del mar
o a una playa vacía.
La sardina no contesta
pues responder no sabía
el delfín la dice serio
―A una playa vacía.
―¿Y eso? ―ella pregunta
porque no lo entendía―,
¿y tú como sabes eso?
―Y el delfín la decía.
―Tirando por aquí vamos
y seguro llegaremos
si muy quietos nos estamos
y no nos desviaremos.
La sardina muy confusa
al delfín le preguntaba
―¿Pero ¿qué me estás diciendo?
―Pues no entendía nada.
El delfín la está mirando
y se pone a reír
―En inglés te estoy hablando
―la ha contestado así.
―En inglés, ¿eso que es?
―la sardina preguntaba.
―¡Y yo qué sé! ―el delfín
riendo la contestaba.
»O seguro que es sueco
o puede ser alemán
es que muchas lenguas hablo
desde chico lo dirán.
La sardina se ha marchado
por qué no le entendía
él nadando se ha quedado
y soñando allí seguía.
AMOR
2. Tranquilamente mirando
Tranquilamente mirando
ella iba entretenida
cuando escuchó a lo lejos
una voz que conocía.
Enseguida a volar
la palomita echaba
y a encontrar a su amigo
deprisa se acercaba.
Porque nuestra amiguita
en el mar había escuchado
a alguien que la llamaba
y acudía a su lado.
Era la voz del delfín
la que le había llamado
estaba entrando a puerto
en una red enganchado.
La paloma vio enseguida
el peligro que había
piensa lo que puede hacer
y a quien se lo decía.
Por más que le daba vueltas
no encontraba solución
y el tiempo se pasaba
cuando se le ocurrió.
Buscaría a un amigo
ese que ella tenía
un anciano que la daba
de comer todos los días.
Volando hasta el balcón
la paloma ha llegado
y picotea el cristal
y el anciano se ha enterado.
¿Qué te pasa palomita?
no es hora de comer
le dice el ancianito
cuando la acaba de ver.
Ella sigue con el pico
no se quería parar
tiene que decirle algo
y se tiene que enterar.
Y como era muy lista
se ha hecho comprender
ha avisado al anciano
que rápido va a ver.
En el puerto que está cerca
el anciano está mirando
y ha visto al delfín
las penas que está pasando.
No se podía soltar
pues la red le retenía
el anciano con presteza
rápido lo arreglaría.
El barco es de su hijo
y enseguida él soltó
a aquel delfín chiquito
que nadando se marchó.
Y gracias a la paloma
que la forma encontró
de ayudar a su amigo
este feliz se sintió.
AMOR
3. Los acantilados llenos
Los acantilados llenos
esta mañana estaban
de foquitas aburridas
que por allí se encontraban.
Una pequeña foquita
quería juguetear
y corriendo se metió
de un salto en el mar.
Nadaba por esas aguas
buscando un jugador
alguien que quiera hacerlo
para encontrarse mejor.
De pronto vio a lo lejos
un pequeño pececillo
nadó corriendo al verlo
aunque no fue tan sencillo.
El pez que la había visto
se puso fuerte a nadar
pues comida no quería
ser allí en el ancho mar.
Sabía que si la foca
llegaba a donde él estaba
esta abriría la boca
y del pez nada quedaba.
La foquita agotada
de tanto nadar allí
se paró ya no quería
seguirle y llegó un delfín.
―Foquita te veo rara
y muy agotada vas
¿por qué has nadado tanto?
muy lejos de casa estas.
La foquita no había visto
en su vida a un delfín
pero le pareció bueno
para jugar por allí.
―¿Quieres tú jugar conmigo?
―rápido le preguntó―,
no tengo ningún amigo
y mucho me aburro yo.
El delfín dijo, ―Encantado.
Se pusieron a jugar
el pececillo de lejos
no dejaba de mirar.
Un poco envidia tenía
Читать дальше