Julia Quinn - Bajo El Brillo De La Luna

Здесь есть возможность читать онлайн «Julia Quinn - Bajo El Brillo De La Luna» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Bajo El Brillo De La Luna: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Bajo El Brillo De La Luna»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Victoria, la hija del vicario de Bellfield, conoce muy bien la desolación y tristeza de un corazón roto. Su alma ha estado vagando desorientada desde que Robert, el futuro conde de Macclesfield, la cautivara con sus encantos para luego rechazarla. Ahora, siete años después del amargo final de su romance, sus caminos vuelven a cruzarse. Sin embargo, Victoria no ha sido la única en sufrir de mal de amores. El aristócrata, prendado de la candidez y dulzura de la doncella, no ha podido olvidarla y esconde su melancolía y pesadumbre tras una bien forjada máscara de mujeriego y conquistador. Cuando sus miradas se encuentren, surgirán antiguos rencores y agravios nunca expresados, pero también las pasiones selladas durante casi una década, el orgullo maltrecho y los vestigios de un amor más fuerte que el tiempo y las convenciones que deberá luchar nuevamente contra cualquier obstáculo.
UN AMOR A PRIMERA VISTA…
Victoria ha tenido que acostumbrarse a vivir sin Robert, a olvidar su olor, la música de su voz, los profundos ojos que la acariciaban con simplemente mirarla. Su existencia ahora se limita a cuidar de un mocoso malcriado y a sufrir el desprecio y los ataques de aquellos que se creen por encima de una solitaria doncella de provincias. Nunca había imaginado volverlo a ver, y de pronto, el futuro conde de Macclesfield ha regresado a su vida como un torbellino. Pero esta vez, Victoria ha aprendido la lección. Robert ya le rompió el corazón en el pasado, y ella no permitirá que lo haga de nuevo.
… CONVERTIDO EN AMARGA TRAICIÓN
Robert Kemble, conde de Macclesfield, únicamente necesitó posar los ojos en la graciosa muchacha que saltaba las rocas del arroyo para enamorarse perdidamente, y una simple noche para convertirse en el hombre más infeliz de la Tierra. Victoria Lyndon, la hija del vicario y la damisela más dulce y cautivadora del condado, le partió el alma en dos cuando le dejó plantado mientras esperaba con entusiasmo juvenil la huída que les permitiría iniciar una vida juntos. Y ahora, casi una década después, vuelve a encontrarla, justo delante de sus ojos, su furia latente, su belleza irresistible… ¿Cómo olvidar a quien le robó el corazón por primera vez?

Bajo El Brillo De La Luna — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Bajo El Brillo De La Luna», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Robert?- Victoria se retiró asustada por esa nueva intimidad.

– Shhh, querida-dijo, la pasión volvía su voz más áspera. -Yo sólo quiero tocarte. He estado soñando con esto durante semanas. -Le tomó el pecho a través de la fina tela de su vestido de verano y se lo apretó.

Victoria gimió de placer y se relajó, permitiéndole completar su tarea.

Los dedos de Robert estaban temblando de expectación, pero de alguna manera se las arregló para desabrochar suficientes botones como para que se abriera el corpiño. Las manos de Victoria volaron de inmediato a cubrir su desnudez, pero él las apartó suavemente.

– No-susurró-. Son perfectos. Eres perfecta.

Y luego, como para ilustrar ese punto, movió su mano hacia adelante y rozó la punta de su pecho. Girando y girando, su mano se movió en pequeños círculos, conteniendo el aliento cuando el pezón se endureció como un capullo maduro.

– ¿Tienes frío?-Susurró.

Ella asintió, y luego negó con la cabeza y asintió de nuevo, diciendo: -No lo sé.

– Voy a hacerte entrar en calor.- Su mano envolvió el pecho femenino, marcándola con el calor de su piel. -Quiero besarte-, dijo con voz ronca. -¿Me dejas que te bese?

Victoria trató de humedecer su garganta, que se le había secado bastante. Él la había besado cien veces antes. Mil, posiblemente. ¿Por qué de repente le pedía permiso?

Cuando su lengua perezosa dibujó un círculo alrededor de su pezón, ella se dio cuenta el porque. -¡Oh, Dios mío!- gritó, sin apenas poder creer lo que estaba haciendo. -¡Ah, Robert!

– Te necesito, Torie.- Hundió la cara entre sus pechos. -No puedes imaginarte cómo te necesito.

– Yo-Yo creo que debes parar-, dijo. -No puedo hacer esto… Mi reputación… -No tenía idea de como poner sus pensamientos en palabras. La advertencia de su padre sonó sin cesar en los oídos. Él te va a utilizar y luego a desechar .

Vio la cabeza de Robert en el pecho. -¡Robert, no!

Robert respiró agitadamente tratando de cerrar el corpiño. Trató de abotonarlo, pero sus manos temblaban.

– Yo lo haré-, dijo Victoria y se volvió rápidamente para que él no viera lo colorada que estaba. Sus dedos también temblaban, pero resultó ser más ágil, y, finalmente, logró recuperar algo de su compostura.

Pero él vio sus mejillas sonrosadas, y casi se sintió morir al pensar que estaba avergonzada de su comportamiento. -Torie-, dijo en voz baja. Cuando ella no se volvió usó dos dedos para empujar suavemente la barbilla hasta que ella lo miró.

Tenía los ojos brillantes por las lágrimas.

– Oh, Torie-, dijo él, queriendo tenerla desesperadamente en sus brazos, pero se conformó con tocarle su mejilla. -Por favor, no te reproches.

