• Пожаловаться

Sophie Hannah: Matar de Amor

Здесь есть возможность читать онлайн «Sophie Hannah: Matar de Amor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Детектив / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Sophie Hannah Matar de Amor

Matar de Amor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Matar de Amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Desde hace tres años, Naomi Jenkins conserva un secreto que no piensa desvelar a nadie. Ni siquiera a Robert, su amante, un transportista casado con el que todos los días se encuentra a la misma hora en el mismo motel de siempre. Pero un día Robert no acude a la cita y Naomi decide buscarlo en su casa. A pesar de que el camión está allí, aparcado, ella sospecha que ha ocurrido algo terrible. Sobre todo cuando la esposa de su amante la descubre merodeando por el jardín y le asegura que a partir de ahora las dos estarán mejor sin él. Desesperada, Naomi recurre a la policía para denunciar su desaparición y decide convencerles de que Robert es un psicópata sexual y de que ella podrá ayudarles en la pesquisa, al fin y al cabo, solo necesita indagar en la intimidad de su secreto… En su nueva novela, Sophie Hannah ofrece un caleidoscopio inquietante de las complejas relaciones entre hombres y mujeres. Una trama en la que, bajo su aparente arquitectura policial, la autora de No es mi hija despliega el mapa de los vínculos marcados por la locura, la obsesión y el miedo.

Sophie Hannah: другие книги автора


Кто написал Matar de Amor? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Matar de Amor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Matar de Amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Parpadeo para ahuyentar las lágrimas. Por fin veo todo lo que tú ves, tu mundo. Ayer vi tu casa y hoy este pub. Me siento como si estuviera haciendo una visita guiada por tu vida. Esperaba que eso me acercara más a ti, pero ha tenido justo el efecto contrario. Es horrible. Me siento como si estuviera viendo tu pasado y no ti presente, y, sin lugar a dudas, algo que nunca podré compartir. Es como si estuviera atrapada detrás de una pantalla de cristal o de un cordón rojo y no pudiera alcanzarte. Quiero gritar tu nombre.

– Voy a tomar un gin-tonic . Doble -dice Yvon, en voz muy alta, pensando en mí, intenta que su voz suene jovial, como si hubiéramos salido de juerga-. ¿Naomi?

– Una clara -me oigo decir a mí misma.

No he tomado una clara desde hace años. Cuando estoy contigo, sólo tomo el Pinot Grigio que traes o el té de nuestra habitación del Traveltel.

El camarero asiente con la cabeza.

– Enseguida -dice.

Tiene un marcado acento de Rawndesley.

– ¿Conoce a Robert Haworth? -le suelto, demasiado ansiosa para perder el tiempo pensando en la mejor manera de abordar el asunto. Yvon parece preocupada: le dije que sería sutil.

– No. ¿Debería?

– Es un cliente habitual. Viene mucho por aquí.

– Bueno, eso creemos -me corrige Yvon.

Es mi sombra, la que razona, la que está aquí para amortiguar cualquiera que sea el efecto que yo pueda sufrir. Conmigo, a solas, es sarcástica y tajante, pero en público suele seguir las convenciones sociales. Puede que tú entendieras eso mejor que yo. A menudo, cuando pareces preocupado y ausente, pienso que libras una batalla interior en la que dos fuerzas te arrastran en direcciones opuestas. Yo nunca he sido así, ni siquiera antes de conocerte. Siempre he sido una persona sin vueltas. Y, desde que te conocí, me he sentido totalmente atraída por ti. No hay más.

– Lo es -digo, con firmeza.

Esta mañana, cuando Yvon consultó las páginas amarillas, encontró lo que ella llamó «los tres candidatos»: el Star Inn de Spilling, el Star & Gater de Combingham y el Star Bar de Silsford. Descarté de inmediato los dos últimos: Combingham está a muchas millas y es horrible, y el Star Bar lo conozco. Voy algunas veces y me tomo una taza de té de menta orgánico. Casi suelto carcajada al imaginarte sentado en uno de esos bancos bajos de cuero oyendo el menú de infusiones.

– Tengo una foto suya en el móvil -le digo al camarero-. Sabrá quién es en cuanto lo vea.

Él asiente amablemente.

– Podría ser -dice, colocando las copas sobre la barra-. Serán siete libras con veinticinco, por favor. Viene mucha gente, pero no conozco todos sus nombres.

Saco el teléfono del bolso, tratando de prepararme para lo peor, como hago a cada momento. No es fácil. En todo caso, es duro. Quiero gritar al ver que en la pantalla no hay ningún icono de un sobrecito. Sigo sin recibir ningún mensaje tuyo. Siento que una repentina punzada de miedo y dolor, mezclados con pura incredulidad, contrae mi pecho. Pienso en la inspectora Zailer y en el subinspector Waterhouse y siento deseos de machacar sus insensibles y obtusas cabezas una contra otra. Prácticamente admitieron que no iban a hacer nada.

– ¿Y qué me dice de Sean y Tony? -le suelto al camarero, pasando las fotografías del móvil mientras Yvon paga las copas-, ¿Los conoce?

Mi pregunta le arranca una risa gutural.

– ¿Sean y Tony? Me está tomando el pelo, ¿verdad?

– No.

Dejo de juguetear con el móvil y levanto la vista. El corazón se me acelera. Esos nombres le dicen algo.