– No debería haberte dejado.

Él sonrió suavemente. -No, probablemente no debería haberlo hecho. Y yo probablemente no debería haberlo intentado. Pero estoy enamorado. Aunque no es excusa, pero no pude evitarlo.

– Ya lo sé-susurró-. Pero yo no debería haberlo disfrutado tanto.

Robert soltó una carcajada tan alta que Victoria estaba segura que Ellie se les vendría encima para investigar. -Oh, Torie-, dijo, con respiración jadeante. -No te culpes por disfrutar de mi contacto. Por favor.

Victoria intentó dispararle una mirada de amonestación, pero la mirada masculina era demasiado caliente. Dejó que su buen humor subiera de nuevo a la superficie. -Con tal de no pedir disculpas por disfrutar de la mía.

Él tomó su mano y la atrajo hacia sí en un instante. Sonrió seductoramente, viéndose como el seductor que Victoria, una vez, le había acusado de ser. -Eso, mi querida, nunca ha sido un peligro.

Ella se rió en voz baja, sintiendo la tensión de su cuerpo apaciguarse. Ella se movió, colocando su espalda contra el pecho masculino. Él se distrajo jugando con su pelo, sintiéndose como en el cielo.

– Nos casaremos pronto.- Susurró, sus palabras vinieron con una urgencia que no esperaba.-Nos casaremos pronto, y entonces yo te mostraré todo. Te voy a demostrar cuánto te amo.

Victoria se estremeció de anticipación. Él estaba hablando sobre su piel, y ella podía sentir su aliento cerca de su oído.

– Nos casaremos-, él repitió. -Tan pronto como nos sea posible. Pero hasta entonces no quiero que te sientas avergonzada de lo que hemos hecho. Nos amamos, y no hay nada más hermoso que dos personas que expresan su amor. -Él le dio la vuelta hasta que sus ojos se encontraron. -Yo no lo sabía que antes de conocerte. -tragó audiblemente. -Yo he estado con mujeres, pero no lo sabía.

Profundamente conmovida, Victoria le tocó la mejilla.

– Nadie nos va a detener para amarnos antes de que estemos casados-, continuó.

Victoria no estaba seguro de si “amar” se refería a lo espiritual o a lo físico, y todo lo que se le ocurrió decir fue: -Nadie, excepto mi padre.

Robert cerró los ojos. -¿Qué ha dicho?

– Me advirtió que no te viera más.

Robert maldijo en voz baja y abrió los ojos. -¿Por qué?-Preguntó, con voz que salía un poco más dura de lo esperado.

Victoria consideró varias respuestas, pero finalmente optó por la honestidad. -Él dijo que no te casarás conmigo.

– ¿Y cómo sabe eso?-Replicó Robert.

Victoria se apartó. -¡Robert!

– Lo siento. Yo no tenía intención de levantar la voz. Es sólo que tu padre… ¿Cómo podría ser posible que conociera mis pensamientos?

Ella puso su mano sobre la suya. -Él no lo sabe. Pero él piensa que lo sabe, y me temo que es lo único que importa en este momento. Eres un conde. Yo soy la hija de un vicario. Hay que reconocer que es una unión muy inusual.

– Inusual-, dijo con fiereza. -Pero no es imposible.

– Para él lo es-, respondió ella. -Nunca va a creer que tus intenciones son honorables.

– ¿Qué pasa si yo hablo con él, pedirle tu mano?

– Eso podría apaciguarlo. He dicho que deseas casarte conmigo, pero creo que él cree que me lo estoy inventando.

Robert se puso de pie, atrayéndola con él, y galantemente le besó la mano. -Entonces, tendré que pedirle formalmente tu mano mañana.

– ¿Hoy no?-, preguntó Victoria con una mirada burlona.

– Debo informar a mi padre de mis planes-respondió Robert. -Yo le debo esa la cortesía.

* * *

Robert todavía no le había hablado a su padre acerca de Victoria. No era que el marqués pudiera prohibirle estar juntos. A sus veinticuatro años Robert estaba en edad de tomar sus propias decisiones. Pero él sabía que su padre podía hacer su vida difícil con su desaprobación. Y teniendo en cuenta la frecuencia con que el marqués instaba a Robert para comprometerse con la hija de este conde, u el otro duque, suponía que la hija de un vicario no resultaría lo que su padre tenía en mente para él.

Y así que fue, con determinación firme y cierto temor, que Robert llamó a la puerta del despacho de su padre.

– Entre-. Hugh Kemble, el marqués de Castleford, estaba sentado detrás de su escritorio. -¡Ah, Robert. ¿Qué necesitas?

– ¿Tiene usted un momento, señor? Necesito hablar con usted.

Castleford miró con ojos impacientes. -Estoy bastante ocupado, Robert. ¿No puede esperar?

– Es de gran importancia, señor.

Castleford dejó su pluma a un costado con un gesto de fastidio. Cuando Robert no comenzó a hablar inmediatamente, preguntó impaciente, -¿Y bien?

Robert sonrió, con la esperanza de mejorar el estado de ánimo de su padre. -He decidido casarme.

El marqués sufrió una transformación radical. El último vestigio de irritación desapareció de su expresión, sustituido por pura alegría. Él se puso en pie y abrazó cordialmente a su hijo. -¡Excelente! Excelente, mi muchacho. Usted sabe que es lo que he querido desde hace mucho.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Bajo El Brillo De La Luna»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Bajo El Brillo De La Luna» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Bajo El Brillo De La Luna»

Обсуждение, отзывы о книге «Bajo El Brillo De La Luna» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x