– ¿No? Bueno, yo soy Sean. Y Tony también trabaja aquí, en la barra. Vendrá esta noche.

– Pero… -No sé qué decir-. Robert habló de ustedes como si…

Di por sentado que tú, Sean y Tony veníais juntos aquí. Aunque, pensándolo bien, nunca dijiste que tal cosa hubiese ocurrido. Puede que yo me lo imaginara y llegara a una conclusión equivocada.

Vienes aquí solo. Y Sean y Tony ya están porque trabajan aquí.

Vuelvo a examinar el móvil. No quiero que Yvon se dé cuenta de que estoy perpleja. ¿Cómo podría ser malo lo ocurrido? He dado con Sean y Tony. Ellos te conocen y son tus amigos. Lo único que debo hacer es enseñarle una foto a Sean, y él te reconocerá. Elijo esa en que estás en el Traveltel, frente a tu camión, y extiendo el móvil por encima de la barra.

En los ojos de Sean detecto una inmediata expresión de reconocimiento y vuelvo a respirar.

– ¡Elvis! -Se echa a reír-. Tony y yo lo llamamos Elvis. Por su cara; se parece. A él no le molesta.

Casi me echo a llorar. Sean es amigo tuyo. Incluso se refiere a ti con un apodo.

– ¿Por qué lo llaman así? -pregunta Yvon.

– ¿Acaso no es evidente?

Yvon y yo negamos con la cabeza.

– Es como una versión aumentada de Elvis Costello, ¿no? Elvis Costello después de haberse comido un montón de pasteles. -Sean se ríe de su ocurrencia-. Él sabe que le llamamos así.

– ¿No sabía que se llamaba Robert Haworth? -pregunta Yvon.

Por el rabillo del ojo veo que no está mirando a Sean, sino a mí.

– No creo que nunca nos haya dicho su nombre. Siempre ha sido Elvis. ¿Está bien? Anoche Tony y yo comentamos que no lo habíamos visto desde hacía tiempo.

– ¿Cuándo? -pregunto bruscamente-. ¿Cuándo lo vio por última vez?

Sean frunce el ceño. Debo haber parecido demasiado alterada. Lo he disuadido. Idiota .

– Por cierto, ¿quién es usted? -pregunta.

– Soy la novia de Robert.

Nunca había dicho esto hasta ahora. Ojalá pudiera decirlo una y otra vez. Ojalá pudiera decir que soy su esposa en lugar de su novia.

– ¿Alguna vez mencionó a Naomi? -pregunta Yvon.

– No.

– ¿Y a Juliet?

Sean niega con la cabeza. Empieza a parecer desconfiado.

– Mire, esto es muy importante -digo. Esta vez me aseguro de que mi voz suene tranquila y no demasiado fuerte-. Robert está en paradero desconocido desde el jueves pasado…

– Espera… -Yvon me agarra del brazo-. Eso no lo sabemos.

– Yo sí lo sé -digo, soltándome-. ¿Cuándo le vio por última vez? -le pregunto a Sean.

Está asintiendo con la cabeza.

– Pues habrá estado aquí… -dice-, el jueves o el miércoles, algo así. Pero normalmente suele venir todas las noches para tomarse una pinta y charlar; por eso, después de varias noches sin aparecer, Tony y yo empezamos a preguntarnos por él. A ver, no es algo que no suela ocurrir. Tenemos un montón de clientes así: son puntuales como un reloj durante años y luego, de pronto y sin previo aviso, ¡zas!, desaparecen y no vuelves a verles más el pelo.

– ¿Y no dijo nada de que se iba? -pregunto, aunque ya conozco la respuesta-. ¿No comentó que tenía planeado marcharse de vacaciones o algo así?

– ¿Dijo algo sobre Kent? -tercia Yvon.

Sean niega con la cabeza.

– Nada de eso. Dijo: «Nos vemos mañana», como siempre. -Se echa a reír-. A veces decía: «Nos vemos mañana, Sean…, si nos dejan». ¡Si nos dejan! Un poco pesimista, ¿no?

Me quedo mirando el suelo de madera oscura, mientras sientas la sangre latiéndome en las orejas. Nunca te he escuchado emplear esa expresión. ¿Y si la usaste con Sean por alguna razón? ¿Y si en esa ocasión no te dejaron?

Yvon está dándole las gracias a Sean por su ayuda, como si la conversación hubiera terminado.

– Un momento -digo, obligándome a salir de la oleada de pavor que me ha mantenido temporalmente en silencio-. ¿Cuál es su apellido? ¿Tony qué?

– Naomi…

Yvon parece alarmada.

– ¿Le parece bien que dé sus nombres a la policía? Puede contarles lo que acaba de decirnos, que está de acuerdo en que Robert ha desaparecido.

– Él no ha dicho eso -dice Yvon.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Matar de Amor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Matar de Amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Robert Silverberg: Obsesión espacial
Obsesión espacial
Robert Silverberg
Christie Ridgway: Amor a ciegas
Amor a ciegas
Christie Ridgway
Liz Fielding: El Amor Secreto
El Amor Secreto
Liz Fielding
Lucy Gordon: Un amor secreto
Un amor secreto
Lucy Gordon
Sophie Hannah: No es mi hija
No es mi hija
Sophie Hannah
Отзывы о книге «Matar de Amor»

Обсуждение, отзывы о книге «Matar de Amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.